10 Acciones que podrían afectar el desarrollo emocional de los niños y que se pueden mejorar en el día a día

Psicología
hace 2 años

Quienes ya somos padres entendemos que educar a nuestros hijos es una misión sumamente complicada. No es tan sencillo como creíamos; a veces surgen cosas que antes no habíamos considerado, y debemos atenderlas y procesarlas con toda nuestra capacidad mental y emocional. Pero es importante saber que todo lo que hagamos como guías fortalecerá o dañará el desarrollo de los niños.

Es por eso por lo que en Genial.guru te compartimos 10 consejos de crianza que puedes poner en práctica para educar a tus hijos sin consecuencias emocionales.

1. El castigo físico no es una opción

Tal vez antes parecía una buena idea castigar a los niños físicamente, pero como sociedad nos hemos dado cuenta de que no lo es. Diversas investigaciones han demostrado que el uso de castigos físicos con el objetivo de disciplinar a los niños es, en realidad, contraproducente. Puede derivar en agresividad cuando crezcan, o hasta causar daños a nivel cerebral.

No es útil para enseñar responsabilidad, autocontrol o la diferencia entre el bien y el mal. De hecho, puede ser muy confuso para ellos que personas que dicen amarlos sean las mismas que los lastiman. Existen otros métodos, como la comunicación asertiva o el establecimiento de límites sanos, los cuales pueden ser más eficaces a la hora de educar a nuestros hijos.

2. Adiós a los estereotipos de género

Existen muchas formas en que los estereotipos de género se manifiestan: el color que los pequeños deben usar, según sean niñas o niños; los juguetes con los que deben jugar, y hasta cuáles son las tareas que les corresponde realizar. Pero esto resulta cada vez más anticuado.

Una de las formas que adopta esta creencia es la de prestar menos atención al dolor de las niñas que de los niños, pues se cree que ellos son estoicos, mientras que ellas son más emotivas. Sin embargo, es importante que vayamos renunciando a estas creencias cada vez más, pues tanto niñas como niños valen lo mismo, y su capacidad o valor no depende de su género.

3. Podemos provocar o ayudar a la ansiedad de los niños

Sabemos que, como padres, queremos lo mejor para nuestros hijos. Pero no siempre lo que creemos que es lo mejor realmente lo es. Tal vez, sin saberlo, les estamos haciendo más daño que bien, por ejemplo, cuando los sobreprotegemos. Quizá convenga que, como padres, entendamos que nuestras acciones pueden aliviar o agravar la ansiedad de nuestros hijos, en especial si tenemos niños nerviosos e inquietos.

Ser demasiado complacientes o protegerlos mucho puede ser contraproducente. En cambio, confiar en ellos y ayudarlos a ser independientes puede reducir sus niveles de ansiedad. Podemos, por ejemplo, hablar de cómo se sienten y validar sus emociones, sin querer salvarlos todo el tiempo.

4. Hablar con nuestros hijos desarrolla sus habilidades lingüísticas

Cada vez gana mayor aceptación y popularidad la comunicación entre padres e hijos. Lo que antes resultaba algo extraño, ahora es más común. ¡Esto es una buena noticia! La comunicación trae consigo muchos beneficios: no solo fomenta la confianza, además promueve la capacidad de mejorar las habilidades lingüísticas de nuestros hijos.

Se ha demostrado que cuantas más conversaciones e interacciones tengan los niños, así como actividades de lectura, juegos o cantos en la familia, más palabras aprenderán. No se trata de cuántas nos escuchen decir, sino de cómo nos comunicamos con ellos, y en una era donde la comunicación es importante, sin duda, querrás hablar más con tus hijos, jugar y cantar con ellos.

5. Esconder las emociones negativas no es una buena idea

Aunque se suele pensar que es mejor alejar a nuestros hijos de las emociones negativas para evitarles pasar un mal rato, esto quizá no sea tan buena idea como parece. Puede ser una señal muy confusa para nuestros pequeños. Después de todo, las emociones negativas, como la tristeza o el enojo, son parte de la naturaleza humana.

Esconderlas sería negarlas, y esto no es bueno para la inteligencia emocional de nuestros hijos, pues conviene que entiendan que sentirlas es perfectamente normal. Es mejor que comprendan que estar tristes o frustrados forma parte de la propia vida, y que no es malo que se sientan así. Es mucho mejor hablar de ello que esconderlo.

6. La música es buena para nuestros hijos

Es muy sabido que la música proporciona enormes beneficios para todos los que la escuchan, pero quizá sea más benéfica de lo que imaginas. Se ha comprobado que los padres que escuchan música junto a sus hijos demuestran tener mejores relaciones con ellos al llegar a la edad adulta.

Pero esto no es todo. Entre otros beneficios, ayuda a combatir el estrés, disminuir la ansiedad y mejorar el aprendizaje y la concentración, así como a mejorar el estado de ánimo de nuestros hijos. Quizá sea momento de ponernos a escuchar música con ellos.

7. Mejor libros impresos que electrónicos

Como ya hemos mencionado, actividades como el canto o la lectura mejoran las habilidades lingüísticas y comunicativas de nuestros hijos, y es bueno fomentarlas. Pero aunque no lo creas, existen diferencias entre leer un libro impreso que en formato electrónico.

Un estudio de la Universidad de Míchigan sugiere que cuando se trata de un libro físico, la lectura se vuelve más amena, ya que los niños interactúan y hablan más con uno en este formato que con una pantalla. ¿Recuerdas la emoción de pasar página o contemplar alguna ilustración? ¡No hay que perder eso!

8. Deja el teléfono de lado cuando estés con tus hijos

Dado que vivimos en una era tecnológica, sabemos que el móvil se ha vuelto una herramienta importante en nuestras vidas, ya sea para responder alguna reunión urgente, atender correos del trabajo, o simplemente textear algún mensaje. Pero querrás pensártelo dos veces cuando comprendas que no es una buena idea atender el teléfono cuando estés con tus hijos.

Cada vez existen más investigaciones que demuestran que cuando los padres atienden el teléfono en vez de prestar atención a sus familias, los hijos tienden a desarrollar hiperactividad o mal carácter.

9. Deja que tus hijos aprendan de sus errores

Al igual que con las emociones negativas, es bueno enseñar a nuestros hijos que los fracasos y los errores forman parte de la vida, y que las cosas no siempre salen como esperamos o queremos. Sabemos que tenemos un impulso por cuidar a nuestros niños y ayudarlos hasta extremos que no son sanos.

Es mejor que comprendan que los fracasos también son humanos y forman parte de la vida. En vez de intentar resolverles todo, conviene dejarlos que se equivoquen de vez en cuando. Esto, además, los ayudará a ser más humildes y comprensivos con otros seres humanos.

10. Enséñales a tus hijos a no ser crueles

Cuando hay niños presentes, siempre es importante controlar también la conducta propia. No solo es el tono con el que les hablas, son también tus acciones. Habrá situaciones en las que necesitarás usar disciplina, sí, pero siempre positiva y en calma. Procura hablarles y explicarles con el ejemplo, y enséñales a respetar a todo ser vivo, incluso al más pequeño.

¿Qué otras cosas imprescindibles crees que los padres deben hacer a la hora de educar niños?

Imagen de portada Emojipedia, Emojipedia

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