Una mexicana vivió en los Países Bajos y nos contó detalles que están ocultos a los turistas

Lugares
hace 2 años

Mi nombre es Monse Portales, tengo 30 años de edad y mis ganas de querer conocer el mundo, aprender y practicar los idiomas aprendidos en la escuela me llevaron a mudarme de México hace casi 5 años. Llegué a los Países Bajos gracias a un concierto al que quería ir desde hacía mucho tiempo, y tuve una experiencia de voluntariado, por la cual me alojé 7 meses en Haarlem, muy cerca de Ámsterdam.

Hoy, exclusivamente para los lectores de Genial.guru, contaré cómo fue mi experiencia al vivir en este país.

Sin importar la edad, la bicicleta es el mejor amigo de todo holandés

La cultura de las bicicletas es aún más fuerte de lo que se cuenta. Ver a adultos mayores en sus bicicletas pedaleando con sus compras del súper en la llanta trasera, caminando y disfrutando de las áreas verdes, llenos de vitalidad y jovialidad, es un poco difícil en mi país. La independencia que tienen ellos a pesar de su edad es impresionante.

Sin importar la edad, el uso de la bicicleta es esencial: nuevas, vintage, cuidadas, descuidadas, eléctricas, sean como sean, son un básico. Yo tenía a “La Baby”, así llamé a la mía. Me encantaba tomar mi bicicleta, pedalear 5 minutos, llegar a la estación y tomar el tren directo a la playa, a disfrutar los atardeceres, o llegar a la playa después de 30 minutos pedaleando a Zandvoort Beach o a Bloemendaal Beach.

Puedes tomar el agua del grifo donde sea

El agua no tiene que ser necesariamente embotellada para que pueda ser de consumo humano, y el agua en los restaurantes solo se cobra si es embotellada.

El servicio en los restaurantes es más “ligero”, los meseros no están todo el tiempo preguntándote si todo está bien o si necesitas algo. Incluso algunas veces son demasiado desapegados y se siente como si no les importaras como cliente.

Sus horarios de comidas son muy diferentes a los de México, los almuerzos son en pequeñas cantidades y las cenas son sus comidas más fuertes y abundantes.

En México nuestras comidas suelen ser abundantes durante todo el día, y por la noche se recomienda tener una cena un poco más ligera, aunque casi no pasa.

Los holandeses desayunan a las 7 u 8 con café y pan con mantequilla, queso o mermelada, un huevo duro o huevos revueltos. Luego comen entre las 11:30 y las 13:30. Puede ser pan con croquetas o bitterballen (croquetas de carne picada de res, caldo, harina, mantequilla, perejil, sal y pimienta molida), papas fritas, sopa o sándwiches. Cenan entre las 17 y las 20 (aunque las 20 es demasiado tarde), puede ser pasta, tarta salada, ensalada, pan con mantequilla, etc.

No están constantemente pegados a sus hijos

Los niños tienen libertad para salir a jugar o ir y venir solos de la escuela a cierta edad, ya que la mayoría de las escuelas están cerca de las casas o son de fácil acceso en bicicleta.

En México hubo un tiempo en el que era “mal visto” que los abuelos cuidaran a los nietos, ya que se consideraba que los papás se quitaban de encima la responsabilidad del cuidado de sus hijos. En Holanda es muy común ver a los abuelos con los nietos en el parque, llevándolos a comer y conviviendo con ellos; cuanto más chicos sean, más tiempo pasan con los abuelos.

El mal tiempo no detiene a nadie

Están tan acostumbrados a la lluvia y al viento que las condiciones climáticas no los detienen para seguir con sus vidas. En México, cuando llueve, todo suele volverse más lento y detenerse un poco. Allá nunca vi que la gente se sintiera limitada por los cambios climáticos, al contrario, todos siempre tienen una buena chamarra de lluvia, zapatos adecuados, etc.

Y claro que todos disfrutan de un día de sol; sin importar la edad, siempre hay reuniones y clases en los parques, caminatas, gente en traje de baño tomando sol, tomándose algo en el pasto o a la orilla de los canales. Vi que respetan mucho las áreas comunes; si están todos en un parque, escuchan música, pero siempre a un nivel que no moleste a las personas a su alrededor.

Amaba irme a comer a la orilla del canal, poner una manta y acostarme a leer o a tomar sol, podía pasar horas ahí con las chicas o sola.

Los latinoamericanos se consideran demasiado “ruidosos”

Los holandeses con los que tuve el primer contacto no eran de reírse mucho, y si lo hacían, se reían en un tono muy bajo. Yo suelo reírme de todo, hasta de cosas muy básicas o tontas, y me río muy fuerte.

Vivía con más chicas de Latinoamérica, y siempre tenían que venir a callarnos o a pedirnos que bajáramos el volumen, ya que cuando hablábamos o nos reíamos, hacíamos mucho “ruido” y solíamos incomodar a las personas de alrededor. En México hablamos en un tono más alto que los holandeses y solemos ser muy efusivos al comunicarnos.

Los holandeses son amorosos y te hacen sentir bienvenido, pero es un poco difícil unirse a sus círculos como uno más y no solo como invitado de una ocasión. Algunas veces la barrera del idioma es una limitante. Aunque debo decir que yo creía que los holandeses eran muy fríos y cero amorosos, pero son muy, muy amorosos y siempre se preocuparon por mí y por mis necesidades. Siempre me ayudaron en todo lo que necesitaba. Me hicieron muchos regalos, siempre me hicieron sentir bienvenida e importante para ellos.

