De niños, nuestras madres nos decían “Baja los codos de la mesa”, “No mastiques con la boca abierta” y más. Lo que ellas probablemente no sabían ni nos inculcaron es que los buenos modales a la hora de comer pueden variar drásticamente de un lugar a otro.
Seguramente todos hemos oído alguna vez la frase: “Cada familia es un mundo”. Y también es probable que entendamos lo que esto significa. Son reglas, costumbres y hábitos que parecen aplicarse solo para un grupo determinado y que, muchas veces, funcionan con ellos a la perfección. Ahora, ¿qué ocurre cuando estas costumbres son verdaderamente muy extrañas? Pues, en ese caso, es posible que quien llegue allí de visita se sienta como un extraterrestre que aterriza en un nuevo planeta.
Brasil es uno de los países preferidos de los mexicanos para emigrar. Muchos van allí a estudiar, otros a trabajar y aprender un idioma diferente, pero, sobre todo, para conocer una cultura muy peculiar. Y es que, a pesar de estar dentro del mismo continente, hay muchas costumbres brasileñas que pueden sorprender a nuestros hermanos provenientes del país de Frida Kahlo.
Las reuniones familiares pueden ser aburridas, tediosas o, en ocasiones, poco deseadas hasta provocar que alguno de los miembros trate de librarse o escaquearse de este tipo de encuentros. Pero no siempre es así, hay familias que tienen costumbres y tradiciones de lo más peculiares, capaces de alegrar hasta los momentos más aburridos y de convertir esas reuniones “obligadas” en espacios de disfrute, convivencia y, sobre todo, de muchas risas.
El mundo de las citas es —y ha sido siempre— muy complejo. Las parejas que empiezan a salir para conocerse y plantearse la posibilidad de empezar una relación no solo tienen que lidiar con el conocimiento de las buenas costumbres tradicionales, sino también con algunos hábitos exclusivos de las citas; por ejemplo, quién paga la cuenta en el primer encuentro, qué tipo de ropa utilizar o los temas de conversación. En esta ocasión, te ofrecemos algunas costumbres del siglo pasado que hacían del cortejo entre un hombre y una mujer algo bastante diferente a lo actual.
Los libros y las películas nos cuentan historias, nos invitan a descubrir nuevos lugares y aventuras, y nos presentan personajes de lo más variopintos. Pero los libros tienen un plus, esa magia que ocurre en nuestra mente, cuando solo viendo letras, gracias a la imaginación, le ponemos cara, forma y color a todo lo que estamos leyendo. Por eso, no es raro que detrás de algunas grandes películas, haya prestigiosos libros. Aunque también ha habido libros que han sido totalmente superados por sus versiones cinematográficas; hoy te contamos cuáles y por qué.
En el mundo existe una gran variedad de etnias, y cada una es única por su cultura y tradiciones. Pero hay otro rasgo que suele ser distintivo en relación con las diferentes nacionalidades de las personas: la apariencia. El aspecto de la gente puede ser tan variado y diferente como las costumbres de sus antepasados. Y lo único más sorprendente es cuando este factor se mezcla en un caso concreto. Es por eso por lo que recopilamos fotos de mujeres que, al parecer, fueron bendecidas por la mismísima genealogía.
De todas las naciones que existen en la actualidad, China es una de las más longevas; su historia conocida tiene varios miles de años. Este país siempre estuvo en lo alto a causa de sus costumbres arraigadas y de sus dinastías, que contribuyeron (en mayor o en menor medida) a la grandeza de su cultura. En todas las épocas, de hecho, hubo viajeros de distintas partes del mundo que llegaron hasta allí y regresaron a sus pueblos maravillados con lo que habían visto y aprendido. En esta ocasión, te ofrecemos algunas costumbres tan impresionantes como llamativas que existieron en la antigua China.
De chicos, fuimos educados con ciertas reglas y hábitos que han cambiado a lo largo del tiempo. Algunas de las costumbres que eran comunes hace años se han replanteado, algunas para bien y otras para mal. Ciertas conductas que pensábamos eran correctas, no lo son ahora, y otras cosas que pensábamos nos facilitarían la vida se han convertido en dañinas para nuestros pequeños.
