11 Características de tu popó que no deberías pasar por alto
Hacemos de todo para estar saludables. Le prestamos atención a lo que comemos, a nuestras horas de sueño, hasta a la ropa que usamos. Sin embargo, nuestro cuerpo tiene formas de comunicarse, las cuales, si sabemos cómo leerlas, pueden ser de mucha ayuda para nuestra calidad de vida. En este sentido, a menudo nos olvidamos de las heces. Normalmente, son un tema del que nadie quiere hablar, pero hoy te compartiremos algunas razones sobre por qué deberías prestarles más atención.
1. Deposiciones de color blanco
Las heces de color blanco o arcilla son anormales y pueden indicar un problema de salud grave, ya que ese tono se debe al hecho de que el hígado no produce bilis o esta no fluye al intestino delgado para descomponer los alimentos. La bilis es un líquido digestivo crucial producido por el hígado que se almacena en la vesícula biliar y que da a las heces su color marrón normal durante la digestión.
Las enfermedades hepáticas, como la hepatitis o la cirrosis, pueden ser las causas de las heces blancas. Además, ciertos medicamentos y sustancias, como el bario utilizado en radiografías del tracto digestivo y ciertos antiácidos que contienen hidróxido de aluminio, también pueden decolorar las heces. Si se producen excrementos blancos, es importante buscar atención médica inmediata para descubrir la causa subyacente.
2. Deposiciones de color verde
Empecemos por señalar un hecho importante: no eres el único que ha notado un toque verde inesperado en su deposición después de ir al baño. Según el Dr. Lee, el color y la tonalidad de las heces pueden variar de un día a otro, y esto es algo normal, ya que las cosas cambian constantemente. Ahora bien, ¿qué puede causar estos cambios?
- El consumo de alimentos verdes, como el brócoli, la col rizada y la espinaca, es la explicación más probable de por qué produces heces verdes. La clorofila que les da a estas verduras su color verdoso también puede teñir tus heces.
- El consumo de antibióticos puede afectar la digestión y cambiar el color de las heces. Esto se debe a que estos medicamentos pueden alterar la flora bacteriana en el intestino, lo que puede resultar en un tinte verdoso en el excremento. Además, algunas medicinas pueden causar malestar estomacal y producir diarrea con un tono verdoso debido a la presencia de bilis.
- Los cambios en el color de las heces también pueden ser un signo de una posible infección o problema de salud. La presencia de un tono verdoso podría ser una señal de una infección bacteriana, viral o parasitaria en el cuerpo, lo que puede generar una respuesta de tránsito rápido del contenido intestinal y bilis no absorbida. En tales casos, esta y otros fluidos no son absorbidos adecuadamente en el intestino, lo que puede resultar en heces verdes o acuosas.
3. Deposiciones de color amarillo
El color marrón de las heces se debe a la presencia de bilirrubina y bilis. La bilirrubina se produce en el hígado a partir de los glóbulos rojos y se mezcla con la bilis en la vesícula biliar antes de pasar a los intestinos, donde las bacterias la descomponen y la excretan en las heces o la orina.
Una de las razones más comunes de las heces de color amarillo es una dieta muy saturada en grasas. Sin embargo, estas pueden ser causadas por varios trastornos de salud. Según los expertos, estos incluyen afecciones del hígado y la vesícula biliar, trastornos del páncreas, enfermedad celíaca, síndrome de Gilbert, giardiasis, estrés y dieta.
4. Deposiciones de color negro
Las heces negras pueden ser el resultado del consumo de alimentos y bebidas de color oscuro, como la remolacha y la cerveza oscura, o de suplementos como el hierro. Sin embargo, también pueden ser una señal de sangrado en el tracto gastrointestinal superior.
Si las heces son negras y tienen un olor desagradable, esto puede indicar un problema de salud subyacente, como una úlcera péptica, gastritis, inflamación, pólipos en el colon o cáncer de colon. Si este es el caso, es importante que consultes a tu médico, quien puede recomendar una endoscopia o una colonoscopia para encontrar la fuente del problema.
