12+ Revelaciones espeluznantes que no dejan indiferente a nadie

¿Alguna vez te has preguntado qué pasa con esos niños que nunca escuchan un “no”? No, no es solo que sean tercos o tengan un mal humor, es que en casa nunca les pusieron límites claros. Y lo peor es que muchas veces terminan convirtiéndose en adultos que no son muy comprensivos cuando la cosas no les salen como quieren y hasta vuelven a hacer uno que otro berrinche. Aquí te contamos por qué decir “no” es más importante de lo que crees, y cómo hacerlo sin complicarte la vida.
Hay varias razones por las que decir “no” es más que necesario:
1. Los niños en realidad quieren que les pongan límites. Podría parecer que no, pero los niños responden mejor cuando sus padres les indican límites claros, pues esto les da estructura y consistencia en su día a día.
2. Decir “no” les puede servir de lección. La vida familiar puede ser muy diferente a la vida en el exterior, por eso es necesario que los niños aprendan que no siempre podrán obtener lo que quieren, así será más fácil que acepten un “no” cuando están fuera de casa.
3. Les enseña a tener más paciencia. A veces un “no” significa más un “después”, y dejarlo claro puede ayudar a que los pequeños entiendan que de vez en cuando tenemos que esperar un poco más para obtener lo que queremos.
4. Les ayuda a comenzar a aprender a lidiar con momentos incómodos. Por ejemplo, cuando se sienten decepcionados. Es normal que se sientan derrotados al recibir un “no” como respuesta, pero esto les puede ayudar a aprender a lidiar con esa emoción y eventualmente, a encontrar formas de manejar sus sentimientos.
5. Aprenden a respetar a sus padres, y a otros adultos. Esta será una parte importante de su crecimiento, pues al estar en espacios fuera de casa, podrán tener una relación más saludable con otras personas a través del respeto.
Como mamá o papá, a veces decir que no puede ser complicado, pero el primer paso para incorporar este límite a tu día a día puede ser entender que no siempre tiene que ser una palabra que se diga en tono serio, o casi como un regaño. Puedes decir “no” con un tono amigable, mantener el contacto visual, o hasta cantarlo.
Estos son algunos tips que puedes poner en práctica, sobre todo si te cuesta un poco decir que no:
1. Explica qué es lo que sí quieres que haga, en lugar de decir solo “no”. Así, en lugar de decir: “No, no estés empujando a tu hermana”, podemos intentar con: “Por favor no juegues así con tu hermana, por ahora ella prefiere leer”.
2. Usa distintas palabras. Tal vez no tenemos que decir “no” explícitamente, podemos decir, por ejemplo: “Vamos a detenernos un momento y qué te parece si pensamos por qué hacer esto no es una muy buena idea”.
3. Ofrece una alternativa. Si decir “no” generalmente lleva a un berrinche, puedes intentar esta opción. Por ejemplo, cuando quieren seguir jugando en el parque, aunque ya es hora de irse, en lugar de decir “No, no nos vamos a quedar más tiempo”, podemos dar otra opción: “Ya estuvimos en el parque por varias horas, ¿qué te parece si vamos a casa, comemos algo, y después nos ponemos a ver una película juntos?”
4. Dales una razón. Decir solo “no” a todo puede causar confusión, recuerda que los niños muchas veces prefieren entender el “por qué” de las cosas. “Ya casi va a comenzar a llover, y si nos mojamos podríamos enfermarnos, así que es mejor ir a casa antes de que llueva, ¿verdad?”
Al final, decir “no” puede ser un acto de amor y enseñanza que prepara a los niños para enfrentar la vida real. Sin límites claros, crecen pensando que todo gira a su favor, y eso puede traer problemas grandes después. Así les damos la oportunidad de ser adultos más fuertes, pacientes y respetuosos.
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