En el pasado, solíamos medir nuestra inteligencia con base en nuestro cociente intelectual (CI, o IQ, por sus siglas en inglés), entendido como la capacidad que tenemos para aplicar nuestro razonamiento lógico y resolver problemas. En un principio, un CI alto era el camino directo al éxito. Sin embargo, otro factor vino a quitarle protagonismo: la inteligencia emocional (EQ); es decir, la capacidad de alguien de comprender y aplicar el poder de las emociones para ser más productivo. Pero ¿cómo se puede saber si tenemos una inteligencia emocional alta?
Si, de por sí, el mundo físico y tangible puede resultar tremendamente complejo, el mundo emocional —de los sentimientos que no se pueden tocar— puede resultar impracticable si no estamos listos para hacerle frente. Un mundo cuyo control es realmente difícil para los adultos —con su bagaje, experiencia y conocimientos— puede resultar aún más complicado para los más pequeños si no conocen la manera de canalizarlo e identificarlo a tiempo.
El interés universal por la inteligencia emocional, o Emotional quotient (EQ), surgió hace unos 20 años, cuando el psicólogo Daniel Goleman publicó un libro en el que describía su importancia. Hoy en día, muchos científicos confirman que este indicador juega un papel más importante en el éxito y el bienestar general de una personas que el coeficiente intelectual. Es mejor y más fácil desarrollar la inteligencia emocional durante la infancia, además, en esta tarea, los padres pueden ayudar bastante a sus hijos.
La capacidad de mezclar inteligencia, lógica y emociones se llama inteligencia emocional, ¡y es nuestra especialidad! La inteligencia artificial puede lograr mucho, pero todavía está muy lejos de competir con los humanos cuando se trata de soltar un comentario fuera de lugar y estar convencido de que es el argumento más sensato.
La creatividad es definitivamente una señal de que eres inteligente, porque para hacer algo nuevo por tu cuenta debes pensar fuera de la caja. Las personas creativas confían más en el lado derecho del cerebro, que es más intuitivo y visual, conectado a las artes, a soñar despierto, a la imaginación. Entonces, si te gusta crear cosas nuevas, ¡definitivamente eres una persona inteligente! La creatividad es el resultado de la genética, algo en lo que naturalmente tienes el potencial y la experiencia. Todos tenemos cierto potencial para ser creativos en algo, pero necesitamos desarrollarlo.Te gusta hablar contigo mismo cuando lavas los platos, te duchas, andas en bicicleta o haces cualquier cosa en la que tu mente divague un poco. Cuando te hablas en voz alta a ti mismo, mejoras tu autocontrol. Eres curioso y te encanta explorar el mundo que te rodea. No se trata solo de adquirir habilidades al azar, sino de un verdadero deseo de aprender más sobre el mundo que te rodea y estar abierto a nuevas ideas, lo que juega un papel importante en el crecimiento cognitivo. Incluso hay algo llamado “cociente de curiosidad”, que describe la capacidad de aprender cosas nuevas sobre el mundo y darles sentido.Eres desordenado. ¡Vaya, entonces debes ser un genio! Los psicólogos investigaron a dos grupos de personas y les pidieron que pensaran en formas creativas de usar pelotas de ping-pong. El primer grupo tuvo que pensar en ello en un entorno desordenado, mientras que el segundo se colocó en un entorno ordenado. El primer grupo hizo una lluvia de ideas mejor y presentó ideas sobresalientes. Eso también incluye escritura desordenada. Cuando otros apenas pueden leer lo que escribiste, significa que probablemente eres la persona que hace todo de manera rápida y eficiente, y que es muy creativa. Un par de puntos de coeficiente intelectual adicionales van a un escritorio desordenado, pero igual es mejor ordenarlo de vez en cuando.
Ser madre es una tarea exigente y desafiante en la vida de una mujer; desde el momento en que se convierte en madre, su enfoque se desvía hacia el cuidado y el bienestar de sus hijos. Sin embargo, muchas veces, las mamás se sienten presionadas para hacer todo por ellos, incluso si eso significa renunciar a sus propias necesidades y deseos.
Además del hogar, el trabajo es el lugar donde pasamos más tiempo, así que es importante sentirnos a gusto y en un ambiente armonioso. Una de las claves para lograrlo es tener un jefe justo y positivo que inspire a todo el equipo. Sin embargo, existen muchos tipos de liderazgo y, en ocasiones, nos puede tocar algún superior complicado que parece empeñado en hacerles la vida imposible a los demás.
