16 Personas cuya pasión por la limpieza fue más allá de lo razonable

Historias
hace 2 años

A menudo nos peleamos con nuestros seres queridos por unos calcetines tirados, una cama no tendida y cabello en el suelo. Al principio con nuestros padres, luego con nuestra pareja. Pero en realidad, todos tenemos una idea diferente de la limpieza. Para algunos, mientras la mugre no se pegue en los pies, está todo bien, mientras que otros ni siquiera pueden soportar ver una pequeña basura.

En Genial.guru encontramos en la red muchos ejemplos de cómo el amor hacia la limpieza y el orden condujo a situaciones raras o más allá de lo razonable.

1. “Mi novio dejó las sobras de papas, por eso le envié esto”

“¿Por qué?”.

2. Parece que un perro y la limpieza perfecta pueden ser compatibles

3. El horror de los amantes de los calcetines blancos

  • Tengo una amiga. Es muy comunicativa y divertida. Pero tiene un extraño amor por los calcetines blancos y, por supuesto, todos sus calcetines son blancos. Además, siempre se los quita en el pasillo cuando va a la casa de otras personas. Una vez le pregunté por qué lo hacía, ya que se podían lavar en caso de que una casa ajena no estuviera perfectamente limpia. Al final, resultó que si los calcetines se ensuciaban, entonces ella se veía obligada a blanquearlos durante muchas horas para que se vieran perfectamente blancos.

4. “Limpié una moneda y así quedó después de dejarla en ácido por una noche”

5. Cada uno tiene un enfoque diferente hacia la limpieza

  • Mi mamá es una fanática de la limpieza. Vivíamos en una casa, por eso la limpieza era algo frecuente. Desde pequeña recuerdo mi rutina diaria: lavar los platos en una palangana (no teníamos agua caliente), ordenar todo en la casa, limpiar las alfombras y el patio. Y así eran todos los días. Cuando después de las clases todos los niños jugaban en la calle, yo limpiaba el patio con una escoba. Y mi madre también tenía muchos objetos de cristal, que yo lavaba antes de cada día festivo. Todavía me da escalofríos recordar cómo limpiaba las lámparas con muchos diseños de cristal. Mamá siempre me repetía: “Aprende, cuando seas grande, serás una buena mujer”. Bueno, ya soy una chica adulta, pero tengo un robot aspirador y una señora de la limpieza. Y sí, eso es gozar de la vida. © Numida / Pikabu

6. El suelo de madera es bonito, pero tiene un par de desventajas

7. El secreto de una limpieza perfecta

  • Tenía una amiga que hacía esto en la casa. Te quitabas los zapatos en el pasillo, los guardabas en una bolsa y luego la metías en una caja. Dabas un paso ancho con un pie para no pisar el tapete, luego te quitabas el zapato del otro pie. Si pisabas el tapete, entonces te daban unos calcetines limpios. Su cuarto de baño tenía azulejos de colores negro y rojo y un inodoro negro. Si se veían gotas de agua después de tomar una ducha, era necesario limpiar las paredes. Después de lavarse las manos, ella secaba el lavabo y el grifo. © Nushik / Pikabu

8. “Ordené un poco mi cuarto de juegos”

9. ¿Con qué frecuencia trapeas el suelo?

  • Tuve una conversación con una peluquera en un salón de belleza. Se quejó de que estaba aburrida después del trabajo. Decía que apenas regresaba a casa, trapeaba el suelo y ya llegaba la hora de dormir. Le pregunté: “¿Trapeas el piso todos los días?”. Y me miró como si estuviera loca: “¡Por supuesto! ¿Y tú?”. Le dije que trapeaba solo una vez a la semana como mucho. Un mes después me fui a teñir el pelo y esta peluquera se me quedó mirando de forma tan rara que sentí que me quería atacar. Y luego me dijo, abrazándome: “¡Oh, gracias! ¡Tengo tanto tiempo ahora! No sabía que podía no trapear el suelo todos los días”.

10. ¿Quién desea tener un esposo aficionado a la limpieza?

  • Tuve una colega llamada Lupita. Su hermano compró un coche seminuevo. Lupita me contó: “Después de comprar el carro, mi hermano lo lavó muy bien y ahora, tanto en invierno como en verano, se detiene cerca del pasajero, le da una bolsa para que se quite los zapatos y los ponga dentro. O te puedes subir, ponerte una bolsa en los pies afuera y luego los metes dentro del carro. Además, no le gustan las mujeres que usan abrigos de piel, porque dejan mucha pelusa en los asientos”. Lupita estaba triste porque su hermano tenía más de 30 años y aún no había podido conseguir una pareja. © mattahari / Pikabu

11. “Hoy ordené mi cajón de calcetines y estos son todos los calcetines sin par”

12. Solo para que los muebles estén perfectamente limpios

  • En nuestra familia, todos los días festivos los pasábamos haciendo una limpieza agotadora, y a veces ni siquiera tenía sentido. Cada rincón de la casa, incluso la repisa más alejada, los entrepisos de los armarios, todo tenía que lavarse con jabón. Por supuesto, se tenían que sacar todos los libros de los muebles y cada uno de ellos también había que sacudirlo con un trapo húmedo. Antes de mi boda, tuve que cancelar mi manicura porque a mi mamá y a mi hermana no les daba tiempo de limpiar el armario del pasillo. Tuve que dejar todo urgentemente y regresar a lavar el armario, luego me hice la manicura por la noche. Tampoco pude dejar este hábito en mi vida adulta. Seguí lavando todo de la misma manera, hasta que me di cuenta de que en lugar de ir al parque o al bosque con mis hijos, trapeaba el suelo del departamento, que ya estaba limpio. © Koshatina8 / Pikabu

13. Alguien se cansó de limpiar este urinal

14. El resultado de una verificación inesperada de limpieza

  • Un día mi vecina María me invitó a su casa. Mi esposo, mi hija y yo entramos en su casa y vimos algo inimaginable: la casa estaba increíblemente limpia, como si estuviéramos dentro de un departamento de una revista. Incluso los juguetes de su hija de 6 años estaban perfectamente ordenados. En un momento pensé: “Exageró con la limpieza, sin duda”. Un par de días después, entré en su departamento para recoger una cosa y su hogar seguía perfectamente limpio, como la primera vez que fuimos. Entonces la vecina admitió que tenía un problema y no podía dejar de limpiar ni un minuto en su casa.

15. “Me encanta el tapete que hice”

“Por favor, no te sientes en mi cama con la ropa de la calle”.

16. El sofá no es para sentarse en él

¿Y tú qué piensas de la limpieza: también lavas todo o puedes pasar varios días sin limpiar?

Imagen de portada Depositphotos.com

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