11 Personas solo fueron a recoger su pedido, pero acabaron viviendo una aventura

Es la época de las compras por Internet y mucha gente va a recoger sus pedidos casi más a menudo que a la tienda de comestibles. Al fin y al cabo, ahora puedes pedir de todo sin salir de casa, desde comida hasta coches.

• Hice un pedido por primera vez: un regalo de cumpleaños para un amigo. Llegué, enseñé el código de barras, tomé el paquete y me fui feliz. Paré en una gasolinera, decidí mirar si estaba bien, lo saco y en la caja pone un nombre que no es mío. ¿Qué hago? Decidí no abrir la caja, por si acaso. Volví al punto de entrega, lo expliqué todo, y de repente me vino a la mente que había mirado en el lugar equivocado, que eran los datos del propietario del punto de entrega. © Unknown author / Pikabu
• Ordené unos tenis muy caros. Fui por ellos al punto de entrega. Abro la caja allí y suelto un grito: en el tenis está una cucaracha. La empleada también grita. De repente, se abre la cortina y del probador sale una mujer, evalúa la escena con la cucaracha y, como si todo esto fuera absolutamente normal, lanza: “Oh, será una de los vecinos”. Se lleva la caja, se lleva la cucaracha, no me llevo los tenis. Porque no, gracias, no estoy tan a la moda como para compartir zapatos con un pasajero bigotudo. Ahora, cuando voy a recoger un pedido, lo primero que compruebo es si la caja tiene algún movimiento.
• He pedido un anillo en Marketplace. Siempre lo compruebo todo in situ. El anillo se entregó en una bolsita de 20×20. Noté algo redondo, abrí la bolsa y había una pequeña cinta de papelería. Miré al empleado y le pregunté: “¿Es un anillo? Es un poco grande, y el diseño es diferente”. Sus ojos redondos me hicieron reír. © Zhenya-r5e7ъ / YouTube

• Soy una persona mayor y cuando empecé a recibir el pedido, no entendía por qué las chicas me miraban con cara de esperar. Y cuando una vez recibí una cortina defectuosa, con un agujero, la chica me ayudó a emitir un reembolso por el defecto. Y me aseguró que me devolverían el dinero. A mi vez, tuve que tranquilizarla diciéndole que soy una anciana adecuada, tranquila y que no voy a montar un escándalo. © VeraVera-d1u / YouTube
• Encargué un regalo para mi hermana con la entrega en otra ciudad. Luego pedí algo para mí y, por supuesto, no cambié la dirección. Llegué a recibir y me dijeron que no existía tal pedido. Al principio no lo entendí, y entonces pregunté a la empleada: “¿En qué ciudad estamos?”. Silencio, la empleada vaciló un segundo y dijo: “¡No lo sé!”. Pausa silenciosa y risas en todo el punto de entrega.
• Entré con mi perra pequeña a recoger el pedido y le dije: “¡Quédate sentada!”. La empleada, sin levantar la vista: “¡Estoy sentada!”. Nos reímos, sobre todo cuando la perra, a diferencia de la empleada, no se quedó sentada y fue al almacén a recoger el pedido. © SvetlanaLevina-ь3щ / YouTube

• Pedimos un sistema de armarios. Fuimos con mi novio al punto de entrega, cuando el empleado del punto de entrega fue a por la mercancía, estaba un poco confuso y nos trajo la caja. Estaba intacta, embalada, pero había un detalle: el empleado del punto de entrega había derramado café sobre ella e había intentado, al parecer, limpiarlo, pero salió muy mal. Había manchas marrones por toda la caja en un lado y trozos de papel de cocina pegados a ella.
  El empleado de reparto se puso nervioso e inmediatamente empezó a divagar que era el servicio de reparto, diciendo que se había quedado de piedra cuando lo vio. Enseguida nos dimos cuenta de que estaba preparado a que montáramos un escándalo, pero nos limitamos a encogernos de hombros. De todos modos, la mercancía es de metal y, aunque la caja esté empapada por un lado, no pasa nada. Tomamos tranquilamente la mercancía, dimos las gracias y nos fuimos. El empleado exhaló aliviado. © victoribr / Youtube
• Llego al punto de entrega. Veo mi paquete en la estantería, justo al lado de la empleada. La caja es de marca, está cubierta con los logotipos de la empresa cuya mercancía he pedido. Creo que ahora estirará el brazo, me dará mi caja y me iré. Pero la mujer se va detrás de la mampara, hace algo durante 5 minutos, sale, mira la computadora. Se va otra vez, revuelve, sale, resopla: “No la encuentro. Todavía no ha llegado”. Le digo: “Está en la estantería detrás de ti”. Y ella dice: “Sé lo que tengo y dónde lo tengo. Tu paquete no está aquí”. Le enseño el mensaje de entrega. Le digo que veo mi paquete y le pido que me lo dé. Ella sigue diciendo que su paquete no puede estar en esta estantería. Le digo: “Vamos a comprobarlo”. Lo toma, mira el número: “Ah, sí. Es tuya”. Ni siquiera se disculpó. Tardó 10 minutos y podría haberlo entregado todo en un segundo. © uran_alien / YouTube
• Pedí sushi para ir a recogerlo de camino a casa desde el trabajo. Entré a recoger mi pedido, saqué mi dinero y de repente me di cuenta de que había una pequeña cucaracha en la pared. La chica de la caja se dio cuenta de mi cara de confusión y, en un intento de calmarme, me dijo: “No te preocupes, nuestras ratas se las comerán”. © Caramel / VK

• Una vez fui a un punto de entrega en pijama a recoger algo. Una señora estaba discutiendo con un miembro del personal porque, ya ves, su embalaje de medias estaba en mal estado. Empecé a hablar con ella, le dije que podía volver a pedirlas, y tal cosa suele usarse casi de inmediato, que por qué le importaba tanto el embalaje. Ella inmediatamente cambió a mí. Le explico que la mercancía se transporta, el empleado es inocente y no puede ayudarla. Ella continúa: “Las compré como regalo, necesito un buen embalaje”. Me quedé así durante 3-4 minutos, luego me aburrí y le dije: “Bueno, yo no soy un empleado del punto, así que no puedo ayudarla”, y ella dijo: “¿Sí? ¿Y por qué me hablaste?”. © oiiinana5578 / YouTube
• Hace poco se me rompió el control remoto de la tele, encontré uno nuevo con entrega rápida. En la tarjeta solo había dinero para el control, pagué el pedido al registrarme. Fui a recogerlo y me sacaron una bolsa vacía con un código de barras. El empleado me dijo que no buscaría nada, que así venía, que volviera a hacer el pedido y que esperara a que me devolvieran el dinero. Hasta me arrepentí de no saber montar un escándalo como hacen algunos. © TV-mn9db / YouTube

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