12 Mitos populares sobre Japón, los cuales aceptamos como una verdad absoluta

Curiosidades
hace 3 años

Pensamos que a los habitantes de ningún país del mundo les gustaría que fueran juzgados por las películas de Hollywood: simplemente trata de recordar como se muestra a tu país y a sus habitantes en esos metrajes. Con Japón sucede justamente eso, y si crees que conoces todo sobre esta cultura solo por lo que has visto, tal vez, te encuentres con que la realidad es un poco distinta.

Genial.guru investigó y dividió los mitos de la verdad. Sin embargo, esto no hizo a Japón menos misterioso, sino todo lo contrario.

Mito 1: Tokio es una ciudad

Oficialmente la ciudad de Tokio existió solo desde año 1889 hasta 1943. Ahora no lo es más, sino que se ha convertido en una de las prefecturas: el área metropolitana consta de 62 unidades administrativas, 39 de ellas son ciudades, aldeas y comunidades rurales. La otra parte consta de 23 barrios especiales, y a menudo, cuando dicen "Tokio" se refieren a ellos. Cada vecindario tiene el mismo status que la ciudad, además cada uno tiene su propio alcalde.

Mito 2: Tokio está sobrepoblado y siempre hay una multitud de gente en todas partes

En la imaginación de todos los extranjeros, Tokio se representa como una ciudad bulliciosa con una multitud de oficinistas que corren por los pasos peatonales del barrio Shibuya para que al final del día, una persona especial se encargue de meterlos al vagón lleno del metro.

En realidad, en el tren de Tokio hay poca gente excepto en las horas pico. Pero es poco probable que en alguna ciudad haya una cantidad menor de personas en el metro a esas horas.

Mito 3: El color de luto es el blanco

Por alguna razón, existe la creencia de que en el país del sol naciente se visten de color blanco para los funerales. En realidad, en Japón como en Europa, el color de luto es el negro, incluso esto se ve en los grabados. En las fotos antiguas tampoco hay gente vestida con ropa blanca.

Mito 4: En Japón creen en el Sintoísmo

En parte sí, es así, pero pocas personas saben que la mayoría de los japoneses creen al mismo tiempo en dos religiones: en el Sintoísmo y en el Budismo, y no es de parecer raro. Tal mezcla de cultos se llama sincretismo religioso. En general, en Japón hay muchos ateos, aproximadamente un 30 por ciento.

Mito 5: Los samurái despreciaban las armas de fuego

Es difícil imaginar a un samurái con un rifle pero esto es culpa del cine. En realidad, los guerreros en Japón no eran tan tontos para que se negaran deliberadamente a usar armas que les podría conceder ventajas. Por el contario, se distinguían por su capacidad de adaptarse rápido y extraer enseñanzas de las ideas exitosas.

Por lo tanto, en el siglo XVI los japoneses utilizaban muy bien las armas de fuego al igual que los europeos. La espada de verdad es considerada como "el alma del samurái", pero el ritual es una cosa, y una verdadera batalla es otra.

Mito 6: Japón es un país pequeño

El territorio de Japón es de 378 mil kilómetros cuadrados. Es más grande, que, por ejemplo, Finlandia, Alemania o Polonia, el cual parece ser uno de los países más grandes en el mapa de Europa.

Mira qué gigante es en Europa y Centroamérica.

Mito 7: Masticar ruidosamente cuando comes es el mejor cumplido para un cocinero

Y también chapotear ruidosamente con la pasta. Sí es verdad, los japoneses dicen que el sabor de los fideos de trigo sarraceno se revela solamente si los comes con ruido, por eso en Japón comen sonoramente.

En los demás casos, producir muchos sonidos en la mesa es de mala educación. Y si en Japón quieres expresar tu fascinación al cocinero, es mejor decirle eso directamente.

Mito 8: El idioma japonés es increíblemente complicado

Para un europeo es complicado ya que él no está acostumbrado, y su lógica no se parece a ninguna la de las lenguas europeas: por ejemplo, algunas partículas en la oración ocupan el papel de casos gramaticales y algunas otras parecieran no tener un lugar en vano.

Lo primero con lo que una persona se enfrenta al estudiar japonés es la necesidad de aprender no solo los jeroglíficos (para comenzar es necesario aprender mil), sino también dos silabarios sin los cuales no se puede imaginar la comunicación. Pero cuando empiezas a entender un poco, la lengua no parece tan difícil. Muchas cosas de ella solamente se tienen que memorizar.

Mito 9: El teclado japonés es algo misterioso

Para muchas personas es un enigma cómo escriben los japoneses de 2 a 3 mil jerogíficos en el teclado. Como realmente sucede: teclean la palabra en alfabeto latino y automáticamente se convierte en una de las escritas por los abecedarios japoneses y solo queda elegir la variante adecuada.

La segunda opción es el teclado que se encuentra en la segunda foto, en la cual están aplicados los símbolos del abecedario hiragana, que también pueden ser transformados en jerogíficos. Este proceso está explicado aquí. El teclado en la primera foto es solo una simple broma.

Mito 10: Los japoneses no pueden tomar leche

En realidad, la intolerancia a la lactosa también la poseen los chinos y los habitantes de Asia sudoriental: casi todos entre las edades de 3 a 4 años pierden la capacidad de digerirla. En los primeros se observa con menor frecuencia, incluso en la primaria los niños locales reciben una bolsa de esta bebida para mantener una reserva de calcio en el organismo.

Mito 11: la comida más común es el sushi

En Japón, el sushi no es comida rápida como en otros países, sino un aperitivo caro que se come en fiestas o, como máximo, una vez a la semana. En cuanto a la comida diaria, los japoneses prefieren el arroz, sopa de miso, verduras y un poco de pescado o carne.

Y así se ve el sushi de una forma muy ascética: una bola de arroz sobre la cual colocan un pedazo de pescado. Por cierto, lo comen con las manos y no con palillos.

Mito 12: la geisha puede ser solo mujer

La geishas como comúnmente las conoce el mundo aparecieron no hace mucho tiempo, en el siglo XVIII. Anteriormente eran hombres y desempeñaban el papel de payasos entreteniendo a los huéspedes con canciones.

Existe el mito de que la geisha es una cortesana. En realidad, desde el momento de la aparición de la profesión, estaba prohibido que otorgara servicios de carácter sexual. Sus obligaciones eran tener una conversación agradable e intelectual con los huéspedes, tocar los instrumentos musicales y cantar.

Por cierto, hoy en día en todo Japón y, por supuesto, en todo el mundo, solo existe un hombre geisha. Se llama Eitaro y seguió los pasos de su abuela y su mamá que también poseían esta profesión.

Imagen de portada lufimorgan/depositphotos

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