Quienes ya somos padres entendemos que educar a nuestros hijos es una misión sumamente complicada. No es tan sencillo como creíamos; a veces surgen cosas que antes no habíamos considerado, y debemos atenderlas y procesarlas con toda nuestra capacidad mental y emocional. Pero es importante saber que todo lo que hagamos como guías fortalecerá o dañará el desarrollo de los niños.
Ser padres se trata, en resumen, de usar el sentido común y tener disciplina y paciencia, mucha paciencia. Hay muchos momentos, como los que vamos a analizar hoy, en los cuales los padres somos puestos a prueba, teniendo que elegir entre escuchar la opinión de los demás y la sabiduría popular o respetar las decisiones de nuestros hijos. En frío, tomar una decisión puede no ser tan difícil, pero in situ, con las miradas puestas en nosotros y nuestros niños, la cosa puede cambiar.
Inevitablemente, todo ser humano pasa por momentos de vergüenza que suelen parecer una eternidad cuando se sufren. Muchos adultos pueden sobrellevarlos con facilidad, pero para un niño que no comprende aún su entorno y no sabe cómo comunicar esa incomodidad que ocasiona la vergüenza, esto puede resultar en problemas de ansiedad. Los padres suelen ser vistos por sus hijos como guías en la vida, por lo que lograr una buena relación con ellos puede ser de gran ayuda para brindarles herramientas y que logren superar momentos de vergüenza a través del apoyo y la educación emocional.
Por lo menos una vez en la vida, todas las personas han pensado que tienen un alto nivel intelectual. A veces, una idea inesperada o una conjetura brillante nos da una sensación agradable, ya que da un gusto sospechar en nosotros destellos de Einstein u otra personalidad inteligente.
Hábitos que se consideran malos —como morderse las uñas, quejarse mucho con el debido respeto y mascar chicle— son en realidad señales de que eres más inteligente que la mayoría de las personas. Por supuesto, no existe un solo tipo de inteligencia, ya que las inteligencias social y emocional también son importantes. Aparentemente, existen rasgos que las personas muy inteligentes comparten y que las distinguen del resto, haciéndolas brillar con esplendor.
A todos nosotros nos pueden suceder fracasos, por eso es importante tratar este tipo de situaciones con un toque de humor. Saber reírte de ti mismo puede considerarse un signo de alta inteligencia emocional. Esta habilidad es fundamental para lograr el éxito en diversos ámbitos.
Una mente privilegiada no conoce de estratos sociales. Por eso solemos escuchar historias de gente muy capaz que, por falta de dinero y educación, no pudo salir adelante. Algunos de ellos podrían haber pensado que no eran lo suficientemente inteligentes para prosperar, que su falta de rapidez matemática o su analfabetismo eran evidencias de ineptitud, y estarían equivocados. Prueba de ello son los testimonios de un hilo en internet, donde los usuarios describieron a una persona extremadamente inteligente que no sabía que lo era o por quien nadie quería apostar.
La capacidad de integrar la mente, la lógica y las emociones se considera comúnmente inteligencia emocional. Y es nuestro rasgo distintivo. Incluso Stephen Hawking dijo que la tarea principal y más difícil de los robots modernos es adaptarse a la lógica humana de tal manera que fuera imposible reconocerlos. Y si bien la inteligencia artificial es capaz de imitar el curso del pensamiento humano, de momento no es capaz de responder o de hacer algo inapropiado y, al mismo tiempo, estar segura de que así es mejor y más lógico.
Hecho científicamente comprobado: las personas a las que a veces les gusta insertar una palabra fuerte en su discurso son más inteligentes que otras. Lo mismo ocurre con los amantes de los gatos: los dueños de los peludos han demostrado un nivel envidiable de desarrollo mental. Pero hay muchos otros signos inesperados e incluso extraños que indican un alto nivel de inteligencia.
Sylvanian Families es una serie de juguetes que surgió en Japón en el 1985 y, dos años después, se mudó al Reino Unido. Rápidamente, sus personajes se convirtieron en un ícono de la diversión en los años 80 y, gracias a la popularidad que han ganado con el paso del tiempo, actualmente se venden en más de 50 países de todo el mundo, permitiendo que los niños tengan la oportunidad de crear sus propias historias, aprendiendo sobre las relaciones y desarrollando algunas habilidades sociales, así como su inteligencia emocional.
En la mayoría de los casos, la toxicidad, el engaño, la dependencia, la traición y la falta de comunicación en una pareja conducen a la ruptura de la relación. Pero, a veces, las razones de la futura separación no son obvias, y a nosotros nos apasiona identificarlas. Una persona puede no tener malos hábitos, estar completamente sana mental y externamente, pero la relación se terminará después del primer desacuerdo grave.
