Ir de compras con un niño pequeño puede ser una experiencia estresante. Ningún progenitor está a salvo de las rabietas y los momentos incómodos. Y si el niño va solo de compras, ese viaje puede acabar como un chiste.
Ir de compras es una actividad cotidiana para la mayoría de las personas y generalmente no promete emociones intensas. Sin embargo, a veces, entre el pasillo de las papas y el congelador de helados, se desatan dramas que dejan en vergüenza a las telenovelas brasileñas.
Encontrar algo que deseas a un precio muy bajo se siente como una gran victoria frente al mercado. Incluso hay programas televisivos sobre esto, como Cazadores de tesoros, que desde hace más de 10 años muestran cómo recorren su país en búsqueda de preciados objetos a costos bajísimos. Hay personas que, al igual que ellos, van de tienda en tienda intentando lograr un hallazgo mítico, y cuando lo consiguen, comparten su logro con el mundo.
Comprar maquillaje puede ser abrumador. Existen tantas y tan distintas marcas que arriesgarse a cambiar de producto puede generar incertidumbre. Después de todo, ¿a quién creer cuando buscas darle un giro a tu rutina de belleza?
Para muchos de nosotros, ir de compras es una forma de combatir el estrés y relajarnos. Nos encanta pasear tranquilamente por las espaciosas salas comerciales eligiendo la ropa y luego evaluar nuestra imagen en el probador. Sin embargo, cuando vas a probarte las prendas nuevas, ¿piensas en cuánto trabajo les tomó a los especialistas en marketing conseguir que hagas más compras?
Incluso un simple viaje a la tienda a veces se convierte en una verdadera prueba, porque donde se reúnen muchas personas existe un alto riesgo de que alguien te pise o te empuje con una mochila. Y también existen compradores que —a veces por ingenuidad, a veces por broma y a veces por mal carácter— dejan la mercadería en cualquier lugar, ocupan todo el pasillo de la tienda o les juegan bromas a otros compradores y vendedores.
Casi todo el mundo conoce el carisma y la personalidad de los gatos, pero los que verás a continuación realmente destacan del resto. Ellos no solo se adueñaron de sus casas, sino que también de los negocios. Cuando sus dueños atienden a los clientes, ellos vigilan, controlan o simplemente se echan a descansar en cualquier lugar y en las posiciones más graciosas. Y hay muchos ejemplos de tales animales “trabajadores”, ya que algunos usuarios de las redes sociales decidieron compartir fotos de gatos “trabajando” en lugares donde se sienten muy cómodos, incluso más que sus propios dueños.
Los servicios de entrega ya son parte de nuestra vida cotidiana. Se han vuelto tan comunes que rara vez nos sorprenden. Sin embargo, el destino siempre encuentra la manera de darnos un buen susto, y tanto los repartidores como los clientes pueden protagonizar historias que solo te dejan juntar “me gusta”.
Hagas el trabajo que hagas, al menos una vez en la vida te has encontrado con compañeros, jefes o clientes inadecuados. Hemos recopilado algunas historias de personas que solo querían hacer su trabajo, pero acabaron en una historia digna de un post en Internet.
Cuando los problemas se acumulan uno tras otro, empiezas a pensar que el mundo está hecho de ellos. Pero en la vida hay lugar para historias brillantes: un desconocido se convierte de repente en un ángel de la guarda, y la gente que te rodea se comporta con nobleza y amabilidad. De esto trata nuestro artículo.
A veces las personas actúan de manera tan extraña que no puedes evitar preguntarte: “¿De verdad somos del mismo planeta?” Y cuando no encontramos una explicación para su comportamiento, lo mejor es compartir nuestras historias con los demás, con la esperanza de que alguien nos ayude a entender qué está pasando.
Hasta la compra más cotidiana puede convertirse en un espectáculo de situaciones cómicas. Vas de compras y sales con una cesta llena de historias divertidas. Quién iba a pensar que comprar el pan podría convertirse en una aventura épica en la que tú te conviertes en la estrella principal del espectáculo.
A todo el mundo le gustan las historias de la vida, sobre todo cuando al final puedes exclamar: “¡Vaya, qué giro!”. Las historias de este artículo son muy diferentes: cómicas, amables, románticas, pero al final seguro que tienen un giro argumental digno de los mejores guionistas. Hemos ilustrado algunas de ellas con imágenes creadas por inteligencia artificial.
