11 Mitos de supervivencia que no son realmente funcionales en la vida real

Consejos
hace 2 años

Podemos aprendernos de memoria todos los capítulos de programas de televisión como A prueba de todo. Pero a la hora de la verdad, cuando nos encontramos en situaciones extremas, la mayoría de las personas haríamos hasta lo imposible para sobrevivir y sacar al Bear Grylls que llevamos en el interior.

En Genial.guru reunimos 11 consejos de supervivencia que hemos escuchado durante años, los cuales, de hecho, no funcionan en la vida real.

Mito 1: succiona la herida de la mordedura de una serpiente para extraer el veneno

Hay dos tipos de venenos: los neurotóxicos, que son los que afectan el sistema nervioso, y los hemotóxicos, que afectan a los tejidos. Si la mordida es hemotóxica puede afectar de tal manera que si succionas con la boca este tipo de veneno, puedes llegar a causar daños severos.
La manera de atender una mordedura de una serpiente es calmando al afectado para que baje la propagación del veneno y asegurarte de conocer los rasgos del animal para que cuando lleguen los médicos, puedan agilizar la búsqueda del antídoto adecuado.

Mito 2: hazte el muerto cuando sientas que vas a ser atacado por un oso

Esta técnica de supervivencia no es cierta pero tampoco falsa, todo depende del tipo de oso con el que te encuentres. Puede llegar a funcionar solo con el grizzly, pero más que hacerse el muerto, el truco consiste en demostrar que no eres una amenaza.
Según los expertos, la mejor manera de defenderse es rociando gas pimienta antes de que el animal se acerque, y si ya está muy cerca, golpearlo con objetos o dar patadas.

Mito 3: encontrar comida es prioridad si estás en un entorno extremo

Para nada, lo importante al momento de sobrevivir es el agua. Podemos pasar 3 semanas sin comer, siempre y cuando tengamos agua para hidratarnos. Esto también depende del estado físico de la persona, pero sin este líquido, lo máximo que podemos durar son 3 días.

Mito 4: el líquido de un cactus puede salvarte de morir de sed

Hay que tener en cuenta que los cactus, como cualquier otro ser vivo en el desierto, protegen a toda costa sus reservas de agua. La espina es la protección más obvia, pero también contienen ácidos y alcaloides que son potentes químicos, por lo que no deben tomarse a la ligera. Son demasiado ácidos para que la mayoría de los humanos puedan ingerirlos y perjudican a los riñones.
Pero afortunadamente tenemos excepciones en algunos tipos de cactus junto con sus frutos (la tuna y el barril de anzuelo o Ferocactus wislizeni). No son los más agradables de comer, pero tienen niveles menos concentrados de químicos perjudiciales y podrían dar un poco de hidratación en casos extremos.

Mito 5: el musgo de un árbol indica dónde está el norte

Este mito se creó para ayudar a las personas perdidas a encontrar el norte de alguna manera. Pero sabemos que si nuestra vida depende de un mito es preferible confirmarlo antes de lanzarnos a la aventura.
Aunque es más probable que el musgo crezca en el lado norte o sur, depende de en qué hemisferio te encuentres, ya que puede aparecer hacia el norte si estás en el norte y hacia el sur si te encuentras en el sur. El crecimiento del musgo depende de las condiciones en donde se halle. Lo indispensable es la sombra.

Mito 6: mantente alejado de cualquier vida animal

Siendo el agua lo más importante para la supervivencia en situaciones extremas, los animales nos pueden ayudar a encontrar esa fuente tan preciada. Solo hay que saber a cuáles seguir.

  • Una colmena de abejas es una buena señal, ya que estas no pueden vivir sin agua. Encontrar una indica que el líquido no está más lejos de 5 kilómetros.
  • Si ves un camino de hormigas que sube a un árbol y desaparece, quiere decir que dentro hay un depósito de agua dulce. Se debe meter un palo para verificar si sale húmedo y luego abrir con cuidado desde el hueco.

Mito 7: si alguien sufre de congelamiento, lo mejor es frotar la piel o darle un baño caliente

En casos extremos, lo más recomendable es conseguir atención médica. Frotar la piel y calentar de manera directa, ya sea con agua caliente o cualquier fuente de calor, está contraindicado porque puede causar más daño en las zonas congeladas.
Lo más recomendable es tratar de moverse a un lugar más caliente para empezar el proceso de calentamiento. Debe ser lento y no agresivo. Quitar la ropa mojada y cubrir el cuerpo con ropa seca y suave o con mantas para ir subiendo la temperatura de la persona es una de las opciones. También se recomienda dar baños, pero con el agua a 37-39 °C por 30 minutos y repetir por lo menos 2 veces al día, hasta que se vea que la piel ya tiene un color más natural.

Mito 8: si un tiburón te ataca, golpéale la nariz

La nariz de los tiburones no es tan sensible como las branquias y los ojos. No es una buena idea golpear esa zona en un ataque. Si puedes mantener la calma y llegar a los ojos, puede que llegues a aturdir al animal.
Pero lo mejor siempre es evitar el ataque. Tratar de nadar a la orilla o a un bote sin hacer movimientos bruscos que hagan que el agua salpique es la mejor manera de conseguirlo.

Mito 9: nada siempre en paralelo a la costa si te arrastra la corriente

Las corrientes de resaca son un canal de agua revuelta. Por lo general son de un color diferente al resto del agua, tienen una franja de espuma y se mueven en contramano de la costa. Si se ven estas características, lo mejor es evitar tener contacto con el agua.
Pero si te encuentras en una corriente de resaca, permanece en calma y trata de mantenerte a flote. No intentes nadar porque esto hará que te canses más rápido. El agua por sí sola te arrastrará a la orilla si estás cerca de ella; de lo contrario, levanta los brazos para que los socorristas vayan a ayudarte.

Mito 10: construir un refugio es la mejor opción para estar seguros

Hay que evaluar en qué situación te encuentras para saber cuál sería el refugio que te salvaría la vida. Este no solo debe brindarte protección física, sino también psicológica, ya que lo importante no es la comodidad, sino pasar la noche un poco más seguro.

  • Si estás en un lugar seco, se puede hacer un hueco en la tierra y cubrirlo con palos o cualquier elemento que lo proteja.
  • Si está lloviendo o húmedo, entonces hay que levantar el cuerpo del suelo, ya sea debajo de un árbol denso o arriba de un árbol muerto que se encuentre en el piso para dejar que el agua fluya por debajo.
  • Si encuentras una cueva, entra solo un poco para evitar perderte o ser atacado por aquellos animales que también buscan refugio.

Mito 11: comer mucha nieve puede hidratarte

A diferencia de lo que se cree comúnmente, comer nieve puede llegar a enfermarte. Al ver la nieve creemos que si todavía no ha tocado el suelo, no debería de haber ningún problema al comerla.
Pero las partículas contaminantes se encuentran en el aire. Por lo tanto, las bacterias se adhieren a los copos cuando ni siquiera han tocado el suelo. A esto se le suma que puede llegar a bajar considerablemente la temperatura del cuerpo.
Pero si es la única opción disponible en un caso extremo, consumir hielo duro puede disminuir los riesgos. Lo ideal sería derretir y purificar la nieve, asegurándose de que sea lo más blanca y pura posible.

¿Qué otro mito de supervivencia conoces que parece lógico, pero que en realidad está contraindicado? ¿Cuál es el caso de supervivencia más cercano que conoces?

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Decidanse, he visto en esta misma página, estos consejos de supervivencia como buenos

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