Seguramente, al menos una vez en tu vida, debes haberte preguntado por qué los niños con cualidades iniciales similares se desarrollan de manera diferente. ¿Por qué algunos de ellos tienen éxito en muchas áreas de la vida y otros no? La inteligencia emocional es lo que les aporta fuerza a nuestros hijos. No se hereda, pero cada padre puede desarrollarla en su niño.
Si crees que sabes mucho sobre vacas, piénsalo de nuevo. Hay muchos datos divertidos acerca de estos animales de granja. Tienen una visión panorámica de casi 360 grados, están embarazadas por 9 meses, como los humanos, y además pasan 8 horas al día comiendo, 8 horas masticando y otras 8 horas durmiendo. Pero lo más importante es los estudios han demostrado que estos animales tienen “inteligencia emocional” al igual que nuestros amigos peludos favoritos a quienes hemos dejado entrar en nuestros hogares diariamente.
Puedes llegar a creer que las emociones surgirán de manera natural en tus hijos conforme vayan sumando experiencias en su vida; sin embargo, no sucede de esta manera. La inteligencia emocional en los niños se va desarrollando cuando ellos aprenden a controlar lo que sienten, y el mayor aprendizaje lo adquieren en casa. Como padre, debes asumir un papel en la educación de tu hijo para cambiar sus emociones negativas, mientras lo acompañas y le muestras cómo puede transformar esos sentimientos en algo favorable.
¿Alguna vez has pensado por qué las mujeres a menudo se sienten atraídas por los “chicos malos”? A pesar de que en este caso el desenlace es obvio, las chicas deciden empezar esta relación. Resulta que para esto hay una explicación científica: los hombres de este tipo son percibidos como más seguros de sí mismos y dispuestos a asumir riesgos. ¿No estás de acuerdo? Lee nuestro artículo y descubrirás 10 hechos inesperados sobre la naturaleza humana.
La inteligencia emocional de las mujeres está desarrollada mejor que la de los hombres. Los hombres a menudo tienen dificultades para distinguir las emociones de las mujeres, y si lo logran hacer, no les resulta fácil lidiar con ellas. Pero la mayoría de los hombres no puede hablar francamente sobre lo que les gustaría cambiar en una relación porque no quieren ofender a sus compañeras o temen no ser comprendidos.
Pip Wilson es un psicólogo británico y autor de más de 50 libros, él es experto en el campo de la formación práctica y el desarrollo de la inteligencia emocional. A principios de la década de 1980, junto al ilustrador Ian Long, comenzó a crear las herramientas psicoterapéuticas Blob Tree con pequeños personajes divertidos desarrollando el papel principal. Los blobs no tienen sexo, edad, ni nacionalidad, hablan el lenguaje del cuerpo y expresan diferentes emociones y, por lo tanto, con su ayuda, resulta bastante fácil aprender acerca del mundo interior de cada uno.
En la era de la nueva revolución industrial, la actitud de los empleadores hacia los trabajadores cambia. En un estudio llamado "El futuro de las ocupaciones" (“The Future of Jobs and Skills”), 350 expertos líderes compartieron sus pronósticos de que para el 2020, las habilidades sociales serán más demandadas que las de carácter técnico. Una de las cualidades más importantes para los autores de la investigación se llama inteligencia emocional: la capacidad de comprender sus propios sentimientos y los de los demás, y la habilidad de trabajar con ellos. Descubrimos qué otras cualidades necesitas desarrollar para obtener el trabajo de tus sueños, y hemos preparado para ti un pequeño bonus al final del artículo.
"Logré alcanzar tanto éxito financiero porque mi objetivo nunca, ni por un minuto, fue el dinero", dijo una vez Oprah Winfrey, y la mayoría de los multimillonarios hacen eco de sus palabras. Hoy, las personas exitosas no solo quieren ganar dinero: Mark Zuckerberg quiere cambiar el mundo, Elon Musk, construir una metrópolis en Marte.
En su libro "El jardín de infantes es demasiado tarde", el ya famoso entre las madres, Masaru Ibuka dice que antes de los 3 años el niño aprende cosas que a otra edad le llevarían mucho tiempo y energía. Caminar, patinar, nadar: tu hijo puede aprender todo esto al mismo tiempo, si lo ayudas en vez de protegerlo. Genial.guru te presenta los 10 miedos parentales irracionales que impiden que tus hijos se conviertan en genios.