10 Increíbles esculturas modernas que rompen con lo establecido

Arte
hace 2 años

El arte siempre ha sido una forma de expresión de ideas, pensamientos y sentimientos. Desde tiempos antiguos el hombre ha utilizado la escultura para narrar sucesos en el tiempo o para copiar formas de la naturaleza. La escultura moderna además de hacer críticas a la sociedad también utiliza nuevas técnicas para lograr más impacto en la sociedad.

En Genial.guru hemos hecho una recopilación de algunas de esas esculturas que reflexionan acerca de la modernidad y además nos muestran ideas innovadoras.

1. “La dolce vita”, Lorenzo Quinn

“La Dolce Vita” es una escultura instalada en octubre de 2012 en Park Lane, Londres. Fiel a sus raíces italianas en ella Lorenzo Quinn hace un homenaje a su país natal, a través de una de las creaciones más emblemáticas: la moto Vespa. En el título también hace referencia al cine italiano, a la película de Fellini de 1960, y por último es un homenaje a cómo nos sentíamos en la niñez con nuestros autos de juguete. Existe otra versión de esta escultura en Roma.

2. “Hamburguesa en el suelo”, Claes Oldenburg

Claes Oldenburg es un artista americano de origen suizo reconocido por hacer grandes réplicas de objetos cotidianos. Para él, una escultura debe motivarte a tocarla, por eso las suyas están hechas de materiales suaves y acolchonados. Claes considera que eso es muy importante porque cada vez que alguien la toca, la escultura se deforma un poco, lo que la hace tan única como las cosas de la vida real.

3. “Jefe corporativo”, Terry Allen y Phillip Levine

La obra “Jefe Corporativo” o su título literal “Cabeza corporativa” es parte de una serie de trabajos del artista plástico Terry Allen y el poeta Phillip Levine. Es una escultura en bronce en tamaño natural de un hombre de negocios, vestido con su traje y su portafolio que sumerge su cabeza dentro del edificio. El poema del mismo título que completa la obra es una crítica a las grandes corporaciones.

4. “Caminando hacia el cielo”, Jonathan Borofsky

“Caminando hacia el cielo” es el nombre de la escultura de Borofsky que fue instalada en el Rockefeller Center de Nueva York en 2004. Es una pieza de siete toneladas que muestra a una niña pequeña, una mujer de negocios, un hombre joven y otras personas escalando un poste de metal de 30 metros de alto en un ángulo de 75 grados. Pesa 7 toneladas.

La pieza está inspirada en una historia que le contaba su padre acerca de un amistoso gigante que vivía en el cielo. En su historia, padre e hijo ascendían para hablar con el gigante y contarle de lo que necesitaban acá en la tierra. Para el artista la obra es “una celebración del potencial humano de descubrir qué somos y hacía donde vamos”.

5. “Melancolía”, Albert Georgy

Albert Gyorgy sintió una intensa tristeza cuando perdió a su primera esposa. Para salir adelante creó esta pieza de nombre “Melancolía” que representa el gran vacío que deja en cada uno de nosotros la perdida de un ser querido.

Actualmente está ubicada en Geneva, Suiza. Mucha gente se ha identificado con lo que representa esa pieza y ya se ha compartido más de 300 mil veces por facebook.

6. “Cachorro”, Jeff Koons

En 1997, el museo Guggenheim de Bilbao, España adquirió la escultura floral llamada “Puppy” del artista estadunidense Jeff Koons. Una obra que une el pasado y el presente. Para hacerla, se utiliza un complejo modelo por computadora que le da forma a la figura pero realmente esta inspirada en los jardines clásicos europeos del siglo XVIII. Las flores crecen naturalmente y de manera desigual lo que le da mayor realismo. Se cambian dos veces al año. Mide 12 metros y pesa 16 toneladas.

Con esta obra Koons hace una analogía de la cultura popular pero también quiere proyectar optimismo, confianza y seguridad.

7. “Patito de hule”, Florentijn Hofman

El “Patito de hule” es parte de una serie de esculturas del artista danés Florentijn Hofman. Las ha reproducido por todo el mundo en ciudades como Hong Kong, Pittsburgh, Toronto, Kaohsiung, Baku y Sidney. Llegan a medir hasta 32 metros de alto y cuentan con sistemas avanzados de aire que los mantienen inflados. Según el autor, el pato de hule no tiene ninguna interpretación más allá de ser un juguete gigante que puede aliviar las tensiones mundiales.

8. “Gundam Robot”

En 2020, la Gundam Factory de Yokohama, inauguró una escultura gigante con movimiento hecha para celebrar el 40 aniversario de la franquicia de caricaturas anime de Gundam y para los juegos olímpicos de Tokio del 2020. El robot de nombre RX-78F00 es el tercero que elabora en una escala 1:1 de acuerdo a las dimensiones que se mencionan en la serie animada.

9. “El lector en un sillón”, Jaroslav Róna

La escultura en bronce “El lector en un sillón” del artista checo Jaroslav Róna, simboliza a un lector tomando un libro con ambas manos inmerso en su lectura. El sillón representa el mundo imaginativo del lector que lo protege de los peligros del mundo real. Es un homenaje a los libros escritos.

10. “Sirenas de los corderos”, Bansky

Más que una escultura es una instalación que estuvo dando vueltas por Nueva York haciendo conciencia del maltrato animal. Se trata de un camión lleno de animales de peluche que van rumbo a un destino incierto, y va acompañado de este audio del propio autor: “Una pieza de arte de escultura...¿muy poco sutil?”. Bansky quiere hacer un comentario acerca de la crueldad de la industria de alimentos, o quizá algo más vago y pretensioso como la perdida de la inocencia.

El fin de estas esculturas es hacernos recapacitar acerca de la vida moderna. ¿Qué otras piezas artísticas te han puesto a pensar? Déjanos los nombres en los comentarios.

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