Una buza intrépida y audaz se sumergió en las profundidades del océano en busca de aventuras. En una de sus expediciones submarinas, esta exploradora se encuentra con un objeto misterioso, algo fuera de lo común, oculto en el fondo marino. A medida que la historia se desenvuelve, revela un enigma sin precedentes que abarca casi un siglo que motivó a esta exploradora marina a dejar el traje de buzo para adentrarse en la búsqueda de los verdaderos dueños del objeto encontrado.
Muchas veces, buscamos superarnos y crecer profesionalmente apoyándonos en los estudios, ya sea una maestría, un curso de extensión o hasta un doctorado. No obstante, aunque parezca que el hecho de ser un experto en determinado tema te hace inteligente, esto no siempre es así. Al final, puede haber una persona que no haya tenido la oportunidad de ir a una universidad, pero con habilidades únicas, mientras que existen otras con varios doctorados que no podrían sobrevivir solas.
No sé para ustedes, pero las aplicaciones meteorológicas siempre han sido un poco confusas para mí. Afortunadamente, algunas personas han investigado este tema y han compartido sus hallazgos en Internet. Resulta que el porcentaje de lluvia que ves en tu aplicación en realidad no predice las posibilidades de lluvia. De hecho, representa el porcentaje del área donde seguramente lloverá. Entonces, por ejemplo, si hay un 30 % de posibilidades, significa que el 30 % del territorio tendrá lluvia. Sin embargo, no todas las aplicaciones usan la misma fórmula para hacer estos cálculos. Algunas utilizan otra fórmula que tiene en cuenta tanto el porcentaje de confianza de que lloverá como el porcentaje del área en donde lloverá. Por ejemplo, si hay un 50 % de probabilidad de lluvia en el 80 % del área dada, la probabilidad de lluvia será del 40 %.
Te levantas en tu casa y sacas un paraguas. ¡Es sábado y es hora de limpiar! Alcanzas el botón mágico, y los platos, los muebles, las paredes, el suelo y hasta tu ropa en el armario quedan relucientes. Tienes el resto del día para ti y te tumbas en el sofá libre de polvo con tu libro favorito. Este escenario de ciencia ficción fue la realidad cotidiana de Frances Gabe durante décadas. Ella no limpiaba su casa en lo absoluto. No contrató a nadie para hacerlo. Sin embargo, se mantuvo perfectamente limpia.Frances nació en 1915 en Idaho. Su padre, Frederick, era arquitecto y constructor. La familia tenía que mudarse mucho por su trabajo, y Frances asistió a 18 escuelas primarias. Decía que había nacido “como una persona poco común” y que “todo transcurría demasiado lento” para ella en la escuela. La niña prefería la compañía de su padre y sus compañeros de trabajo. Los observaba y aprendía su oficio. Frances se graduó en la Preparatoria Politécnica de Niñas de Portland a los 16 años. Al año siguiente, se casó.A finales de los 70, estaba divorciada y era madre soltera de dos niños. Siempre pensó en las tareas domésticas como un “trabajo ingrato e interminable”. Un día, notó mermelada de higos deslizándose hacia abajo por su pared. Frances se enfadó tanto que decidió poner fin a todo esto de forma definitiva. Trajo la manguera de jardín, se deshizo de la mermelada y empezó a diseñar su propia casa autolavable.
Para mucha gente, la visita de un invitado va asociada con una limpieza general. Trapeamos los pisos, limpiamos las ventanas y los espejos, nos deshacemos del polvo y hacemos que la casa luzca perfecta. Pero algunas pequeñas cosas de nuestro hogar causan mayor impresión a los invitados que el desorden y los restos de telarañas en el techo.
Cierra los ojos, respira profundamente y piensa en tu manta. Sí, la que te cubre suavemente cada noche. Seamos sinceros, ¿con qué frecuencia la lavas? ¿Cada par de meses? ¿Tal vez años? Al igual que tus sábanas, la manta absorbe ácaros, suciedad y partículas de la piel. Así que, si la usas a diario, tiene sentido lavarla semanalmente junto con todas sus sábanas. Este sencillo consejo te hará sentir que duermes en una cama de malvavisco cada noche. ¡Y puede que incluso mejore la calidad de tu sueño! Cuando se trata de planchar las sábanas, la gente tiene diferentes opiniones. Algunos creen que es necesario, porque las altas temperaturas ayudan a desinfectar el tejido y a eliminar los gérmenes, lo cual es cierto. Otros prefieren las sábanas arrugadas porque pueden absorber más humedad y ahorrarte un montón de tiempo.
