7 Películas que muestran a los espectadores un amor falso entre sus protagonistas

Psicología
hace 3 años

En la historia del cine y la televisión sobran parejas icónicas: Holly y Paul en Diamantes
para el desayuno
, Rose y Jack en Titanic, Rachel y Ross en Friends. Sin embargo, algunos de los dúos en pantalla más famosos y queridos ejemplifican relaciones tóxicas y malsanas. Muchos justifican con preocupación el comportamiento agresivo, otros no saben cómo resolver con calma y de forma adulta las disputas y hablar de los problemas, y el resto ni siquiera se avergüenza de usar la manipulación.

En Genial.guru investigamos un poco y descubrimos cómo películas románticas y programas de televisión de culto justifican y glorifican algo que no se ajusta a la definición de amor verdadero.

Noah y Allie, Diario de una pasión

Noah Calhoun es un guapo pero tóxico manipulador que psicológicamente presiona a su novia y no acepta la respuesta “no”. Se enamora de Allie a primera vista y la invita a salir, a pesar de no saber nada sobre ella (ni siquiera su nombre). Cuando la muchacha se niega, él amenaza con saltar de una noria y así obtiene el consentimiento de la chica. Sí, el amor a veces empuja a las personas a hacer cosas ilógicas, pero lo que hace Noah es una violación de los límites personales y abuso emocional.

Imagina que estás paseando con amigos cuando un extraño se te acerca y te invita insistentemente a una cita, ignorando tus rechazos. Es poco probable que te guste estar en tal situación. Como escribió acertadamente un usuario de Quora: “Cuando las chicas idolatran a personajes como Noah, les envían el mensaje equivocado a los chicos”.

Allie tampoco es un modelo. A menudo empuja a Noah durante sus numerosas peleas. No importa que la heroína de McAdams sea una chica frágil. Nadie tiene derecho a usar la fuerza física contra otros, y este comportamiento es un gran indicio de que la pareja no resistirá la prueba del tiempo. En la vida real, debes mantenerte alejado de esas personas desenfrenadas.

Ross y Rachel, Friends

Aunque Ross Geller y Rachel Green hacían una linda pareja, tenían demasiados problemas. Cada vez que él comenzaba a salir con alguien, ella interfería en su relación. Por ejemplo, en la temporada 2, le dejó a Geller un mensaje de voz inequívoco que hizo que rompiera con Julie. Y en la temporada 3, Green incluso afeitó a la nueva novia de Ross.

Ross tampoco era un regalo de Dios. Estaba constantemente celoso de Rachel y no confiaba en ella, aunque la mujer nunca dio motivos para dudar de su fidelidad. Fue debido a este sentimiento irracional que el personaje de Jennifer Aniston decidió tomar un descanso en la relación, lo que finalmente llevó a una seria pelea y ruptura.

Además, Ross antepuso sus sentimientos e intereses a los de Rachel. Esto fue especialmente evidente en el episodio en el que le ofrecieron a ella trabajar en París. En lugar de discutir este hecho de una manera adulta, Ross, a espaldas de la mujer, intentó encontrarle un trabajo en Nueva York. Este es un síntoma de codependencia.

Phoebe y Cole, Hechiceras

A pesar de que Phoebe Halliwell y Cole Turner se ven muy bien juntos, su relación difícilmente puede llamarse armoniosa. Como señala un comentarista en Reddit, en la quinta temporada, Cole se convierte en un acosador obsesivo.

Además de acechar, su principal defecto es que está obsesionado con su amada y no tiene en cuenta sus deseos. Recordemos al menos el episodio en el que le da a Phoebe unos caramelos embrujados para que quede embarazada contra su voluntad.

Cole también hace todo lo posible para aislarla de su familia: la lleva a otro lugar y le prohíbe comunicarse con sus hermanas. Turner le asegura a la chica que nunca la lastimaría y que tales acciones son solo por su bien. Y cuando una pareja disfraza su deseo de controlar a su alma gemela y se hace pasar por cariñosa, es evidente que se trata de una relación manipuladora.

Chuck y Blair, Gossip Girl

La historia de Chuck Bass y Blair Waldorf es un buen ejemplo de manipulación del swing emocional. Durante la mayor parte de las temporadas, Chuck se acerca y aleja de Blair. Recordemos al menos el episodio en el que deja a la muchacha justo antes de hacer un viaje juntos, porque se da cuenta de que no está preparado para una relación seria. Cuando Blair comienza a salir con otro, Chuck hace todo lo posible para recuperar a su exnovia.

Además, Chuck trata a su amada como su propiedad. Blair tiene el comportamiento claro de una víctima y le perdona todo. En la vida real, una pareja así necesitaría serias sesiones de terapia.

Joanna y Dean, Un mar de líos

No es ningún secreto que las relaciones más sólidas y saludables se basan en la confianza y el respeto mutuo. Pero los creadores de la comedia romántica Un mar de líos inculcan a la audiencia una idea opuesta. El carpintero Dean, aprovechando la amnesia de la arrogante y rica Joanna, la convierte en una esclava llamada Annie. El personaje de Kurt Russell convence a la mujer de que es su esposa y madre de cuatro hijos, y esto es puro gaslighting. Y el hecho de que Joanna se enamore de su secuestrador sugiere que padece el síndrome de Estocolmo.

Heathcliff y Catherine, Cumbres borrascosas

Una de las citas más románticas de Cumbres borrascosas es: “De lo que sea que nuestras almas estén hechas, la suya y la mía son lo mismo”. Pero esas palabras no son un signo de gran amor y afecto, sino de codependencia. Heathcliff y Catherine quieren fusionarse en uno. El personaje principal ni siquiera se detiene por el hecho de que su amada ya no está en este mundo: está literalmente dispuesto a enterrarse solo para estar más cerca de su adorada pareja.

Bella y Bestia, La bella y la bestia

Omitimos el tema obvio del secuestro y observamos el mensaje malsano que esta pareja intenta transmitir a los espectadores. Vemos que la Bestia, por fuera, es un monstruo espeluznante y con carácter impulsivo. Pero a medida que se desarrolla la trama, se nos muestra su otro lado. Puede ser amable, empático y cariñoso, y al final de la película se convierte en un príncipe azul. Tal giro de la trama justifica el abuso emocional.

No es difícil imaginar una relación en la que uno sufre gravemente los arrebatos de ira de su pareja, pero le perdona todo porque cree que es buena por dentro. No suena como un cuento de hadas con un final feliz, ¿verdad? Desafortunadamente, en la vida real, el príncipe azul no siempre se esconde detrás de la hostilidad y la agresión, por lo que este comportamiento nunca debe tolerarse.

¿En qué historias de amor populares has notado signos de presión psicológica?

Comentarios

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Está claro que en la vida real estas relaciones no serían sanas

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Conoces a alguna mujer a la que su pareja la aleja de su familia? Perjudica a su padre, la secuestra, es un gruñón y agresivo con todos, habla con su vajilla y la deja estudiar solamente en casa aún cuando no hay pandemia? Debería existir una línea Disney 911...

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