A veces, cuando conocemos a una persona extranjera o viajamos a otro lugar del mundo, nos topamos con costumbres o situaciones que no son las típicas de nuestro país. Esto puede hacernos pensar que, para el resto de la humanidad, algunos de los hábitos que tenemos parecen “extraños” o particulares, así como nosotros también podemos sorprendernos al aprender que, en algún sitio del planeta, es de mala educación cruzar las piernas.
Un dicho afirma: “Ser madre es padecer en el paraíso”. La gente concuerda con esa idea, pero es necesario recordar que ser hijo también tiene sus dosis de alegrías y situaciones inusitadas. El amor expresado en forma de sobreprotección, las dificultades con las nuevas tecnologías y las interpretaciones al pie de la letra están presentes en la mayoría de las relaciones entre madres e hijos. Y son capaces de generar historias de amor, risas y curiosidades.
Las costumbres de cada lugar son algo muy curioso. No importa el país en el que residas, siempre habrá algunas prácticas dentro de casa que llamarán la atención de otras personas, puesto que no en todos lados se vive de la misma manera. En México, por ejemplo, hay varias usanzas que sobresalen dentro de las viviendas y que nos demuestran que ese hogar es verdaderamente mexicano.
Las personas normalmente consideran su casa como un espacio único y especial en el cual se sienten a gusto. Sin embargo, cuando visitamos otra casa, es posible que nos encontremos con costumbres o estilos de vida a los que no estamos habituados o que simplemente no nos imaginamos que existían. Entonces, puede ocurrir que no nos sintamos cómodos ante esas situaciones.
Al salir de nuestro país, experimentamos otras culturas y lugares que pueden despertarnos en cuanto a todo lo que conocíamos y creíamos cotidiano. México está lleno de costumbres, comidas y tradiciones distintas a las de otros sitios. Como mexicanos, ya estamos acostumbrados a ellas y quizás podrían ser insignificantes para algunos; sin embargo, a otros podrían cambiarles el panorama y sacarles un genuino “¡guau!”.
Normalmente pensamos que nuestra apariencia se debe solamente al buen trabajo de la genética y, aunque no podamos negar que tiene mucho que ver, lo cierto es que no nacemos como “un producto terminado”, sino que, a medida que vamos creciendo, muchos de nuestros hábitos y costumbres pueden repercutir en nuestro físico si no tenemos cuidado de mantener una vida saludable.
Cada vez que hemos oído hablar de Fiyi, la primera imagen que se nos viene a la mente son sus playas paradisíacas: el agua transparente, la arena blanca y fina, y las palmeras haciendo sombra. Pero Fiyi es mucho más que sus playas. Tiene una larga tradición y cultura muy ricas, así como costumbres de las que podemos aprender y disfrutar.
Casi siempre, otro país es como si fuera un planeta diferente con sus propias tradiciones y costumbres. Sus habitantes pueden dejarte boquiabierto con sus hábitos inusuales, por no decir más. Por ejemplo, en España, pueden poner un árbol de Navidad hecho de jamones, adornar las calles con alfombras o intentar negociar con el proveedor de servicios públicos.
Las series chinas son interesantes de ver: tienen vestuarios magníficos y actores con apariencia similar a los elfos que encantan y te atraen a su mundo. Algunos espectadores darían mucho por poder viajar a esos tiempos y recorrer en persona el palacio imperial. Pero conociendo todos los trasfondos, parece que esta vida sigue siendo más genial de ver desde este lado de la pantalla.
Todas las familias tienen sus tradiciones y costumbres, y parece que cualquier acción de nuestros seres queridos puede predecirse. Pero los protagonistas de este artículo desmienten esta teoría, demostrando que las personas cercanas o los que nos conocen muy bien son capaces de hacer las cosas más raras.
En las relaciones amorosas, es habitual que uno tenga que demostrar el cariño que siente por su pareja. Sin embargo, cuando existe un aprecio incondicional hacia el otro, es sumamente sencillo entregar tu vida y tu corazón para compartir una vida juntos, a pesar de las diferencias que puedan existir entre ambos.