Pasamos muchas horas de nuestras vidas en el colchón, pero parece que olvidamos la importancia de mantenerlo limpio. La realidad es que con el uso, este comienza a ensuciarse, y muy pocos lo toman en cuenta. No tenemos presente que en el lugar donde dormimos todas las noches se acumulan bacterias, polvo y ácaros. Luego, uno se pregunta por qué le pica el cuerpo o le salen ronchitas. Y no solo se debe de lavar por higiene, ya que otro beneficio de esto es que puedes hacer que el colchón te dure más tiempo.
Entonces, ¿cómo te sientes en los baños públicos? ¿Con miedo? Pensé que sí. Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué las puertas rara vez llegan hasta el suelo? Bueno, resulta que no hay una, sino varias razones totalmente válidas para eso. Algunas de ellas son obvias, mientras que otras resultan ser inesperadas. ¿Listo para empezar? ¡Aquí vamos! Si una persona pierde el conocimiento o tiene alguna otra afección médica urgente en un lugar completamente cerrado, podrían pasar horas hasta que alguien lo note. Y como sabes, hay emergencias en las que cada minuto cuenta.
Salir a comer afuera debería ser algo agradable y relajante, pero a veces las cosas no salen como uno espera. Desde una mala comida hasta un servicio deficiente, hay muchas maneras en las que un restaurante puede decepcionar a sus clientes. En este artículo, compartimos contigo algunas anécdotas de comensales un poco desafortunados que desearon no haber pisado ese lugar nunca.
Todos cometemos errores, y eso se ve en la forma en que usamos los objetos cotidianos en nuestra vida diaria. Desde dejar vacío un congelador hasta cargar la batería en la noche, es necesario saber cuáles son sus verdaderas funciones para sacarles el máximo provecho y, de paso, evitar algún que otro inconveniente que nos meta en más de un lío.
Dicen que, cuando una persona se casa, también lo hace con la familia de su pareja. Lo que seguramente no se espera nadie cuando escoge un acompañante de vida es que detrás venga también su mamá, con toda la artillería lista para hacer que sus nueras o yernos recorran un camino de espinas.
La limpieza es una actividad que tiene amantes y detractores, como casi todo en esta vida. Para algunos, pasar el trapo por el piso, lavar los platos y barrer es una verdadera terapia que los conecta consigo mismos y hasta los pone de buen humor. Sin embargo, también están los que ven una escoba y quieren salir corriendo. De ellos precisamente trata este artículo, de un conjunto de seres humanos cuya relación con el agua y el jabón es un poquito extraña.
Dicen que no es limpio el que limpia, sino el que no ensucia; pero ¿qué pasa con esos objetos que parecieran ensuciarse solos? En los hogares, las cosas se desgastan debido al uso continuo; y, si no se les hace una limpieza con cierta frecuencia, pueden terminar por convertirse en importantes focos de infección. Decidimos, entonces, hacer una lista con 15 elementos del hogar cuya higiene es fundamental.
¿Cuántas veces quisiéramos tener una varita mágica que ponga la casa en orden y deje la vajilla como nueva? Lamentablemente, eso solo ocurre en las películas o en nuestra imaginación; pero para nuestra fortuna, algunos internautas han compartido sus secretos para mantener el hogar como una tacita de té y con muy poco esfuerzo.
Muchas madres se olvidan de sí mismas después de dar a luz y dedican su vida al cuidado del bebé y del hogar. La sociedad suele aprobar estos actos de altruismo por parte de las mujeres, pensando que no hay nada de especial en ese comportamiento. Al cabo de unos meses, un baño de inmersión se convierte en un día de fiesta, y un viaje en coche para comprar pañales sin el bebé equivale a unas vacaciones. Pero la verdad es que, de vez en cuando, ellas necesitan unas auténticas vacaciones; de lo contrario, el agotamiento es inevitable. Lo he experimentado de primera mano.
