10 Hechos sobre los tatuajes que incluso muchos tatuadores desconocen

Curiosidades
hace 3 años

Actualmente, los tatuajes son utilizados para plasmar en la piel historias, recuerdos y hechos con significados tan importantes para nosotros que merecen acompañarnos de por vida. Por eso, cada vez es más habitual ver a las personas adornar sus pieles con mensajes o dibujos de todo tipo, y ya no solo con motivos decorativos como antaño. Incluso dentro de la sociedad, los tatuajes han ido ganando cada vez más aceptación y sumando poco a poco más adeptos.

Genial.guru investigó al respecto y ahora quiere contarte lo más interesante que descubrió sobre el mundo de los tatuajes.

1. No son solo una moda o invento moderno, sino que forman parte de la historia desde hace siglos

Son muchas las culturas que han convivido con los tatuajes. El más antiguo del que tenemos constancia es de hace 5300 años. Incluso algunas momias egipcias presentaban tatuajes simples de líneas y puntos que adornaban sus cuerpos. Los maoríes, además de para decorar la piel, los usaban para indicar su rango dentro de la tribu.

En Japón fueron utilizados para marcar a los presos según el crimen que habían cometido como parte de su castigo. Los marinos también guardan una relación muy estrecha con los tatuajes: un cerdo grabado en un pie y un gallo en el otro eran considerados amuletos que protegían al navegante de ahogarse.

2. Los tatuajes antiguos se hacían con cenizas de carbón

Gracias al descubrimiento de la momia tatuada más antigua de Europa, bautizada como Ötzi, los científicos pudieron descubrir que antiguamente los tatuajes se hacían con hollín y cenizas. También encontraron en su piel partículas de cuarzo, que creen podrían proceder de las piedras que rodeaban la chimenea u hoguera de donde fueron tomadas las cenizas para grabar el diseño.

En la actualidad, 5 milenios después, el carbón sigue siendo el principal componente de la tinta negra para tatuar. Este es el color menos alérgeno de todos, ya que, por lo general, no contiene derivados metálicos en su composición.

3. El primer prototipo de máquina de tatuar moderna fue inventado por Thomas Edison

Realmente Edison no buscaba crear una máquina para hacer tatuajes; lo que inventó fue un bolígrafo eléctrico para realizar copias de manuscritos, que fue utilizado más adelante como prototipo para crear la que sí fue la primera máquina de tatuar.

Este peculiar bolígrafo sin tinta hacía agujeritos, hasta 3000 por minuto, creando plantillas perforadas de manuscritos. Estas luego se prensaban con tinta sobre hojas en blanco para crear copias. Fue el tatuador Samuel O’Reilly a quien, varios años después, se le ocurrió añadir tinta al aparato y utilizarlo para tatuar.

4. Es importante que sean realizados con los materiales y las técnicas adecuadas

Saber tatuar, el acabado de un tatuaje y el talento del tatuador no son suficientes para obtener un buen resultado, ya que esto también depende de las herramientas y materiales que se utilicen. Por eso, lo que menos debemos de mirar si decidimos tatuarnos es cuánto va a costarnos, porque lo barato puede salir caro.

Debemos asegurarnos de buscar un buen estudio de tatuaje, que cuente con excelentes profesionales, donde se utilicen materiales de calidad, homologados, y que cumpla todas las normas de higiene necesarias.

5. Muchas personas son alérgicas solo a ciertos colores de tatuajes

Realmente no es al color en sí a lo que se puede tener alergia, sino a los ingredientes que lo componen. Cada pigmento se consigue mezclando diferentes elementos químicos, naturales y metálicos. El rojo es el color al que más personas presentan alergia.

Como ya mencionamos antes, lleva entre sus principales componentes mercurio, además de sándalo y óxido de hierro. Así que si tenemos algún tipo de sensibilidad y queremos tatuarnos, lo ideal será buscar profesionales que puedan informarnos sobre los riesgos y asesorarnos acerca de cómo evitarlos.

6. No se utiliza solamente una aguja

Al realizar un tatuaje, la piel es perforada por la aguja entre 50 a 3000 veces por minuto. La técnica que el tatuador emplee dependerá del tipo de diseño que queramos hacernos, y para cada acabado usará diferentes tipos de agujas.

Una línea negra fina, para un dibujo delineado, solo requerirá el uso de una aguja. Pero un sombreado o coloreado, que requiere rellenar más área de piel con tinta, requerirá cabezales con más de una aguja. Los hay de hasta 49, que penetran la piel simultáneamente.

7. Dependiendo de la parte del cuerpo donde se haga un tatuaje, este puede aclararse más o menos

El hecho de que un tatuaje sea “para siempre” no implica que no sufra modificaciones y se estropee con el paso del tiempo. Los diseños pueden perder color rápido especialmente en las zonas del cuerpo que están más expuestas al sol y a los roces, por ejemplo. Este es el caso de las manos, los pies, los codos, las axilas o la cara interna de los brazos.

8. También dependiendo de la parte del cuerpo donde se haga, la persona puede sentir más o menos dolor

El umbral de dolor de cada persona es diferente y no todos toleramos el dolor de la misma manera. Hay quienes se tatúan en ciertos lugares y no sienten dolor, mientras que otros, con tatuajes en los mismos sitios que los anteriores, “ven las estrellas” al hacerse los suyos.

Sí que es verdad que hay algunas zonas del cuerpo anatómicamente más sensibles que otras. Por lo general, donde hay más terminaciones nerviosas y menos grasa es donde más duele: las axilas, las costillas, la cabeza, los pies y las manos, entre otras.

9. Los tatuajes a color también duelen más

Dependiendo del color que se esté tatuando, algunos tonos, especialmente los claros, requieren más de una capa de tinte para poder ser visibles de forma adecuada.

Colores como el blanco o el amarillo deben repasarse más de una vez, teniendo que pinchar nuevamente sobre la zona en que ya se había pinchado antes y que ya está adolorida. Además, los colores más claros suelen añadirse al final, como último detalle, cuando la piel está más sensible.

10. Cuanto más oscuro es un tatuaje, más fácil es de borrar

Para eliminar un tatuaje hay que realizar un tratamiento láser que de forma gradual va borrando los pigmentos de color de la piel. La duración y la efectividad del tratamiento dependen de varios factores, como la técnica del tatuador o el lugar del cuerpo, el tamaño y el color del tatuaje. El negro es el más fácil de quitar, mientras que los pigmentos verdes o azules son los más difíciles.

Esto se debe a que el láser emite ráfagas de luz que van rompiendo poco a poco los pigmentos, pero no todos los colores absorben la luz de la misma manera. Muchos la reflejan o repelen, haciendo que el proceso de borrado sea más largo y complicado.

¿Cuál es tu opinión con respecto a los tatuajes?

Comentarios

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yo descubrí hace dos años que soy alérgica a la tinta azul

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