Si bien las heces pueden tener diferentes tonos de marrón, si se vuelven negras, es importante investigar la causa. La sangre negra en ellas generalmente proviene de la parte superior del tracto gastrointestinal y puede tener un mal olor.
5. Deposiciones de color amarillo rojizo
Defecar heces rojas puede ser confuso y preocupante. Aunque en ocasiones puede deberse al consumo de alimentos rojos o colorantes como el Pepto-Bismol, que contiene bismuto, también puede ser una señal de sangrado en el tracto gastrointestinal inferior. Las causas de esto último pueden ser hemorroides, fisura en el colon o signos de inflamación en los intestinos, sangrado en el estómago o intestinos, y cáncer.
Si observas estrías rojas brillantes en el papel higiénico o en el inodoro y presentas dolor o picazón anal, es probable que se deba a hemorroides o fisuras anales. También podría deberse a una inflamación en los intestinos, como la ocasionada por la enfermedad inflamatoria intestinal.
Sin embargo, si las heces rojas están acompañadas de fiebre y malestar, o si la sangre parece grumosa como café molido, los expertos recomiendan llamar al médico de inmediato, ya que puede ser una señal de una hemorragia interna en el tracto digestivo o cáncer de colon.
6. Deposiciones en forma de popó de cabra
Si tus heces son pequeñas, duras y en forma de bolitas, probablemente estés experimentando estreñimiento o una frecuencia reducida de movimientos intestinales. Esto suele suceder cuando la dieta es baja en fibra. Otros factores que pueden influir en esto incluyen la hidratación y la actividad física. Además, el estreñimiento puede ser causado por ciertos medicamentos o condiciones médicas que afectan el funcionamiento de los intestinos.
7. Heces agrietadas
Si tus heces tienen forma de salchicha con grietas en la superficie, es posible que estés experimentando estreñimiento ligero debido a una dieta pobre o por pasar mucho tiempo sentado. Estos excrementos son comunes en casos de estreñimiento funcional (causado por la dieta o estilo de vida) y pueden indicar que las heces han estado en el intestino durante unos siete días antes de ser eliminadas.
8. Heces suaves y lisas
Las heces saludables suelen tener una forma cilíndrica parecida a una salchicha, con un ancho similar al de un plátano y una longitud de entre 10 y 20 cm. Al eliminarse, deben mantener su forma y tener la cantidad adecuada de agua y nutrientes. Una consistencia similar a la de un helado suave es ideal. Además, tener un sistema intestinal sano y normal implica evacuar cada uno o tres días.
9. Heces en forma de gota
Cuando las heces tienen una consistencia suave y caen en forma de pequeñas gotas con bordes definidos, se considera que están ligeramente sueltas. Es normal que las personas que van al baño dos o tres veces al día experimenten este tipo de evacuación, especialmente después de las comidas principales. Las heces suaves en forma de gota se eliminan fácilmente y sin esfuerzo.
10. Heces con bordes poco definidos
Las heces suaves con trozos esponjosos son una etapa temprana de la diarrea. Esto puede ocurrir cuando el colon expulsa la materia fecal rápidamente debido a un cambio repentino en la dieta o en el nivel de actividad física, o al experimentar situaciones estresantes. Cuando se presentan heces blandas, puede ser difícil controlar la urgencia o el momento de la defecación.
Cuando el cuerpo experimenta estrés o no está acostumbrado a una dieta y un estilo de vida saludables, puede expulsar las heces más rápido de lo normal. Si estas no permanecen el tiempo suficiente en los intestinos, no se procesan adecuadamente y pueden contener agua y nutrientes que aún no se han absorbido.
11. Popó líquida
Cuando la materia fecal se vuelve líquida y se expulsa sin control, se encuentra en una etapa avanzada de la diarrea. Esta afección es causada por la irritación del intestino delgado, que hace que el líquido pase a través del cuerpo sin ser procesado adecuadamente. Aunque parte de este puede ser absorbido por el intestino grueso, la mayoría se acumula en el recto y provoca una diarrea repentina y abundante.