Se dice que solo hay una oportunidad de causar una buena primera impresión a los demás, y eso se aplica tanto para las personas como para los hogares. Y el vestíbulo suele ser la parte de la casa a través de la cual los visitantes se crean esa primera impresión del lugar. Al fin y al cabo, es donde tienen su primer contacto con él. Sin embargo, no basta con que sea bonito y elegante, hay algunos detalles que no son tan obvios a primera vista y pueden acabar arruinando este espacio.
Los trabajos informales existen desde siempre y se están volviendo cada vez más comunes en todo el mundo. ¿Por qué será? Tal vez, las personas ya están cansadas de ser mandadas por sus jefes y, hoy en día, pueden escoger con quién trabajar. Tal es el caso de algunas empleadas domésticas por hora. De todas maneras, es casi imposible no cruzarse con gente desvergonzada, más aún en este rubro. Por suerte, con algo de ingenio, a veces es posible librarse de las situaciones incómodas. Se engaña quien piensa que es fácil lidiar con los seres humanos inconvenientes, aunque sea tu propio jefe. A veces, la limpieza a fondo es lo menos trabajoso del asunto.
Uno de los problemas que tenemos los padres es hacer que los hijos participen en las labores de la casa. Desde hace varios años los expertos han señalado que los niños que tienen responsabilidades en su hogar se convierten en adultos más responsables. Por eso debemos motivar a los niños a ser más participativos en el hogar, para ayudarles en su futuro.
Lo primero que hacemos cada día es ir al cuarto de baño. Pero hay todo tipo de baños. En unos te da ganas de quedarte un tiempo más, en otros quieres apresurarte e irte. Todo depende de la ambientación y la limpieza que ves a tu alrededor.
La falta de información sobre cualquier tema puede dar lugar a deducciones erróneas o confusiones. Con el tiempo, estas afirmaciones se convierten en rumores que propagan creencias no siempre ciertas. El mundo de la belleza no es una excepción; desde hace generaciones, la sabiduría popular ha dicho mucho al respecto. Todos hemos oído alguna vez eso de que “Si te arrancas una cana, te saldrán siete”, o, como decían las abuelitas, “Hay que cepillarse el pelo 100 veces al día para tenerlo sano y brillante”.
Una de las mejores sensaciones es cuando compramos electrodomésticos para el hogar. Aunque al principio los tratamos con extremo cuidado y delicadeza, con el tiempo y el uso, esa dedicación va disminuyendo, y el dispositivo se convierte en uno más del montón. Cuando estos empiezan a fallar al poco tiempo de comprarlos, quizás nos molestamos porque tendremos que repararlos, pero muy pocas veces analizamos si les dimos el uso correcto.
Probablemente, muchos tengan historias sobre cómo consiguieron un nuevo trabajo. Es difícil olvidarse de una experiencia así: cuando todavía no sabes cómo funciona todo, no hay una sola cara familiar alrededor, y parece que las tareas caen sobre tu cabeza una tras otra. Sin embargo, ocurren momentos en los que un recién llegado en verdad obtiene mucho más trabajo del que se supone que debería recibir un empleado en período de prueba.
La limpieza es un tema que apasiona a muchas personas. Hay quienes no pueden ver una pequeña mancha sin sentir ansiedad acerca de ello y, por el otro lado, está la gente que puede dejar que las cosas acumulen suciedad. Aunque, hasta ellos tienen un límite, y cuando deciden limpiar, lo hacen de una manera que realmente genera un sentimiento de satisfacción.
A pesar de que solemos mantener nuestros hogares limpios y en orden, el paso del tiempo y otros factores, como las condiciones climáticas o la calidad del agua, pueden hacer que muchas cosas acumulen suciedad que no sale con la rutina cotidiana de limpieza y se acumula día tras día. El proceso es tan lento que a veces ni nos percatamos del estado de algún objeto o una parte de la casa, hasta que lo limpiamos y descubrimos la “sucia” realidad.
Hay ocasiones en que nos topamos con objetos que jamás habíamos visto antes, y no tenemos ni idea de qué son ni para qué sirven. Suele ocurrir cuando nos levantamos con ganas de hacer una buena limpieza en casa y realizamos estos inusitados hallazgos, o cuando pasamos por las tiendas de segunda mano y nos encontramos con artículos difíciles de identificar y sin manual de instrucciones. Además de que nos causan una gran curiosidad, tenemos que hacer un gran esfuerzo para entender cómo funcionan.
