11 Cosas por las que un adulto no debería tener que justificarse ante los demás

El color de uñas rojo sigue siendo un clásico. A pesar de que es bastante brillante y llamativo, no resulta antinatural. Además, los tonos rojos parecen destilar confianza y fuerza.
Y si el rojo vivo te parece demasiado chillón, siempre puedes optar por tonos oscuros y profundos. Quedan muy nobles.
¿Quién dice que las uñas “de toda la vida” no pueden llevar algún diseño? Por supuesto que pueden, pero es importante no exagerar. También es mejor utilizar tonos neutros básicos. Y unos ligeros puntos de purpurina o unas inscripciones cuidadas quedarán muy bien como elementos de diseño.
La manicura “a la antigua” permite utilizar diferentes colores. Lo principal es evitar diseños sobre colores brillantes. Los tonos oscuros y ricos dan una imagen de lujo. Opta por el color azul oscuro.
También puedes experimentar con un tono verde oscuro y rico que recuerde a las piedras preciosas.
Podría parecer que los tonos metalizados no pueden llamarse modestos de ninguna manera. Sin embargo, incluso en esta paleta se pueden encontrar colores que darán un aspecto lujoso y nada pretencioso. Es importante elegir tonos nude neutros, entonces el brillo metálico no estropeará las uñas en un estilo de lujo tranquilo.
La manicura francesa, aunque un poco aburrida, sigue siendo un clásico. Muchas fashionistas que intentan conseguir un “lujo tranquilo” en la imagen, suelen elegirla. No es de extrañar, porque es lacónica, refinada, sin complicaciones. Pero hay un matiz importante: las uñas deben ser cortas.
Desde hace varios años, las fashionistas se han vuelto locas por las manicuras “esmaltadas”. Y esta es una tendencia realmente genial: el brillo perlado queda precioso en casi cualquier tono nude y translúcido. Así que esta manicura es perfecta si quieres unas uñas al estilo de una mujer rica.
Podría parecer que el diseño de uñas está prácticamente fuera de sintonía con la estética del “dinero antiguo”. Sin embargo, el estampado de tortuga es una excepción. Y es que contiene tonos nobles de marrón y ámbar, que fascinan a la vista, pero al mismo tiempo no parecen desafiantes. Esta manicura parece cara, elegante y atrevida.
Hablamos, por supuesto, de diferentes variaciones de colores beige y marrón. Quedan bien con cualquier conjunto y para cualquier ocasión, y no llaman demasiado la atención. Se trata de una capa densa, en la que el color cubre totalmente la placa de la uña. A diferencia del blanco puro, que parece barato, los tonos beige y marrón, por el contrario, añaden una nota de sofisticación y riqueza.
También puedes experimentar con tonos cálidos, como el melocotón.
Quizás nada parezca tan caro como un acabado translúcido en tus uñas. Es la manicura más “natural” de todas las posibles. Parece como si se hubiera añadido un expresivo brillo a unas uñas normales, convirtiéndolas en un auténtico lujo. Si no tienes ni idea de qué diseño hacer, este recubrimiento minimalista será apropiado en cualquier situación y con cualquier look.