Pasamos la mayor parte del día en el trabajo, por eso es tan importante sentirse a gusto allí. Pero algunos compañeros consiguen estropearlo todo, a veces ni siquiera por despecho. Uno decide cotillear sobre todo el mundo, otro se lleva la comida de los demás y hay quienes se van del trabajo antes de tiempo. En la redacción no podemos ni imaginar cosas así, pero los que cuentan estas historias tuvieron menos suerte con los colegas.
A veces parece que algunas personas tienen como lema de vida ser siempre descaradas. No pierden la oportunidad de opinar sin que se lo pidan o de aprovecharse de los demás. Sin embargo, los protagonistas de nuestra historia saben muy bien cómo lidiar con este tipo de individuos.
Como se dice, el dinero es malo solo cuando no lo tienes. Sin embargo, incluso las personas que parecen tenerlo todo pueden ser desagradables con los demás. Y cuando las finanzas se convierten en el pilar de las relaciones familiares, todo puede ir cuesta abajo. Afortunadamente, algunas personas logran recapacitar, y no todos consideran que el dinero sea lo más importante en la vida.
Cada día nos encontramos, queramos o no, con una gran cantidad de personas, la mayoría de las cuales vemos por primera y última vez. El transporte público, la calle, los edificios de oficinas, las tiendas y los restaurantes: todos estos espacios deben compartirse con otras personas. No es sorprendente que en tales circunstancias nos irriten pequeños detalles que, de otro modo, pasarían desapercibidos.
A veces parece que cada nuevo día es igual al anterior, como en un círculo vicioso. Pero solo basta pensar en ello para que suceda algo inesperado. Por ejemplo, un niño de repente decide arrancar el yeso de la pared, los plátanos en la tienda se empiezan a vender de una manera diferente, o una fuente en el camino al trabajo se oculta bajo una capa de espuma.
Todos tenemos nuestras manías, pero algunas personas son legendarias. Y los que trabajan con seres humanos seguro que han visto de todo. Como, por ejemplo, una mujer mayor que come mantequilla directamente del escaparate o una señora que dice que pagar “con una tableta de chocolate” es caro.
¿Te imaginas entrar a una tienda y ver que todas las marcas tienen nombres en español? Hoy en día, la variedad de productos que encontramos al ir de compras es inmensa y cada vez más innovadora. Algunas marcas se han vuelto tan tradicionales que sus nombres extranjeros ya no nos resultan extraños. Pero, ¿qué pasaría si los fabricantes decidieran traducir todos esos nombres al español? Esta curiosa idea podría darle un giro inesperado a nuestra experiencia de compra, haciéndola más cercana y entretenida.
La vida en familia es una serie de aventuras y para las protagonistas de nuestro artículo, se trata de toda una proeza. Nunca sabes qué puede ocurrir cuando un esposo intenta maquillar a su esposa, se sumerge completamente en la paternidad o simplemente trata de adivinar qué le está insinuando su pareja.
Algunas personas creen que los insolentes y maleducados suelen quedar impunes, mientras que otras están seguras de que el Universo, tarde o temprano, se lo devolverá todo. Y a menudo eso ocurre realmente. Los héroes de nuestro artículo estaban convencidos de que la ley del bumerán funciona. Tanto para lo malo como para lo bueno.
Probablemente no haya mucha gente que no haya sido engañada en su vida. Pero una cosa es cuando se trata de chicos jóvenes que se conocen desde hace una semana y no tienen prisa por atarse con los lazos de la fidelidad. Y otra muy distinta, cuando ya hay años de relación o matrimonio. Los usuarios compartieron historias sobre engaños, que simplemente no se pueden leer con indiferencia. Pero nos alegramos de que algunos protagonistas de este artículo acabaran ganando más de lo que perdieron.
Cada uno de nosotros ha tenido que enfrentarse, al menos una vez, al comportamiento inadecuado de los demás. Sin embargo, algunos incluso viven según el principio de que «la insolencia es la segunda felicidad». Por ejemplo, una cajera en una tienda de comestibles es grosera con un cliente, una anciana en un autobús exige con rudeza que se le ceda el asiento, o unos parientes abusan de tu amabilidad descaradamente.
Cada uno de nosotros, al menos una vez en la vida, se ha encontrado en una situación incómoda. Las razones pueden ser variadas: a veces olvidamos algo, no tomamos en cuenta ciertos detalles, pasamos por alto aspectos importantes o simplemente desconocemos ciertos matices.
