12 Enternecedoras historias que solemos ver solo en películas, pero la vida real es mucho mejor

Antes de todos los avances que existen hoy en día hubo costumbres que no eran del todo salubres. En estos tiempos, proponer algunas de ellas sería un escándalo. Muchos de nosotros podemos relajarnos y alegrarnos por haber nacido en una era un poco más armónica para nuestros sentidos y también mucho más saludable.
¿Qué es lo más antihigiénico que has escuchado que alguien hizo o que has visto a alguien hacer?
Antes de que existieran los cuartos de baño como los conocemos hoy en día, las personas tenían unas ollas de cerámica o peltre debajo de la cama. Allí, si se paraban por la noche para hacer sus necesidades, solo la tomaban y hacían ahí mismo, sin tener que caminar un paso. Al día siguiente, la vaciaban.
En años pasados no existía el papel de baño como lo conocemos ahora, así que las personas utilizaban su ingenio para arreglárselas. Se llegó a usar hojas, pasto, mazorcas de maíz, la piel de la fruta, entre otras cosas. Igualmente, algunos utilizaban lo que tenían a la mano porque, literalmente, se limpiaban con la mano. Las personas con poder adquisitivo o de la realeza usaban lana, cordón o cáñamo.
En la época victoriana eran bastante populares las pelucas; estaban de moda las de color blanco, tanto que incluso usaban talco para blanquear, ya fuera la peluca o su propio cabello. Pero el uso de estas pelucas hizo que sus usuarios desarrollaron llagas en el cuero cabelludo y también ocasionaron muchos piojos.
Desde la antigüedad se han usado remedios naturales para aliviar algunas enfermedades y dolores. Hasta la fecha, dar a luz puede ser doloroso, pero en el pasado esto podía llegar a ser más incómodo. Algunas de las cosas que se usaban era aceite de rosas, vinagre y azúcar para beber, y aplicando cataplasmas de marfil o estiércol de águila para aliviar su dolor.
Hoy en día existen no solo toallas sanitarias como producto menstrual, también tampones, la copa menstrual y calzones absorbentes. Pero antes, lo que uno usaba para esto era musgo. Lo que se hacía era doblarlo en una tela y colocarla dentro de la ropa interior.
En la actualidad, las personas con pecas las muestran con orgullo y esto es celebrado. Pero, antes, no eran bien vistas y preferían hacer lo posible por removerlas. Un producto que se vendía prometiendo que esas pecas desaparecerían fueron píldoras con arsénico. Y, aunque en la época victoriana las personas sabían que este producto era dañino, pensaban que en pocas cantidades no podía pasar nada.
Para ocultar el mal olor, ya fuera por el poco baño o mala higiene, las personas optaban por usar ramilletes de hierbas y flores. Esta costumbre se hizo muy popular y muchas personas lo utilizaban.
Dicen que “las cejas son el marco de la cara” y las mujeres de antes lo sabían. Por eso mismo, era un ideal de belleza tenerlas pobladas, pero antes no había productos que podían hacer el cabello crecer o el famoso microblading. No, antes, la técnica era pegarse piel de ratón con pegamento de pescado.
Los romanos tenían cierto conocimiento de que el plomo era un material tóxico; sin embargo, creían que usarlo poco no haría mucho daño. Ellos utilizaban el plomo como tubería económica y confiable para la red de plomería de Roma y de ciudades provinciales del imperio. Se utilizaron láminas de plomo para revestir los canales de los acueductos romanos. Pero lo que no entendían era que el uso de este, por muy poco que fuera, si era seguido, podría traer muchos problemas de salud.
Solía haber baños públicos porque las casas no tenían la infraestructura para uno propio. El deseo de una buena higiene estaba ahí, pero la técnica carecía de esta. Los baños solían tener agua de muchos días, ya que no la cambiaban a menudo. Así que básicamente se estaban bañando en agua con suciedad.
Hoy en día se pueden visitar estos baños, pero son museos, está prohibido bañarse en ellos.