Seguramente en más de una ocasión llegaste a evitar sujetarte de las agarraderas del bus o el metro por miedo a las bacterias o suciedad. Y con justa razón, pues es un sitio que muchas personas frecuentan y tocan. Sin embargo, los hábitos diarios que no consideramos importantes podrían terminar propagando gérmenes, como, por ejemplo, lo que tocamos en casa o lo que guardamos en el bolsillo.
Entre los artefactos de baño más conocidos, pero más infravalorados, se encuentra el bidé, que se cree que fue creado en el siglo XVII en Francia. Sin embargo, se difundió masivamente de nuevo a inicios del siglo XX, formando parte primordial de muchos hogares. Aun así, fue dejado al olvido con el correr del tiempo e, incluso, muchos prescinden de él considerando que un baño diario es más que suficiente para mantenerse limpio y saludable.
Ayudar a nuestros peluditos a mantener una higiene correcta es de suma importancia, no solo porque están dentro de casa y queremos tener un hogar limpio y sin olores, sino también por su bienestar. A muchos les encanta la hora del baño y la disfrutan a lo loco, mientras que otros la odian y huyen de ella sin dudarlo. Como sucede con todo, son muchas las afirmaciones populares con respecto a la higiene animal que van dando vueltas por ahí.
A veces nos preguntamos cómo las personas sobrevivían antes sin Internet y sus interminables consejos sobre cómo cuidarnos mejor. Parece que todos los días nos topamos con un nuevo consejo sobre higiene y no tenemos idea de cómo nos las hemos arreglado para sobrevivir sin él. Si eres igual, tenemos un nuevo conjunto de sugerencias que puedes agregar a tu rutina hoy.
Para sentirse sanos, no solo debemos seguir las normas de higiene, sino que también debemos hacerlo de una manera totalmente correcta. De lo contrario, los efectos perseguidos no serán los mismos. Muchas personas pueden sorprenderse porque algo que llevaban haciendo durante toda su vida, lo hacían mal, incluso siendo estas las cosas más habituales.
Cepillarse los dientes varias veces al día, lavarse las manos antes de comer y cortarse las uñas de manera regular son conceptos que aprendimos en la infancia. Sin embargo, las reglas de higiene no se limitan a eso, ya que los doctores llevan mucho tiempo hablando sobre lo importante que es tocar lo menor posible nuestro rostro, cambiar las sábanas una vez a la semana y no limpiarse las orejas con bastoncillos.
La higiene es uno de los aspectos más importantes en la vida de cualquier persona. A menudo, sin pensar en las consecuencias, colgamos una esponja mojada en un gancho y usamos desodorantes en aerosol. Pero estas acciones aparentemente inofensivas pueden dañar la salud, aunque cueste creerlo.
¿Para qué lavaban las personas su cabello con champú radioactivo, colocaban palitos en el baño, pintaban su cabello con jabón y masticaban piedra pómez? No se puede decir que no existían reglas higiénicas normales en el pasado, pero definitivamente eran inusuales. En el siglo XXI, las personas siguen esta tradición: científicos lavan la piel de mamuts con champú para obtener su ADN, los médicos prohíben lavar las manos con jabón antibacterial y los ingenieros de la NASA gastan 23 millones de dólares para hacer un inodoro espacial.
En estos tiempos, la menstruación debería ser un tema completamente libre de tabúes, no solo para las mujeres sino también para los hombres. De manera que no tengan que pasar por situaciones como la que pasó el protagonista de nuestra historia, en la que por más que intentó estar preparado para la llegada de la menstruación de su hija, demostró que aún hay temas que son incómodos de hablar para algunos hombres.
La menstruación es un tema delicado para muchas niñas y sus familias. A veces, la falta de información o la vergüenza pueden generar problemas de comunicación y de salud. En este artículo, les queremos contar la experiencia de un tío con su sobrina, que nos hizo reflexionar sobre la importancia de educar y apoyar a las niñas en esta etapa de sus vidas, ya sea siendo mujer u hombre.
Pasamos muchas horas de nuestras vidas en el colchón, pero parece que olvidamos la importancia de mantenerlo limpio. La realidad es que con el uso, este comienza a ensuciarse, y muy pocos lo toman en cuenta. No tenemos presente que en el lugar donde dormimos todas las noches se acumulan bacterias, polvo y ácaros. Luego, uno se pregunta por qué le pica el cuerpo o le salen ronchitas. Y no solo se debe de lavar por higiene, ya que otro beneficio de esto es que puedes hacer que el colchón te dure más tiempo.
Por regla general, las mujeres tienden a hacerse la pedicura más a menudo en verano, cuando llevan zapatos abiertos. Pero los pies también necesitan cuidados en otras épocas del año, aunque no con tanta frecuencia. Para aprovechar al máximo la visita y evitar situaciones desagradables, hay algunas normas que conviene conocer.
