Al observar cómo actúan los más adinerados, es imposible no preguntarse qué es lo que los hace tan diferentes del resto. ¿Es su forma de pensar, sus decisiones diarias o simplemente un golpe de suerte? Aunque muchos de ellos no nacieron en cuna de oro, han logrado acumular riquezas y construir vidas muy distintas a las nuestras. A través de 11 escenarios cotidianos, exploraremos como ricos y pobres ven la vida de maneras completamente opuestas, desde las pequeñas decisiones hasta los grandes lujos, mostrando que la perspectiva lo cambia todo.
1. Una persona de negocios defiende sus intereses incluso en las pequeñas cosas
2. Una persona adinerada no se avergüenza de decir honestamente que el precio del artículo es injustificadamente alto
3. Algunos se esfuerzan por conseguir más y encontrar soluciones, mientras que otros se limitan a consolarse con el hecho de que otros tienen lo mismo
4. Los millonarios no prestan dinero muy a menudo
5. La gente que realmente gana dinero no suele darlo simplemente “porque es vergonzoso no darlo”
6. Una persona con mentalidad de rico antepone sus propios intereses a los de los demás
7. Los emprendedores natos invierten en lo que genera ingresos, y la gente común invierte en lo que genera gastos
8. Las personas de bajos ingresos organizan todo un festín en detrimento de su billetera, mientras que los acaudalados se limitan a invitar a tomar el té
9. Los que saben trabajar y ganar dinero entienden la importancia del descanso
10. Los millonarios nunca tienen dinero “sobrante”
11. Las personas que han hecho una fortuna siempre controlan sus gastos