Por qué no deberías tomar decisiones por tus hijos

Psicología
hace 1 año

Probablemente muchos padres hayan sentido alguna vez la necesidad de ayudar a sus hijos tanto como les sea posible. Hacerles la vida más sencilla es algo que parce tan inofensivo como beneficioso para el niño. Después de todo, lo hacemos para enseñarles cómo se deben hacer las cosas y para que no tengan que cometer errores. No obstante, tal vez te sorprenda leer que, al tomar decisiones por tu hijo, en lugar de ayudarlo, lo estás perjudicando gravemente.

Por ello, en Genial.guru, hemos recopilado algunas razones sobre por qué deberías empezar a dejar a tus hijos tomar sus propias decisiones.

1. Dificultad para tomar decisiones por sí mismo

La niñez es la etapa en la que el niño aprende a conocerse a sí mismo y desarrollar un concepto sobre quién es. Aún está asimilando sus propios deseos y pensamientos. Si tomamos decisiones por ellos en esta etapa, estamos enseñando a los niños que el campo en el que tienen control sobre sí mismos es muy limitado. En consecuencia, una decisión tan pequeña como, por ejemplo, elegir un conjunto de ropa, se puede convertir en una tarea muy difícil.

2. No confiar en su propio criterio

Uno de los riesgos que se corre al no dejar a los niños tomar sus propias decisiones es que el niño tienda a ceder ante lo que se le pide que haga en lugar de elegir por su cuenta. Esto puede desarrollarse incluso hasta su vida adulta y obstaculizar tareas como elegir una carrera universitaria y otras decisiones importantes. Cuando su toma de decisiones se limita en la niñez, el niño crece sin herramientas para hacerlo en el futuro, lo que lo hace dudar sobre cada paso que da.

3. Desarrollo de ansiedad

La toma de decisiones es una habilidad, como cualquier otra, que modifica la estructura cerebral del niño. Por ello, aprenderla desde temprana edad es crucial. Sentirse incapaz de tomar control sobre su vida y sus decisiones, pueden ser eventos muy estresantes para el niño, lo que puede terminar en un desarrollo de ansiedad.

4. Tendencia a ser complaciente

Cuando tomar decisiones por los niños se ha vuelto un hábito, puede que el niño piense que esa es la manera en que las cosas deben ser. Esto puede ocasionar que el niño se vuelva una persona complaciente porque busca evitar conflictos y porque no quiere ofender a otros al contradecirlos. Esto no significa que el niño ceda a las peticiones de los demás por gusto: lo hace por compromiso.

5. Sentirse menos o anulado

Otorgar a un niño la capacidad de decidir sobre temas que lo afectan lo empodera y mejora su autoestima. Por ello, las personas a quienes se les impidió esto desde niños, suelen tener los sentimientos contrarios. Si no pueden involucrarse en su propia vida, pueden llegar a sentir que su criterio, y ellos mismos, no son válidos.

6. Dificultad para establecer límites

Al igual que la toma de decisiones, poner límites es un ejercicio que debe ser practicado desde edades tempranas. A menudo, los límites son aprendidos a través de otro tipo de hábitos. Si una persona creció en un ambiente sin privacidad, o con personas que atacaban su autoestima, puede que tenga problemas con sus límites. Sin embargo, para quienes dejaron que otras personas tomen sus decisiones desde niños, el problema radica en que se les dificulta identificar sus propios límites, ocasionando que acepten tratos que no deberían.

7. Baja autoestima

También la autoestima de un niño y la confianza en sí mismo puede verse afectada si no ejercita su poder de decisión. Como un círculo vicioso, la falta de autoestima influye en la calidad de las decisiones que el niño tomará en el futuro, ocasionando aún más baja autoestima.

8. Sentimientos de enojo contra quienes le imponen cosas

La falta de empoderamiento en un niño, hace que se sienta “inútil”. Todo niño busca oportunidades para probarse a sí mismo que es capaz de manejar cualquier situación. Esto, sumado a que ha pasado la mayor parte de su vida aceptando las decisiones de otros por compromiso, puede causar resentimientos en contra de quien no le permite tener sus propias experiencias.

9. Sentimientos de vacío existencial

Este sentimiento puede manifestarse como soledad, confusión acerca de los propósitos de vida y una desmotivación generalizada. Como vimos en otros puntos en esta lista, estos síntomas pueden aparecer cuando una persona si siente incapaz de tomar control de su vida desde la niñez.

10. Dificultad para salir de su zona de confort

Cuando una persona es inhibida de tomar decisiones desde temprana edad, puede pasar que los sentimientos de baja confianza en sí mismo y en las propias acciones provoquen desmotivación a enfrentarse a nuevos retos. Esto afecta no solamente al encarar un nuevo pasatiempo, sino que, a largo plazo, también afecta la vida laboral y amorosa de una persona.

¿Qué métodos utilizarías para dejar que un niño tome sus primeras decisiones?

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