10 Tips que podrían ayudarnos a decirle adiós a la piel grasa y hacerla lucir bonita de nuevo
No hay nada como lucir un rostro fresco y radiante en nuestro día a día. Sin embargo, a algunas personas nos pasa que, al mirarnos al espejo, encontramos imperfecciones o notamos que nuestra cara luce brillosa. A veces, hace falta más que maquillaje para que se vea sana y natural. Es posible que muchos de nuestros hábitos estén jugando en contra de nuestro aspecto sin que nos demos cuenta. Por eso, a continuación te hablaremos sobre cuestiones que podrían estar favoreciendo la aparición de grasa en nuestra cara y te diremos cómo puedes evitar esto, según las recomendaciones de expertos.
1. Cambiar las sábanas
Sin que nos demos cuenta, nuestro cuerpo desprende unas 30 000 células de la piel cada hora mientras dormimos. Este proceso causa un gran impacto en nuestras sábanas, ya que los ácaros del polvo se alimentan de estas células muertas de la piel.
También el sudor se va acumulando en las sábanas. Por lo que, para evitar la acumulación de bacterias y ser propensos a granos o acné, lo ideal es cambiarlas una vez a la semana. La fricción del cuerpo con unas sábanas sucias puede llegar a irritar la piel.
Por otra parte, trata de evitar el poliéster en tus sábanas, ya que puede causar problemas en la piel o empeorarlos, provocando sarpullidos, picores, rojeces, eccemas y dermatitis.
2. Usar maquillaje ligero
A veces, nos encontramos con maquillaje clasificado como limpio y natural, pero eso no garantiza que las fórmulas que sus fabricantes usan sean seguras. Para ello, se recomienda leer bien los ingredientes que cada producto contiene, como lo hacemos con los alimentos cuando vamos al supermercado.
“Un buen maquillaje debe dar el aspecto que promete, estar bien durante todo el día y no sentirse pesado en la piel para que no te distraiga y puedas concentrarte en vivir tu vida”, comentó una experta.
3. No autorrecetarse vitaminas y suplementos
En algunas ocasiones, muchos nos dejamos llevar por la publicidad, o se nos hace fácil adquirir un producto de venta libre, especialmente cuando se trata de vitaminas. Pero algunas de estas, como la B12, pueden provocar acné. Por eso, lo mejor es consultar con un médico antes de invertir en un producto del que desconocemos sus efectos secundarios, por muy beneficioso o natural que parezca.
4. No consumir lácteos en exceso
No todos podemos resistirnos al delicioso sabor del queso, un buen yogur o un vaso de leche. Sin embargo, estos productos que parecen inofensivos pueden afectar a nuestra piel y causar brotes, todo debido a las hormonas que las proteínas de la leche liberan, que son el suero y la caseína.
Aunque no todos los productos lácteos pueden afectar a nuestra piel, algunos estudios han señalado que la leche desnatada es el desencadenante más probable del acné.
5. Mantener tu piel hidratada
Algunos dermatólogos aseguran que no hay suficientes investigaciones que respalden la idea de que beber agua suponga una gran diferencia en el aspecto de la piel. “Es un mito que beber agua ayuda a mantener la piel hidratada”, afirmó uno de ellos. “No hay datos que respalden la idea de que beber un vaso de agua ayuda a hidratar la piel. La única advertencia es que si se está muy deshidratado, eso pasará factura a la piel”, continuó.
En lugar de depender en gran medida del agua para mejorar el aspecto del cutis, la dermatóloga y cirujana certificada Margarita Lolis recomienda adquirir los siguientes hábitos para mantener la piel hidratada:
- Utilizar un limpiador suave en lugar de jabón.
- Evitar los productos de cuidado de la piel que contengan alcohol.
- Evitar la exposición al aire seco, quizá utilizando un humidificador.
- Evitar las duchas largas y calientes o lavar los platos con guantes, limitando la exposición al agua muy clorada.
- Aplicar una crema corporal después de la ducha o una crema de manos en las extremidades luego de lavarlas.
- Incorporar ácido hialurónico a nuestra rutina de cuidado de la piel.
6. Cuidarnos de los cambios de clima
Nuestro cuerpo reacciona a los cambios de clima. Cuando el aire se enfría, los niveles de humedad bajan. Y a la piel le gusta estar hidratada, por lo que la falta de humedad puede causar rápidamente una irritación no deseada. Los tejidos secos o con tendencia al acné pueden empeorar si la piel está deshidratada.
Por el contrario, si nos exponemos a un clima cálido y húmedo, la piel puede sentirse más grasosa, puesto que más aceites se acumulan en su superficie. Así que, los siguientes consejos podrían ayudarnos a adaptarnos y vencer los problemas habituales de la piel:
- Evitar las duchas calientes y bañarse con agua tibia para prevenir la sequedad e irritación.
- Hidratarse. Cuando haga más frío, usar cremas hidratantes con ácido hialurónico para retener la humedad. Y cuando haga más calor, usar una crema hidratante ligera.
- Siempre aplicar una crema hidratante facial con FPS para prevenir los daños por el sol.
7. Aprender a manejar el estrés
Es probable que no haya persona exenta de estrés y ansiedad. Desafortunadamente, cuando nos sentimos estresados o ansiosos, nuestro cuerpo segrega una hormona que se llama cortisol. Esta genera inflamación y, a su vez, aumenta la producción de aceite, lo que puede provocar piel grasa y acné. Lo mejor será tomar un descanso en cuanto exista la posibilidad y tratar de no estresarnos tanto.
8. Evitar la luz azul de nuestros dispositivos
Tanto nuestros dispositivos electrónicos como las luces led desprenden una luz azul que, en exceso, puede dañar la barrera protectora de nuestra piel y enviarle una señal para que produzca más sebo protector. Los tejidos pueden responder a esto de manera excesiva. Lo mejor será usar estos aparatos menos tiempo, a fin de mantener sana nuestra piel.
9. No excedernos con las rutinas de belleza
Las rutinas para el cuidado de la piel, conocidas también como skin care, están muy de moda. En el mercado existe un sinfín de productos para satisfacer nuestra necesidad de proteger nuestra piel. Y eso está bien. Lo más importante, según expertos, es que, en lugar de centrarnos en la cantidad de artículos que aplicaremos, nos enfoquemos en el tipo de productos que utilizaremos.
Una rutina ideal para cualquier persona que quiera empezar a cuidar su piel debe incluir:
- Un limpiador
- Uno o dos sérums
- Una crema hidratante
- Un protector solar
10. Comer bien
De acuerdo con expertos, el consumo excesivo de azúcares, grasas saturadas o el exceso de sal puede provocar inflamación y acné. Para minimizar estos problemas, se recomienda:
- Reducir las grasas saturadas e hidrogenadas de las margarinas y los alimentos procesados.
- Eliminar de la dieta la comida chatarra y los alimentos ricos en azúcar, como los pasteles y las galletas.
- Comer más verduras crudas, cereales integrales, fruta fresca y pescado.
- Consumir alimentos ricos en selenio, como nueces de Brasil, anacardos, atún fresco, semillas de girasol, nueces y pan integral.
¿Cómo luce tu piel en estos momentos y cuál es tu rutina para mantener tu rostro sano? Compártenos tus tips en los comentarios.