Casi todo el mundo habla inglés

Siempre usé el inglés para comunicarme, hay palabras en holandés que son muy parecidas al inglés, así que no era tan difícil entenderlas o al menos darte una idea de lo que estaban diciendo. Sin embargo, otras son demasiado difíciles tanto de entender como de pronunciar. Con el día a día, te vas acostumbrando más al acento y vas aprendiendo algunas palabras, al menos las más básicas, pero sí, es un idioma complejo de dominar y de pronunciar, comparado con el español.

Me costó mucho trabajo entender las líneas de bus

El principal medio de transporte es la bicicleta, pero si necesitas moverte entre ciudades o a distancias más largas, los trenes son efectivos. Que yo recuerde, solo tuve un inconveniente en un tren y fue mínimo, solo fue una mala interpretación de las líneas de tren. Tienen un sistema en el cual se puede entender a qué hora pasa el tren, qué tren es y en qué línea buscarlo, lo único un poco “molesto”, por así decirlo, es que casi todo se maneja con tarjeta para el transporte público. Hay una tarjeta llamada OV-chipkaart y para recargarla o adquirirla, casi siempre es necesaria una tarjeta de débito o crédito, las máquinas no siempre aceptan efectivo ni tampoco sirven todas las tarjetas para pagar.

Las líneas de bus tienen una aplicación que nunca logré entender, y tampoco usé mucho este transporte, pero si no conoces las líneas y a dónde van, dónde tomarlo, etc., suele ser un poco complicado.

El tren es más costoso que el camión. Para hacer uso del tren, se debe tener un mínimo de 20 euros en la OV-chipkaart, si no, no te permitirá el acceso. También hay diferentes tarjetas; si vas como estudiante, es una que te da tarifas más económicas, o algunas veces hasta puedes viajar gratis dependiendo de tu edad. El metro es fácil de usar.

Los holandeses no temen enseñar el interior de sus casas

Las áreas de la casa están dispuestas de diferente manera que en México; en la mayoría de las casas o departamentos, el inodoro y la regadera están separados el uno del otro, y no siempre están cerca. En México solo están separados cuando son medios baños, o sea, solo el inodoro, y eso es porque están en una planta baja o en alguna zona específica de la casa donde no hay dormitorios cerca y no se necesita un baño completo.

Lo que más curiosidad me dio es que todas las casas tienen ventanales enormes por los cuales puedes ver todo lo que pasa dentro, ya que no ponen cortinas, y si tienen cortinas, solo son de decoración y no para ocultar lo que sucede dentro.

Vi departamentos en los que me intrigaba el espacio tan pequeño que les dan a las escaleras, es tan estrecho que no es fácil el acceso.

Hay unos terrenos que tienen diferentes casas pequeñas con un gran jardín en el medio, como una cerrada, por así decirlo. La particularidad de estos lugares es que las casas solo pueden ser habitadas por mujeres mayores y solteras, las entradas son muy hermosas y los jardines también. Nos contaron que ahí antes estaban las casas de las mujeres que se dedicaban a la iglesia; no eran monjas, pero sí eran mujeres solteras dedicadas a la iglesia.

En los supermercados solo se venden los alimentos y los artículos de primera necesidad

En México, en un supermercado encuentras desde una licuadora hasta artículos de herrería. En Holanda, los supermercados solo venden alimentos y artículos de primera necesidad; si necesitas algo más, debes ir a la tienda que es específica para ese tipo de artículos.

Hay productos que son bastante accesibles y algunos otros que tienen un costo elevado, yo por ejemplo, no consumo embutidos ni productos cárnicos, pero vi que el precio de estos es bastante alto.

Las tiendas tienen como canastas pequeñas con ruedas para las personas que no tienen la intención de adquirir tantos artículos. Los carritos se pueden usar siempre y cuando les pongas dinero, el cual se te devuelve en cuanto pongas el carrito de nuevo en su lugar, unido con los demás carritos.

Un día, haciendo compras, una señora escuchó que hablábamos en inglés, se nos acercó y nos preguntó de dónde éramos, empezó a platicar con nosotras como si nos conociera de toda la vida y nos dijo que quería visitar nuestros países alguna vez. La señora era superamable, nos ayudó con las compras porque no sabíamos qué eran algunas cosas o cómo se llamaban en el idioma local.

Es difícil conseguir los ingredientes para realizar platillos mexicanos, casi siempre uno se tiene que adaptar a lo que hay y cocinar algo similar, lo más cercano a lo que es en realidad. Muchas veces puedes encontrar casi todos los ingredientes, pero tienen un costo demasiado elevado, ya que son importados.

Conocer otros países te da nuevas habilidades

He sido muy afortunada al encontrarme frente a tan buenas experiencias y siempre cuento mis historias con mucho amor y pasión, ya que cada una la he disfrutado muchísimo y de cada una he aprendido bastante.

Me encanta que en cada viaje descubro algo nuevo en mí, adquiero nuevas habilidades, refuerzo algunas otras y siempre quiero aprender algo nuevo o nuevas formas de hacer algo que ya venía haciendo. Estas experiencias me motivan mucho y me llenan.

Hoy puedo decir que extraño mucho los Países Bajos, fue uno de los lugares que más me encantó conocer y que siento que puedo llamar hogar.

¿Alguna vez viajaste a otro país? ¿Qué fue lo que más te asombró de esa experiencia?

Comentarios

Recibir notificaciones

Lecturas relacionadas