Camiseta

Se dice que no hay edad para el aprendizaje; sin embargo, algunas personas podrían no estar de acuerdo. Hay creencias que asimilamos de pequeños y, en ciertos casos, recién nos enteramos pasados los años de que esa información no era del todo acertada. Desde que los ponis no son caballos bebés hasta cuál es la forma correcta de lavarse el cabello.

Aunque seamos adultos, siempre tendremos una conexión especial con nuestros niños interiores. Esa relación con lo más íntimo de nosotros se hace evidente en los momentos en los que nos sentimos más vulnerables y sensibles, como al irnos a dormir. Hay personas que, para conciliar el sueño, necesitan abrazar el peluche que tienen desde pequeños, una manta especial o a la persona a la que aman.

Tienen razón aquellos que dicen que no hay que juzgar un libro por su portada o a una persona por su ropa. Por desgracia, a menudo opinamos con prejuicios sobre la gente, basándonos en la primera impresión de su apariencia. Y en este caso, nos podemos equivocar mucho.

“Solo me he puesto esta camiseta una vez, ¡seguro que puedo volver a ponérmela!”. La mayoría de nosotros somos culpables de dar a nuestra ropa una prueba de olfato y usarla día tras día. Pero aunque esta huela bien, está cubierta de sudor y bacterias, y si no la cambias a diario, puede tener consecuencias desagradables.

No todos pueden permitirse hacerles regalos costosos a sus seres queridos, pero tampoco es obligatorio. Lo principal es que el obsequio sea de corazón. Pero cuando tu amada suegra te regala un desatascador para Navidad, o un esposo cariñoso, que luego se convierte en un ex, le entrega una sartén sin mango a su mujer, el destinatario se enoja irremediablemente.

Todos necesitamos las emociones, y no podríamos sobrevivir sin ellas, afirman los científicos. Nuestros sentimientos nos ayudan a evitar el peligro, a tomar decisiones y a comunicarnos con otras personas. Hay muchas cosas que pueden provocar una amplia gama de sentimientos, y nuestro artículo te pondrá en una auténtica montaña rusa emocional.

La publicidad nos rodea por todos lados en el mundo moderno y no hay forma de esquivarla. Los videos, los carteles y las vallas publicitarias nos convencen de la necesidad de gastar en mercancías y servicios. A veces logran su objetivo y luego nos arrepentimos.

Desde el momento en que comienza el embarazo, el cuerpo de la mujer no deja de sufrir cambios constantes y la ropa se va adaptando a ellos. Por eso, después de dar a luz podemos llegar a acumular un montón de prendas que ya no podemos usar, ya sea porque nuestra talla ha variado o porque ahora las riendas de nuestro estilo las llevan la comodidad y la practicidad.

Los trucos, más conocidos en las redes por su nombre en inglés, hacks, son formas de hacer las cosas que en principio nos ahorran tiempo o nos facilitan las tareas. Pero no siempre es así. Hay muchos falsos trucos dando vueltas por internet, a veces más complicados incluso que los métodos tradicionales y con resultados que dejan mucho que desear.

Si ya de por sí cada persona es un mundo, y dos mundos pueden ser muy diferentes entre sí, las parejas resultan algo así como un universo paralelo. Cuando una relación comienza y ambas partes se van conociendo cada vez más, uno y otro van aprendiendo y adquiriendo algunas costumbres e incluso manías de su pareja. Después de un tiempo, cuando hay historias y aventuras conjuntas, también se construyen y se crean algunas tradiciones en común que consiguen unir y conectar más a ambas partes.

La crianza de los hijos no es una tarea fácil de por sí. Y si en la familia aparece el hijo de otra persona, la situación puede terminar en un punto muerto: a menudo hay conflictos de todo tipo entre padrastros y madrastras y sus hijastros e hijastras. Sin embargo, existen algunas agradables excepciones a esta regla.

No en vano se dice que no nos damos cuenta de cómo crecen nuestros propios hijos. No es de extrañar: siempre están a la vista. Eso mismo ocurre con las cosas: cuando usas algo todo el tiempo, te acostumbras a ello y no ves ningún cambio. Pero, mientras tanto, el tiempo pasa: los estampados de las telas se desgastan y los zapatos se estropean. Es más, hasta el piso de parqué se deteriora hasta quedar irreconocible.