Muchas novias esperan que su boda sea un evento único en la vida. Por supuesto, en un día tan especial, todas quieren lucir deslumbrantes, pero eso no significa que deban gastar una fortuna en el vestido. Algunas hábiles ahorradoras logran encontrar en tiendas de segunda mano y mercadillos vestidos tan espectaculares por precios ridículos que solo queda que las demás novias lloren de envidia.
Cuando éramos niños, probablemente teníamos una respuesta muy clara y contundente a la pregunta: “¿Qué te gustaría ser cuando seas grande?”. Sin embargo, a medida que nos transformamos en adultos, podemos darnos cuenta de que llegar a convertirnos en eso que deseamos puede costarnos un poco más de lo que pensábamos. Esto es precisamente lo que les sucedió a algunas celebridades latinas que, antes de alcanzar sus metas en el mundo de la actuación o la música, tuvieron que pasar por otros trabajos bastante más convencionales.
Seamos sinceros: la mayoría de nosotros sacamos conclusiones sobre una persona basándonos en su aspecto y en estereotipos. Solo que no siempre la persona modestamente vestida será pobre, el adolescente sombrío será ignorante y la anciana callada será amable.
A veces la gente juzga a los extraños por su aspecto sin ni siquiera pensar en ello. Sin embargo, los millonarios suelen llevar ropa discreta, mientras que a las personas con ingresos muy medios a veces les gusta alardear de prendas de marca. No hay que juzgar un libro por su portada, ni a una persona por su vestimenta. Y las historias de los protagonistas de nuestro artículo son prueba directa de ello.
Todos somos jóvenes de corazón, pero a medida que envejecemos, la edad se hace sentir. Y esta constatación suele ser chocante. Aunque también existen personas únicas que toda su vida parecen más viejas o más jóvenes que sus años. Precisamente ellas se meten a menudo en todo tipo de apuros.
Los compañeros de cuarto pueden ser muy distintos. Con algunos se puede vivir en armonía, mientras que otros intentan aprovecharse desde un inicio. Eso le sucedió a nuestra protagonista. La chica, que compartía su hogar con un roomie, empezó a notar que su refrigerador se vaciaba, pero en lugar de enfadarse o armar un escándalo, actuó de manera astuta.
Sin duda, es gratificante conocer a personas que realizan actos de bondad desinteresada. Como aquellos que, sin más, brindan ayuda a un desconocido o se interesan genuinamente en la vida de otros. Los protagonistas de nuestras historias evidencian que practicar la bondad no requiere de grandes esfuerzos; en ocasiones, basta con un gesto de atención.
Jan Koum, un inmigrante que pasó por momentos muy difíciles, se convirtió en el cerebro detrás de una de las aplicaciones de mensajería más exitosas del mundo. Desde sus humildes comienzos hasta el éxito rotundo, cada paso revela la determinación y la pasión detrás de WhatsApp.
En un logro sin precedentes, una talentosa mujer ha sido reconocida como la mejor empleada del siglo. Su dedicación, pasión y compromiso la han llevado a superar todos los obstáculos en más de 70 años de trabajo, sin embargo, eso no es todo. La protagonista de nuestra historia ostenta un récord que será difícil de superar para cualquiera y sobre todo para las nuevas generaciones, que ya han olvidado uno de los valores fundamentales: la puntualidad.
Ah, es un día precioso para un paseo en bote por el pantano. Si no fuera por estos mosquitos, todo sería perfecto. Por alguna razón, a medida que te adentras, se vuelven cada vez más grandes. Al principio eran diminutos, casi invisibles, y ahora son del tamaño de tu pulgar. Puedes oír su zumbido cuando pasan junto a ti. Te adentras para investigar por qué son tan grandes. Finalmente, ves un gran grupo de mosquitos del tamaño de tu mano zumbando. Se fijan en ti y se acercan, así que tomas una rama y los espantas.
¡Un ladrón bien entrenado puede entrar en tu automóvil en cuestión de segundos! Escucha, porque voy a mostrarte algunos secretos de los ladrones de autos. La tecnología en los automóviles es cada vez más avanzada. Puedes pensar que los ladrones de autos también tienen dispositivos superavanzados para mantenerse al día. No necesariamente. Los viejos trucos todavía sirven para la mayoría de los robos.