15 Personas que enfrentaron situaciones embarazosas que preferirían olvidar para siempre

Con el paso del tiempo, las ciudades crecen, desarrollan nueva infraestructura y, en algunos casos, se hunden, literalmente. Factores como el cambio climático y el terreno sobre el que se construyen las grandes metrópolis alrededor del mundo juegan un papel esencial cuando de la estabilidad de una ciudad se trata. El peso de los edificios, el volumen de la población y la ubicación geográfica también son factores a tomar en cuenta. Seguramente hayas escuchado que Venecia podría estar bajo el mar en un futuro no tan lejano, pero la ciudad italiana no es la única. Desde joyas asiáticas como Yakarta hasta ciudades vibrantes como la Ciudad de México, estas son 10 ciudades que están desapareciendo lentamente.
Aunque las razones por las que una ciudad se puede hundir dependen del terreno, la posición geográfica y factores como el cambio climático, también existe un fenómeno en común: la subsidencia. Se trata del hundimiento a causa del asentamiento del suelo en las cuencas sedimentarias, las cuales a su vez se producen por el movimiento de las placas tectónicas. Este fenómeno se acelera por la acciones como la extracción petrolera y de agua subterránea.
La ciudad de Yakarta, capital de Indonesia, es una de las ciudades que más rápido se hunde en el mundo. El terreno pantanoso y los 13 ríos que atraviesan su territorio son tan solo dos de los factores que contribuyen a su rápido descenso. La mitad de la ciudad se encuentra por debajo del nivel del mar, y con el aumento de la marea y el incremento en las inundaciones, los expertos están preocupados por el futuro de la ciudad. De acuerdo con estimaciones, para el 2050, más del 90% del territorio de Yakarta podría estar bajo el agua. La zona norte de la isla es la que corre más riesgo, hundiéndose a un ritmo de 25 centímetros al año, más del doble que otras ciudades costeras.
El gobierno de Yakarta está tan preocupado por el estado de la ciudad que aprobó un plan para relocalizar la capital de Indonesia a la isla Borneo. Este proyecto podría tomar alrededor de 10 años y costar más de $30 billones de dólares, pero podría ser la única manera de salvar a los más de 10 millones de residentes de la isla.
Con más de 10 millones de habitantes, la capital de Tailandia se ve afectada por inundaciones que ponen en peligro no solo a sus residentes, sino también a la infraestructura de la ciudad. Hace algunos años, los mercados flotantes y las casas sobre zancos eran parte de los paisajes de la ciudad; era más común encontrar canales en las calles, las cuales ahora son de asfalto, como en muchas otras ciudades modernas alrededor del mundo. Los edificios en Bangkok, además de ser pesados, están construidos sobre suelo arcilloso, otro de los factores que contribuyen a su hundimiento. La extracción excesiva de agua subterránea también se une a la lista.
Si bien ya era un problema en la década de los 70, una ley implementada por el gobierno para prohibir el uso de agua subterránea detuvo el hundimiento acelerado de la ciudad. Sin embargo, el problema ha regresado y ahora, de acuerdo con los habitantes de la ciudad, es difícil encontrar a alguien que quiera financiar proyectos de construcción que, si bien tardarían más de veinte años, podrían salvar a la ciudad y a sus habitantes.
La ciudad de Nueva Orleans se encuentra por debajo del nivel del mar, lo que la pone en una situación delicada, incluso sin tomar en cuenta otros factores que podrían contribuir a su hundimiento. Un estudio del 2016 encontró que algunas áreas de la ciudad se hunden alrededor de 0.5 centímetros por año. Entre las causas que contribuyen a este fenómeno se encuentran la perforación petrolera, la extracción de agua subterránea y el terreno sobre el que la ciudad está construida. Las placas tectónicas debajo de la infraestructura de la ciudad también afectan la firmeza de la tierra, lo que da pie a que el ritmo de hundimiento incremente.
La solución al problema podría ser adoptar un método que los Países Bajos pusieron en práctica hace algunos años: trabajar con la corriente, en lugar de hacerlo en su contra. El programa, conocido como “Espacio para el río”, se trata de dejar más espacio para que los ríos que atraviesan la ciudad puedan fluir con mayor libertad. Los beneficios no son solo para los habitantes de la ciudad, sino también para la naturaleza, pues para que este proyecto funcione, hay que mantener los ecosistemas intactos.
La ciudad de Ho Chi Minh se hunde 16.2 milímetros al año y se estima que, para 2050, podría estar inundada por completo. La extracción excesiva de agua subterránea es la causa líder de este fenómeno, pero la construcción de rascacielos y otros edificios sin una base sólida también contribuye al problema. Otros fenómenos causados por el cambio climático, como las inundaciones extremas y el aumento del nivel de mar, podrían acelerar el problema.
Para enfrentar el problema, la ciudad de Ho Chi Minh podría imitar algunas de las acciones que han tomado islas cercanas. Por ejemplo, en Singapur, los árboles de mangle ayudan a proteger la costa de grandes tormentas al romper las olas y la mayor parte de la costa, además, está protegida por barreras de concreto que protegen a sus habitantes del mar.