¿No te parece que la niñez es una época mágica? Cuando nos invade la nostalgia, es un placer recordar ciertos comportamientos divertidos que (casi) todos teníamos cuando éramos niños. Entre ellos, hablar delante del ventilador para conseguir una “voz robótica” o cortar el pelo de las muñecas. Se trata de costumbres bastante comunes cuando somos pequeños; pero cuando somos adultos, solo nos preguntamos: “¿Por qué hacía eso?”.
Cada matrimonio tiene sus propias costumbres, curiosidades y hábitos únicos, y el de Isabel II, reina de Inglaterra, y su consorte, Felipe de Edimburgo, no se quedó atrás. En esta historia que abarcó más de 7 décadas, muchos notaron elementos casi de cuento de hadas. Pero dentro de esta relación, ciertos detalles contribuyeron para fortalecerla o para demostrarnos los indómitos caracteres de Felipe e Isabel cuando se trataba de apostar por el amor verdadero.
Las películas y series, muchas veces, deben pasar por arduos procesos de doblaje, traducción y adaptación en función de las tendencias y costumbres del país o países en los que se emitirán. Estamos acostumbrados a escuchar nombrar a algunos personajes por el nombre que se les da en nuestros países; sin embargo, desconocemos que, en algunos casos, este no tiene nada que ver con el original.
Los alemanes son famosos por su amor por la practicidad y la eficiencia. En ese país, las cosas rara vez se hacen simplemente por la belleza. Cada decisión tiene un razonamiento lógico. Esto también se aplica al transporte, la plantación de árboles y la señalización vial. Por ejemplo, las tiendas de muchas ciudades cierran muy temprano y no abren los domingos, así que se han ideado formas de evitar los inconvenientes asociados con esto.
Cuando vives en un país, todas las cosas propias del lugar te parecen completamente naturales. Pero basta con tener un amigo extranjero para darte cuenta de que aquello que tú consideras absolutamente lógico, como poner salsa Valentina hasta en las papitas y echarle jugo de limón incluso al propio limón, es algo que puede resultarle un poco exótico a alguien de afuera.
Conocer Sri Lanka es, de alguna manera, apreciar lo mejor de África y Asia en un solo territorio. Ofrece la oportunidad de observar manadas de elefantes, tesoros arqueológicos de antiguos reinos budistas y, entre otras cosas, la posibilidad de participar en una variedad de festivales que cada año atraen a miles de personas.
La ubicación y las condiciones climáticas de Groenlandia hicieron que sus habitantes tengan costumbres diferentes de la mayoría de las conocidas por nosotros. Incluso algunos podrían considerar extremas ciertas prácticas que son habituales para ellos. El hecho es que su territorio está habitado desde hace más de 4000 años, lo que permitió que la población se adaptara a su entorno, creando diferentes técnicas para sobrevivir.
Generalmente, reconocemos a los países extranjeros por fotos y postales de sus lugares turísticos más emblemáticos. Y cuando viajamos a algún lugar nuevo, también es allí donde solemos dirigirnos. Pero basta con mirar un poco más cerca, doblar por una calle más estrecha, alejarse un poco del centro, y se abre ante nosotros otra realidad: personas comunes, trabajadores, artesanos, artistas o simples transeúntes que están viviendo su día a día. Y su cotidianidad es similar, pero a la vez muy diferente a la nuestra. Porque cada país tiene su propio ambiente, vestimenta, costumbres, colores, sabores y hasta aromas, que son muy distintos a los de los demás.
El 2018 acaba de comenzar y ya revisamos con dudas las metas que nos habíamos hecho para cumplir el año pasado. Pero, ¿qué tal si este año tratamos de ver las nuevas metas que nos trazaremos desde otro punto de vista? Ver las metas no solo como algo que queremos adquirir, sino también ver los malos hábitos y otras costumbres de las que deberíamos deshacernos. Genial.guru te ofrece una lista de conceptos de los que sería mejor despedirte este año para vivir una vida más plena y mentalmente saludable.