Azar

Un número mal marcado es como una lotería con sorpresa. Un inocente error en un solo dígito puede ser el principio de una agradable amistad o desencadenar unos fatídicos acontecimientos. He aquí las historias de personas en las que el azar jugó un papel importante y una llamada o un mensaje cambiaron la vida de alguien para siempre.

¡Resolvamos algunos misterios de la vida real! ¿Por qué el humo siempre te sigue cuando estás en un campamento? ¿Por qué los auriculares se enredan en nuestros bolsillos? Y muchos más... Miras un enchufe y parece que te sonríe. ¿Por qué los humanos ven caras en los objetos? Es un fenómeno real, y su nombre científico es “pareidolia facial”. Los científicos revelaron que vemos caras en objetos cotidianos porque nuestro cerebro está acostumbrado a procesar los objetos en busca de expresiones emocionales. Lo hacemos con rostros reales, pero nuestro cerebro también suele aplicarlo a los objetos. Es posible que este mecanismo se haya desarrollado como resultado de la necesidad de evaluar rápidamente si una persona es una amiga o una impostora. La próxima vez que veas una cara en un objeto, recuerda que es un defecto del cerebro humano.

Viajar en avión es una experiencia que puede ser placentera o terrible, todo depende de cómo sepas viajar. Para hacer tu vida mucho más fácil te preparamos algo de información curiosa con la que puedes tener un mejor vuelo o al menos saber con certeza lo que está pasando en cada momento.

No es raro que ocurran coincidencias, pero algunas veces nos sorprenden por la aleatoriedad con que suceden. Algunas personas piensan que es el destino, mientras que otras le echan la culpa al azar. Pues ¿cuál es la chance de que padre, madre e hija nacieran exactamente el mismo día? ¿O de que un marido y su esposa tengan padres y abuelos con el mismo nombre? ¿O de que un hombre leyera el nombre de su futura esposa dentro de un grano de arroz hallado en la arena de la playa? Realmente, es muy difícil creer que estas cosas hayan pasado, pero no es más que el mundo manifestando su belleza.

Hay algunas casualidades tan extrañas e inesperadas que nos hacen pensar: “¿Esto ya estaba planificado desde antes?”. Es que no hay otra forma de explicar cómo dos personas que iban a la misma secundaria pueden encontrarse varias décadas después y formar una familia, o que tus amigos vivan actualmente en la casa en la que se crio tu abuela, sin saberlo.

Tener un hijo es una montaña rusa de cosas lindas y momentos en donde la cordura llega a su límite. Muchas veces, cuando la paciencia y los recursos para calmar al niño se agotan, una palabra o ayuda de otra persona es una gran salvadora. La solidaridad entre padres y gente bienintencionada alegró un poco el corazón de los protagonistas de este artículo y les dio la motivación que necesitaban.

Existen esos días en los que parece que todo sale mal. Se quema la comida, llegas tarde al trabajo, te olvidas la llave de tu casa sobre la mesa del comedor, sales sin paraguas y te sorprende la lluvia a mitad de camino. En fin, cuando a la mala suerte se le ocurre aparecer, no hay nada que la detenga. Pero tenemos un secreto para superar esos terribles momentos: tomárselo con mucho humor.

Cuando nace un bebé, por alguna extraña razón la familia de ambos padres comienza a buscarle parecidos. Que si es la viva imagen de la mamá, del papá, de los abuelos. Parece una competencia. Al final, el azar tiene la última palabra, pues la mayoría de los rasgos físicos no dependen de un solo gen. Por eso, hay pequeños que son igualitos a la familia del padre; otros, a la de la madre; y algunos son más mezcladitos.

Las cosas más extrañas pueden aparecer cuando vamos caminando en el medio de un bosque, o limpiando algún sitio de tu casa. Eso es fantástico: el azar y lo “anormal” está latente en todas partes, y puede tocarte encontrar algo a cada momento. Creerás que no, que no puede sucederte, pero esto le pasa a la gente todo el tiempo, y por suerte una parte de ellos no se conforma con contárselo y mostrárselo a sus cercanos, sino que también lo publica en Internet.

Quizás alguna vez hayas escuchado la frase “nadie está preparado para ser padre”. Y pese a que hay muchos libros e información referidos a la crianza, cada familia tiene su contexto, y dentro de él cada uno hace lo que puede con los recursos que tiene. Cuando somos niños, no apreciamos lo difícil que puede ser todo, ni el esfuerzo que nuestros progenitores realizan día a día para darnos la mejor vida posible. Sin embargo, cuando crecemos y empezamos a comprender a los adultos, valoramos lo que hicieron, y allí aparecen las enseñanzas que alguna vez nos dieron (con mucha o poca pedagogía) y que nos duraron para toda la vida.

Un té con estrellas, una pantalla de cine en medio de un paisaje nevado, ojos desconocidos espiándote detrás de las gafas que has dejado sobre la mesa, una mujer con rostro de maceta o un gato con pies humanos. No, no es una pesadilla o una suma de escenas de algún relato fantástico; es apenas el reflejo de alguna luz que llega en el momento justo para darle a una escena común un toque extraordinario.

Ya sea por cuestiones del azar o por estar en el lugar indicado, hay quienes consiguen demostrar que las cosas más insólitas se pueden encontrar en los lugares más inesperados. En estos casos, no podemos evitar sentirnos llenos de asombro al ver cómo en una simple verdura aparecen formas curiosas y dignas de permanecer en nuestros recuerdos.