“Si uso la toalla para secarme después de bañarme, entonces no puede estar sucia, porque cada vez que la uso estoy limpio”. Parece una deducción lógica imbatible, sin embargo, no puede ser más errónea. La realidad es opuesta a este pensamiento aparentemente lleno de sentido común. Lo único cierto es que no lavar con frecuencia las toallas de la ducha y del tocador puede ser más peligroso de lo que ahora mismo piensas.
Aplicar perfume en exceso y masticar chicle con la boca abierta son unas de las cosas más comunes y desagradables que podemos hacer. Aunque sabemos que cuidar nuestra apariencia es importante, tendemos a exagerar o descuidar algunos detalles que marcan la diferencia en la imagen personal y en cómo nos perciben las personas de nuestro entorno. Por este motivo, te enseñaremos los errores que más suelen llevarse a cabo para que no los cometas nunca más.
Se podría decir que muchas personas no sueñan con trabajar, a pesar de que el abanico laboral hoy en día es bastante digno y variado. Sin embargo, las personas en la antigüedad no tenían tanta suerte. De hecho, algunos de los trabajos disponibles en ese entonces eran tan desagradables, que en la actualidad nadie querría desempeñarlos. Muchos son tan curiosos que difícilmente alguien podría adivinar que en verdad existieron. Por eso, hoy te contamos sobre algunos de ellos.
En los restaurantes solemos ver lo más bonito: mesas limpias, platillos tentadores y aromas que nos hacen tener aún más hambre. Sin embargo, detrás de las puertas para acceder a la cocina, muchas cosas que no sospechamos pueden estar ocurriendo. Desde errores al momento de preparar alguna comida hasta falta de higiene en ciertos espacios o productos que no nos imaginábamos que se verían así antes de llegar a nuestro plato.
Los productos de imitación son algo común que afecta a industrias como la de los bolsos, la ropa y el maquillaje. En este último caso, según datos de 2020, las empresas tienen una pérdida estimada de 5,5 mil millones de dólares. Y esto no es lo único que afecta la venta y compra de productos cosméticos falsificados, pues también pueden dañar nuestra piel debido a que no se fabrican con la misma calidad de materiales, los mismos procesos ni la misma higiene que los originales.
Para muchas personas, cortarse el pelo es una actividad estresante. Un peluquero inexperto puede tener miedo o un exceso de confianza y arruinar no solo el corte, sino también la propia estructura del cabello. Para evaluar la profesionalidad de un estilista, a veces ni siquiera es necesario esperar el resultado. Hay señales específicas de un buen profesional que te indicarán que el cliente está en buenas manos.
Dicen que no es limpio el que limpia, sino el que no ensucia; pero ¿qué pasa con esos objetos que parecieran ensuciarse solos? En los hogares, las cosas se desgastan debido al uso continuo; y, si no se les hace una limpieza con cierta frecuencia, pueden terminar por convertirse en importantes focos de infección. Decidimos, entonces, hacer una lista con 15 elementos del hogar cuya higiene es fundamental.
Es normal que cuando visitamos una casa ajena les prestemos atención a los detalles; y, si algo no nos gusta, lo notamos enseguida. De la misma manera, buscamos dar una buena impresión y “pulimos” nuestro hogar lo más que se pueda cuando alguien está por llegar. Sin embargo, no a todo el mundo le preocupa preparar la casa antes estas situaciones. Para los que sí están interesados, los siguientes consejos son dignos de tener en cuenta.
La belleza es mucho más que un rostro con ciertas facciones o una figura con determinadas medidas. Hoy sabemos que puede venir en todas las formas, colores y tallas; sin embargo, durante muchos años nos han hecho creer que existen algunos moldes en los que deberíamos encajar. Afortunadamente, estos mitos sobre el atractivo femenino van quedando en el olvido y cada vez más mujeres se sienten seguras y hermosas en su propia piel.
Hay ciertas costumbres ancestrales que hoy en día nos parecen extrañas o ridículas. Algunas de estas prácticas, a pesar de ser perjudiciales para la salud, estaban muy generalizadas. Por lo tanto, si tenemos en cuenta lo incómodo y poco práctico que era vivir hace apenas un par de siglos o menos, solo podemos agradecer el hecho de haber nacido en esta época.
Ir al baño de cualquier lugar, ya sea público o privado, puede ser toda una experiencia. Hay personas que se toman una gran libertad a la hora de la decoración con tal de hacer el espacio más llamativo y vistoso. Otros se encontraron con una aventura no tan agradable, lo cual, dada la importancia de la higiene y el cuidado personal en el baño, puede hacer que la anécdota no sea precisamente placentera de contar.