Todos nuestros mobiliarios tapizados, ya sean sofás, sillas, taburetes o cojines, requieren un mimo especial a la hora de limpiarlos. Pasamos gran parte de nuestro tiempo en ellos, y entre el uso diario, los juegos infantiles y algún que otro accidente imprevisto, es normal que se ensucien y requieran que les dediquemos un tiempo extra de limpieza de tanto en tanto. Lo más importante para tener en cuenta es que no todas las telas pueden limpiarse de la misma manera.
En el mundo no hay muchas personas que sientan emoción solo con pensar en la limpieza. Sin embargo, los resultados deslumbrantes de este rutinario trabajo pueden alegrar a cualquiera.
Es genial que los padres apoyen a sus hijos y los amen sin razón. Sin embargo, desafortunadamente a veces el amor de los padres es condicionado. Durante la infancia, tienes que “sacar solo buenas calificaciones” o ser “un buen niño y lava los platos”. Sin embargo, a medida que una persona crece, la lista de exigencias y quejas se hace más grande. Si tienes un trabajo creativo, incluso con un buen salario, entonces eres un flojo. Además, pueden criticar a tu cónyuge, tu ropa, tus aficiones... y la lista de reclamos continúa.
Sin duda, hay que limpiar para vivir y no vivir para limpiar. Pero, aunque tratemos de mantener nuestro entorno en perfectas condiciones, existen algunos rincones y objetos que no siempre tenemos en cuenta a la hora de hacer el aseo, los cuales hay que incluir ocasionalmente en nuestras rutinas de limpieza para evitar que la acumulación de bacterias repercuta en nuestra salud.
Mantener nuestro hogar impecable es una tarea ardua y de esfuerzo constante, a la que se le suma el hecho de que hay ciertos lugares de la casa más difíciles de mantener limpios que otros. El baño, por ejemplo, suele ser el sitio que la mayoría de los miembros de la familia evita limpiar, pero la verdad es que con la ayuda de ciertos trucos, puede convertirse en un punto agradable y perfumado al que ya nadie le tenga terror.
Muchos de nosotros solemos hacer, de vez en cuando, una limpieza general de las cosas que ya no usamos o que simplemente ya no nos son útiles. A su vez, existen dos tipos de personas: las que prefieren regalar dichas cosas a un familiar o conocido y las que deciden dejarlas en el contenedor de basura. Indistintamente de que algunas personas hayan arrojado cosas a la basura, podemos tener la certeza de que para otras personas, encontrarlas fue como descubrir un cofre del tesoro.
Frecuentemente, las cosas suelen ensuciarse o perder su aspecto durante el proceso de uso. Algunas personas se deshacen de inmediato de estos artículos, muebles o electrodomésticos, mientras que otros toman un trapo y productos de limpieza y hacen maravillas.
Si vamos de compras, podemos encontrar miles de productos dedicados a ciertos aspectos específicos para hacer limpieza en tu hogar, pero a veces no tenemos la posibilidad de guardarlos todos en nuestra casa o únicamente queremos salir de un apuro. Lo bueno es que existen maneras de eliminar manchas o hacer limpieza con productos que seguramente ya tenemos en nuestro hogar.
Hacer una buena limpieza cuenta como uno de los mayores placeres para los más perfeccionistas, y es que nada como esa sensación de que todo huela rico y se vea impecable. Si bien esto aplica para muchos objetos de la vida cotidiana, el efecto es aún más evidente y satisfactorio cuando se trata de artículos que llevan mucho tiempo en el abandono.
Cada día, una sola persona puede generar hasta 5 kilos de desechos y, si juntamos lo que todos en el planeta producimos, serían 2 mil millones de toneladas de residuos cada año. Sin embargo, no todo lo que se desecha es basura, ya que muchas de esas cosas pueden ser recicladas y otras, inclusive, volverse abono para plantas.
Cuidar el medio ambiente es algo que nos corresponde a todos, procurando que cada una de nuestras acciones no solo no afecte, sino que contribuya a tener una rutina más ecológica en nuestro día a día. Normalmente, tenemos en nuestro hogar objetos que, al dejar de funcionar, tiramos a la basura; pero muchas veces no sabemos el daño que le estamos haciendo a nuestro entorno al no conocer la mejor manera de desecharlos.