10 Medicinas de la antigüedad que nos hacen agradecer el paso del tiempo
La evolución de la medicina ha tenido un largo recorrido con procedimientos que al día de hoy son impensables. Por ejemplo, a finales de los años 90 del siglo 19, se utilizó vaselina para tratar el relleno de arrugas, mejillas y aumentos mamarios. Desafortunadamente, la historia nos ha enseñado que estos tratamientos suelen ser inefectivos o perjudiciales, aunque hayan sido tendencia en ese momento.
¿Cuál es el tratamiento “casero” o natural para la salud que usan en tu familia? ¿Cuál crees que fue el invento médico más innovador?
1. Transfusiones de leche
A finales del siglo XIX, se creyó que la leche era el sustituto “perfecto” de la sangre, ya que creían que, si inyectaban este líquido por las venas, sus cualidades grasas se convertirían en glóbulos blancos. Sorprendentemente, algunos casos con este procedimiento salieron bien, pero muchos otros tuvieron pésimos resultados.
2. Bilis de elefante para tratar el mal aliento
En la antigua China, convertían la bilis de elefante en pastillas para usarlas como medicina. Al principio, se introdujo para mejorar la agudeza visual, pero también la utilizaban para tratar otras enfermedades oculares. Además, también pensaron que era eficaz en el tratamiento de infecciones en la piel. Y, cuando se diluía con agua, la empleaban para hacer gárgaras y así aliviar la halitosis.
3. Uso del mercurio para la inmortalidad
El mercurio es conocido por sus propiedades tóxicas, pero antiguamente se utilizaba como un elixir común y medicina tópica. Una de las víctimas más famosas fue el primer emperador chino, Qin Shi Huang, que quería vivir para siempre. Se pensaba que el emperador había consumido sulfuro de mercurio con la esperanza de prolongar su vida.
4. El sangrado como primer tratamiento
Durante miles de años, se creyó que las enfermedades eran el resultado de un poco de “mala sangre”. Influyentes como Hipócrates y Galeno, decían que el cuerpo humano estaba lleno de cuatro sustancias básicas (sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra) que debían estar en equilibrio para mantener una buena salud.
Entonces, a los pacientes con cualquier malestar, le diagnosticaban un “exceso de sangre”. Y para restaurar su armonía corporal, el médico cortaba una vena y drenaba su fluido vital en un recipiente.
5. Triaca como la cura para todo mal
El rey Mitrídates VI intentó volverse resistente a los venenos por el miedo de ser envenenado por sus enemigos. De esta manera se terminó creando el “mitrídate”, una medicina que combinaba múltiples ingredientes para crear un antídoto potente para todos los venenos conocidos, como los de las mordeduras de serpientes.
En el siglo I d. C., el medicamento llegó a Roma, y se mejoró con 64 ingredientes, que incluían varios minerales, hierbas, venenos, y carne y sangre animal, todos combinados con miel y cuyo nombre final fue el de “triaca”. En la Edad Media, se convirtió en un remedio patentado, pero en el siglo XVIII se excluyó del uso médico porque los ingredientes reaccionaban entre sí y perjudicaban la salud.
6. Cálculos biliares de buey para enfermedades infantiles
En las dinastías antiguas de China, usaban cálculos biliares de buey como tranquilizante y sedante. También se creía que tenían éxito en la curación de enfermedades infantiles como convulsiones por fiebre, diarrea y vómitos.
7. Meterse en una ballena muerta para el reumatismo
En 1899 hubo un hotel en Australia que albergaba gente que sufría de reumatismo, enfermedad caracterizada por inflamación y dolor en las articulaciones y músculos. El tratamiento consistió en llevar a los pacientes enfermos en un remo hasta una ballena ya muerta.
A esta, se le hacía una fosa estrecha en el cuerpo, y en ella se colocaba a la persona acostada. La grasa de la ballena se cerraba alrededor del cuerpo del individuo y tenía que permanecer dos horas allí dentro. Este proceso supuestamente aliviaba el dolor y la inflamación.
8. Oler gases intestinales
Durante la Gran Peste de Londres, algunos médicos pensaron que un gas potente podría contrarrestar la exposición a la plaga, y por eso recomendaban a las personas que tiraran sus gases intestinales en frascos, así, cada vez que la pestilencia aparecía en el vecindario, la gente los debía abrir y aspirar para sentirse mejor.
9. Pan mohoso para desinfectar
El antiguo Egipto fue una de las civilizaciones más grandes y también el hogar de muchos de los mayores logros del mundo antiguo. Los médicos egipcios colocaban pan mohoso en cortes, manteniendo las heridas limpias y permitiendo que sanaran.
Esto quizás funcionó, porque el moho del pan generalmente produce penicilina, que destruye las bacterias. La penicilina todavía se aplica ampliamente en el campo de la medicina el día de hoy.
10. Parafina como inyección cosmética
Hoy en día, los médicos utilizan bótox y colágeno para rejuvenecer los rostros. Pero el siglo XIX, en el intento por mantener la apariencia juvenil o mejorar algunos “defectos” en el rostro, algunos médicos usaban inyecciones de parafina para suavizar las arrugas o aumentos faciales.
Así se convirtió en el primer agente de relleno inyectable y conocido. Su uso se abandonó tras describirse complicaciones en la salud de los pacientes.