En una cita, siempre quieres presentarte favorablemente: mostrar tus conocimientos, asombrar con tu apariencia, conquistar con tu humor. Pero a veces, cuando el tan esperado día llega, no todo sale según lo planeado y el triunfo se convierte en un completo fiasco.

Los tiempos cambian y la moda cambia con ellos. Las tendencias en las transformaciones de la ropa y los accesorios reflejan los procesos que tienen lugar en la vida pública en una época determinada. Es por eso que, si comparamos los looks de las representantes de diferentes décadas, diferirán significativamente incluso si tienen detalles en común.

Resulta que abrazar a tu pareja no solo puede hacerte feliz, sino que también puede ayudarte a dormir más profundamente. De hecho, según un estudio, solo el olor de tu pareja puede darte una buena noche de sueño, independientemente de si realmente está contigo o no.

Cada mujer tiene su propia actitud respecto a los cosméticos. Algunas se sienten muy cómodas sin un gramo de maquillaje en la cara, otras prefieren teñirse las cejas y las pestañas si son demasiado claras, mientras que otras ni siquiera pueden salir a tirar la basura sin que su maquillaje brille más que las estrellas en el cielo. Generalmente, solo nosotras notamos la presencia o la ausencia del maquillaje en el rostro, pero a veces los que nos rodean resultan ser demasiado observadores.

Hacer fila es una de las actividades más tediosas, que solemos soportar solo cuando ya no queda más remedio. Pero afortunadamente, existen personas que convierten la experiencia de quedarse parado sin hacer nada en todo un espectáculo imperdible.

Dicen que “el éxito está en los detalles”, y esto no podría ser más cierto cuando se trata de la apariencia. Nuestra confianza puede ir de 0 a 100 si le agregamos a nuestro look pequeños toques finales como nuestro lápiz labial favorito o una nueva pulsera. Pero hay ciertas partes de nuestra apariencia que ignoramos sin querer, lo que puede arruinar todos nuestros esfuerzos. Lo más probable es que notes estos detalles fácilmente en otras personas, pero omitas corregirlos cuando se trata de ti mismo.

Todos, al menos una vez en la vida, nos hemos enfrentado a prejuicios sobre nuestra apariencia, comportamiento o estatus social. La opinión pública tiene sus propias reglas: es por ella por lo que, a menudo, tomamos decisiones irracionales, tratando de construir nuestra vida sobre su base.

Dicen que los padres no se eligen. La misma afirmación puede ser válida no solo respecto a nuestra propia familia, sino también a la familia de nuestra pareja: tampoco podemos elegir a nuestra suegra. Algunos tienen suerte, pero otros, por decirlo suavemente, no tanto. Por ejemplo, las protagonistas de nuestra selección no están del todo felices con sus segundas madres.

Las pequeñas cosas pueden estropear tu look. Incluso la ropa básica puede agregar algo de peso extra si te olvidas de los detalles, por ejemplo, usar un cinturón del ancho incorrecto o una falda más larga que tu abrigo. Pero añadir un par de toques especiales a tu aspecto hará que tu imagen sea impecable.

Sucede muy seguido: ponemos las cosas en orden, observamos el departamento con una mirada de satisfacción y nos damos cuenta: algo todavía está mal. No hay rastros de polvo, todo está en su lugar, pero algo todavía molesta a la vista.

Existen distintos tipos de faldas, pero la de estilo lápiz es una de las más clásicas. Es aquella de silueta recta, cintura marcada y que llega hasta la altura de las rodillas. Y en la moda, como en todo, hay espacio para la renovación, por lo que podemos llevar una sola prenda de distintas formas, logrando así tener un guardarropa diverso sin tener que comprar demasiadas piezas para vernos bien.

Todo el mundo tiene días grises y aburridos. Pero una buena broma, un hallazgo inesperado o hasta una simple sonrisa o un cumplido pueden pintarlos de colores brillantes. Y luego esos días se pueden recordar con calidez aun después de muchos meses, o incluso años.