Muchas veces, subestimamos lo importante que es un sueño reparador para levantarnos con energía al día siguiente. Y hasta podemos llegar a no ser conscientes de los errores que nos han impedido descansar pacíficamente durante años, ya que podemos verlos como algo que forma parte de nuestra rutina. Por eso mismo, no los cuestionamos ni cambiamos.
Aunque nos acompaña a diario y a lo largo de toda nuestra vida, la ropa interior no es precisamente la que más cuidamos, si la comparamos con el resto de prendas en nuestro clóset. El hecho de que no siempre esté a la vista no significa que no necesite cuidados especiales a la hora de lavarla. Por eso es importante identificar las acciones con las que posiblemente estamos desgastándola más de lo debido, para que lo que usamos por dentro nos dé tanta seguridad como lo que lucimos por fuera.
La civilización azteca fue de las más grandes y poderosas de América. Lejos de ser un pequeño grupo étnico, levantaron un gran imperio, lleno de magníficos monumentos, que era administrado de forma eficaz a través de un complejo sistema de gobierno con una estructura muy similar a la que muchos países tienen hoy día. Sin lugar a dudas, los mexicas estaban muy avanzados a su tiempo, en algunos campos, incluso mucho más que los europeos de aquel entonces.
Tal vez conocemos ciertas indicaciones del afeitado gracias a nuestra amiga, madre, abuela o hasta por Internet. Sin embargo, la realidad es que, así como no todo lo que brilla es oro, no todo lo que oímos sobre este procedimiento es cierto. Muchas contamos con una rutina de afeitado definida, pero quizá este sea el momento justo para cambiar algunas cosas.
El acné, en realidad, puede determinar qué es lo que le ocurre a tu cuerpo y qué problemas de salud puedes tener. Pero en la mayoría de los casos, todo se debe a cuestiones de estilo de vida muy sencillas que pueden cambiarse fácilmente y de inmediato. Lo que hay que hacer es averiguar qué fue lo que desencadenó un nuevo granito y qué podemos hacer hoy mismo para evitar que se produzca en el futuro.
Nuestras decisiones, así como el estilo de vida que tenemos, tienen un impacto en el planeta. Este puede ser negativo, o ser un respiro que colabore con el cuidado del medioambiente. Nuestras acciones tienen la capacidad de ser ese granito que sume, y un modo de hacerlo es reciclando en casa, para así reducir nuestros desechos.
Al cuidarnos la cara, normalmente prestamos atención a cada parte: piel, pestañas, cejas. Tal vez no lo sabías, pero estas últimas requieren de un cuidado especial si queremos mantenerlas fuertes, bellas y saludables.
Antes de llegar a nuestra cartera, el dinero que utilizamos pasa por tantas manos y lugares que es imposible imaginar la cantidad de gérmenes y bacterias que puede traer consigo. Algunos estudios han demostrado que las monedas, billetes e incluso tarjetas de crédito pueden estar excesivamente sucios, pero difícilmente tenemos en cuenta la importancia de desinfectarlos.
Por mucho tiempo recordamos las icónicas imágenes de las películas. Además, cuando un personaje histórico es presentado en pantalla, el espectador se queda convencido de que este realmente se veía así en la vida real. Por ejemplo, gracias a la industria cinematográfica, muchos estamos convencidos de que los vikingos eran unos verdaderos bárbaros que andaban sucios y se hacían trenzas inimaginables.
El papel higiénico parece ser lo último en higiene. Pero, de hecho, en muchos países asiáticos la gente ni siquiera lo tiene en sus baños. Cuando se trata de papel higiénico, la mayoría de nosotros queremos el rollo más suave con el aroma más agradable posible, pero lo más probable es que ni siquiera pensemos que esa podría no ser la forma más saludable de mantenernos limpios.
Lo admitamos o no, los brasieres no se lavan tanto como los calzones. Y suele ser la “prueba de olfateo” la que decide si un bra va a la cesta o se vuelve a poner. Pero resulta que las mujeres podrían no estar lavando los brasieres tanto como deberían, y esto podría causar problemas.
La añoranza por el pasado es un tema recurrente en nuestras vidas. Las modas regresan después de unos años y logran la misma efectividad que antes porque inconscientemente las relacionamos con tiempos mejores. Sin embargo, hay una línea muy delgada entre la decoración vintage y la anticuada, que lo único que hace es que nuestras casas se vean antiguas y de otra época.
Incluso en nuestros tiempos, cuando los estantes de las tiendas están llenos de todo tipo de productos cosméticos y se pueden encontrar salones de belleza en casi cualquier calle, el cuidado personal no es fácil. ¿Qué podemos decir de los siglos pasados? Sin embargo, en todo momento, las mujeres y los hombres apreciaron el atractivo exterior y trataron de lucir lo mejor posible, cosa que costaba mucho esfuerzo. Y los ingredientes que utilizaban pueden dejar a una persona moderna en estado de estupor.
