Por qué los gatos son tan selectivos con la comida, mientras que los perros podrían comer casi todo

Animales
hace 2 años

Las mascotas, sin importar si son perros, gatos o cualquier otra especie, son una gran compañía, y no dejan de mostrarnos amor incondicional todos los días. Por eso es importante estar al pendiente de sus necesidades y tratar de comprender a nuestros amigos peludos un poco mejor. Con respecto a esto, uno de los mayores interrogantes de los humanos, sin duda, es por qué los gatos son mucho más especiales con la comida que los perros.

En Genial.guru nos dimos a la tarea de encontrar la respuesta y ahora queremos compartirte las razones por las cuales los felinos son mucho más quisquillosos a la hora de darle su aprobación a un alimento.

1. El principal motivo podría estar en los genes

La ciencia ha descubierto que los gatos pueden ser muy diferentes genéticamente con respecto a los demás mamíferos. Parece que los mininos carecen del gen necesario para percibir el sabor dulce. Según un estudio, las sustancias dulces, incluidos los azúcares y los edulcorantes artificiales, son reconocidos por un receptor especial de papilas gustativas compuesto por dos genes.

Expertos encontraron que en los gatos, uno de estos genes, llamado pseudogen, no es funcional y no se expresa. Debido a que el receptor dulce no se puede formar, el gato no puede saborear los estímulos dulces. Los autores del estudio consideraron que esta diferencia genética puede ser la razón por la que tanto los gatos que habitan en la naturaleza como aquellos que viven en nuestros hogares evitan los carbohidratos y prefieren una dieta alta en proteínas.

2. Las preferencias de los gatos se forman desde que son muy pequeños

La alimentación de la madre durante la gestación y la lactancia, al igual que la comida a la que se expone el gato durante la primera etapa de su vida, intervienen de una forma importante en sus preferencias. Por eso, mientras los gatitos son pequeños es necesario ofrecerles una dieta variada, pero en pequeñas cantidades, para evitar causarles una sobrecarga digestiva.

Durante su vida adulta, algunos gatos pueden desarrollar ciertas condiciones médicas como problemas con los riñones o formación de cristales, para las que es necesario manejar una dieta especial. Si se los acostumbra desde jóvenes, será más fácil que toleren distintos tipos de alimentos sin problemas.

3. Los felinos son más sensibles a los compuestos amargos

Los dueños de perros y gatos probablemente habrán notado la gran diferencia. Los canes podrían comer prácticamente cualquier cosa o sentir curiosidad por alimentos nuevos, mientras que los gatos huelen la comida y, si no es de su agrado, simplemente se van.

Según estudios, otro factor para considerar es que los gatos parecen tener receptores particularmente sensibles a los compuestos amargos. También es probable que sean más sensibles a las sustancias químicas y que puedan detectar un mayor número de sustancias amargas que los canes.

4. Comen mejor cuando están relajados

Las necesidades de los perros y los gatos para el ambiente a la hora de la comida también pueden ser muy distintas. Por su naturaleza, los felinos son cazadores solitarios, por lo cual necesitan un ambiente relajado y tranquilo para alimentarse. Algunos pueden necesitar que su humano esté cerca o incluso puede que coman mejor mientras les damos mimos.

La mejor opción sería crear un ambiente libre de estrés en el que el felino pueda sentirse seguro. Con los perros es distinto, ya que los caninos salvajes están acostumbrados a cazar en manadas y a competir por la comida, por lo cual engullen los alimentos mucho más rápido.

5. El aroma juega un papel importante

Los felinos son animales que se guían principalmente por el olfato. El alimento húmedo, por ejemplo, desprende un olor mucho más penetrante que el seco, por lo cual puede resultar más atractivo para ellos. La temperatura, por otro lado, también es un factor que se debe considerar, ya que el alimento frío no tiene el mismo olor que aquel a temperatura ambiente.

Si la comida enlatada se mantiene en el refrigerador, lo más recomendable es calentarla hasta que alcance una temperatura más elevada y mezclarla bien para evitar quemaduras.

6. La textura de la comida también importa

Como ya hemos podido comprobar, los gatos son bastante especiales y se fijan en múltiples factores para poder disfrutar su alimento. Además del aroma, la textura también es muy importante. Los felinos prefieren comida sólida y húmeda. Recordemos que son carnívoros, y buscar la textura de la carne está en su naturaleza.

Incluso es posible que la forma interfiera según otro curioso estudio. Para el experimento alimentaron a 25 gatos con croquetas de diferentes formas durante dos días. Al final, llegaron a la conclusión de que los mininos prefirieron las que tenían forma de “O” por encima de aquellas en forma de “X”.

7. Su anatomía influye en sus preferencias

Otro motivo importante de por qué los gatos ponen tantos peros para su comida es la anatomía de sus dientes y la mandíbula. Los felinos son incapaces de desmenuzar los alimentos debido a que todos sus dientes son afilados y no tienen superficies planas que los ayuden en esa tarea. Además, tampoco pueden mover la mandíbula horizontalmente, por lo que su capacidad de masticar la comida se ve limitada.

Los gatos domesticados generalmente tragan su alimento seco entero, a no ser que las croquetas sean demasiado grandes y sea necesario masticarlas un poco.

¿Prefieres a los perros o a los gatos? Cuéntanos qué trucos útiles conoces a la hora de alimentar o darle algún medicamento a tu compañero peludo.

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