La emblemática Ciudad de México se construyó sobre un terreno pantanoso. Hace miles de años, los lagos reemplazaban las calles pavimentadas que hoy en día tienen grietas, están desniveladas y poco a poco se hunden. El mayor problema que enfrenta la ciudad al hablar de por qué se está hundiendo es la extracción de agua subterránea. A medida que se secan los acuíferos subterráneos, el suelo sobre ellos se cimienta y la ciudad se hunde. Además, es necesario perforar más hondo para extraer el agua, y esto también contribuye al problema.
Una solución a corto plazo es difícil de imaginar, pero establecer un plan a largo plazo podría mejorar las condiciones actuales de la ciudad. El enfoque debería ser tratar el agua como un recurso no renovable y analizar la manera en que el crecimiento acelerado de la ciudad contribuyen al hundimiento de la misma.
La ciudad de Dhaka, en Bangladesh, no es la única que se está hundiendo, pero sí es una de las que más rápido lo está haciendo a nivel mundial. Mientras que algunos lugares del mundo se hunden a un ritmo de 3 milímetros por año, la ciudad de Dhaka lo hace a un ritmo de 12. Las razones principales son dos: la pérdida de humedales y la extracción de agua subterránea, y ambas van de la mano. Dhaka solía tener grandes humedales que reabastecían el sistema de agua subterránea. Con la pérdida de ese territorio, el ciclo del agua se interrumpe y los ciudadanos se ven obligados a obtener su agua de otra forma. Por supuesto, esto también se debe al cambio climático.
Si las autoridades no implementan medidas para la preservación de sus ecosistemas y continúan con la urbanización de la ciudad, el problema del hundimiento, y las inundaciones que lo acompañan, solo empeorará hasta el punto de no retorno.
En un paseo por la ciudad de Teherán no es demasiado inusual ver grietas en las calles o edificios que se inclinan ligeramente. Estos problemas en la infraestructura de la ciudad se deben al hundimiento que enfrenta. En un año, el área metropolitana de Teherán se hunde hasta 25 centímetros en ciertas áreas, y es a causa de la extracción masiva de agua subterránea, lo que a su vez provoca que los edificios se asienten sobre suelo inestable.
Aunque los ciudadanos piden a las autoridades que tomen medidas preventivas como invertir en mejores plantas de tratamiento o válvulas que regulen el uso del agua, no han visto cambios significativos que puedan ponerle un alto al problema que enfrentan y que se vuelve más grave año con año.
Quizá la más famosa de las ciudades en proceso de hundirse bajo las olas del mar, Venecia, en Italia, está desapareciendo a un ritmo de 0.2 centímetros al año. Las causas son múltiples: la extracción de agua subterránea, combinada con el incremento del nivel del mar gracias al cambio climático, y el peso de los edificios que compacta el suelo año tras año, son solo tres de las razones principales. Venecia está construida sobre una placa tectónica, lo que no solo contribuye a su hundimiento, sino que también provoca la inclinación de la ciudad. La zona oeste de la ciudad se encuentra a un nivel más alto que la zona este.
Entre las medidas que el gobierno ha tomado para prevenir las inundaciones y el hundimiento de la ciudad, se encuentra el proyecto Mose, una construcción compuesta por 78 puertas móviles colocadas en puntos estratégicos para controlar el flujo del agua. Las barreras se mantienen bajo el agua en momentos de calma, pero se levantan cuando el nivel del agua se eleva por encima de los 110 centímetros.
Shanghai no es la única ciudad de China que enfrenta el problema del hundimiento. En los últimos 100 años, algunas partes de la ciudad se han hundido hasta 3 metros. La tasa de hundimiento varía dependiendo de la zona; algunas áreas se hunden hasta 10 milímetros al año. El problema se remonta a casi un siglo atrás, con la extracción de agua subterránea para solventar el crecimiento urbano y de población en la región. Además, el suelo sobre el que la ciudad está construida la hace más propensa a hundirse.
Afortunadamente, China es una de las naciones que ha liderado la carrera para encontrar soluciones al problema del hundimiento. Sus medidas incluyen mejoras en la planificación urbana, implementación de leyes para el mejor manejo del agua y el uso de tecnologías de punta para monitorear y mitigar el problema.
La ciudad de Manila es una de las más afectadas por el aumento del nivel del mar en el mundo; sin embargo, las zonas costeras también padecen por el hundimiento de la tierra. Mientras la marea sube 13.4 milímetros al año, la ciudad se hunde 10 centímetros en el mismo periodo de tiempo. La razón, como en muchos otros casos en esta lista, es la extracción de agua subterránea, y a ella se suma la rápida urbanización de la ciudad. La costa de Manila solía tener más de 133 mil acres de árboles de mangle, los cuales ayudaban a controlar la marea y eran una barrera contra las tormentas. Hoy en día, solo quedan, 1236 acres, lo que deja vulnerable a la región.
Para evitar quedar sumergida para finales de siglo, la ciudad de Manila debería poner en marcha un plan de prevención que incluya una infraestructura mejorada, un acceso más amplio a la información y el fortalecimiento de sus protocolos de prevención y respuesta ante los fenómenos naturales que la afectan.
El cambio climático es solo uno de los factores que contribuyen al hundimiento de estas metrópolis alrededor del mundo, pero no por eso debemos dejarlo de lado. Es importante pensar en el futuro, pues esta lista podría crecer si no ponemos un alto a las causas de este fenómeno. ¿Conoces alguna otra ciudad en esta situación? ¿Qué crees que debería hacerse para prevenir la aceleración de su hundimiento?