8 Consejos de crianza que podrían ayudarte para que tus hijos no se conviertan en unos narcisistas

Preparar a nuestros hijos para un futuro sólido y próspero es una de las mayores preocupaciones de los padres. Sin embargo, muchas veces, sin darnos cuenta, cometemos pequeños errores que pueden afectar su relación con el dinero y limitar sus oportunidades financieras a largo plazo. Desde hábitos cotidianos hasta decisiones importantes, a continuación exploraremos los errores más comunes que los padres suelen cometer y cómo evitarlos, para que nuestros hijos crezcan con una mentalidad financiera saludable y segura.
La noción de que una persona debe apegarse a una carrera durante toda su vida es probablemente obsoleta e impráctica. Muchas ocupaciones modernas no existían hace una década, mientras que otras ya se han vuelto obsoletas.
Dado que los niños pueden absorber mensajes duraderos de estas circunstancias, es crucial evitar discutir sobre dinero u otros asuntos frente a ellos. En lugar de conflictos uno a uno, que pueden hacer que los jóvenes tomen partido y se angustien, las conversaciones deben llevarse de una manera que promueva la participación.
Este tema sigue siendo objeto de debate, pero consideremos esta perspectiva: imagina que eres un contratista que paga continuamente más y más por un mismo producto o servicio. Es como si el niño se convirtiera en ese proveedor al que constantemente hay que pagarle sin que ofrezca nada nuevo, más allá de lo que es su responsabilidad.
Los padres perfeccionistas a menudo buscan la perfección en sí mismos, lo que los lleva a esperar niveles crecientes de perfección de sus hijos a medida que crecen. Esto va desde que las obras de arte de los niños nunca sean lo suficientemente buenas hasta que la cama no esté perfectamente hecha o no estudien lo suficiente. El niño enfrenta críticas y reprimendas constantes, pero nunca se le permite aprender de sus errores. Los hijos de padres perfeccionistas pueden crecer para ser perfeccionistas ellos mismos o desarrollar baja autoestima y falta de confianza. Ambos resultados pueden afectar negativamente sus futuras carreras.
A veces, los adultos desestiman los sentimientos de un niño como incorrectos, insistiendo en que los moretones no duelen, que sentir enojo hacia un niño que los golpeó es vergonzoso, o que estar triste, incluso con una razón válida, está mal. Los padres a menudo hacen esto con buenas intenciones, queriendo enseñar a sus hijos el comportamiento adecuado. Sin embargo, es crucial reconocer que una habilidad fundamental para los individuos modernos es la capacidad de reconocer y gestionar sus sentimientos, emociones y necesidades.
Todo niño necesita la seguridad de que sus padres lo defenderán en cualquier conflicto, independientemente de la situación, y no confiarán ciegamente en las palabras de figuras de autoridad como maestros, directores o vecinos. Cuando los padres permiten que sus hijos hablen por sí mismos cuando están listos para asumir la responsabilidad de sus acciones, les ayuda a desarrollar una autoestima saludable y un sentido de responsabilidad personal.
Cada generación tiene su propio conjunto de héroes a los que los jóvenes aspiran a imitar. En las últimas décadas, los relatos de éxito personal de individuos ricos e influyentes se han popularizado. Sin embargo, no es tan simple como aprender su historia de vida y alcanzar la felicidad. Si fuera tan fácil, todos los que leen sus libros habrían resuelto todos sus problemas financieros hasta ahora.
A veces, cuando los niños les piden a sus padres que les compren cosas según sus gustos, escuchan: “No podemos permitirnos ese gasto”, o “Tenemos que priorizar”. Algunos padres suelen poner a sus hijos en estas situaciones, enseñándoles sin querer a sacrificar sus propios gustos y necesidades, por otras. Este patrón puede afectar significativamente sus hábitos financieros como adultos, y hacer que creen una mentalidad restrictiva y de poco autocuidado.
Muchos de nosotros recordamos momentos en los que pedimos a nuestros padres que nos compraran cosas, solo para escuchar: “Ya tenemos eso en casa; no lo necesitamos.” Algunos padres exponen repetidamente a sus hijos a tales situaciones, desalentándolos involuntariamente de evaluar por sí mismos la conveniencia o no de cierto gasto y tomar decisiones financieras. Por otro lado, satisfacer constantemente cada pedido del niño también puede tener efectos negativos.
La capacidad de interactuar con los demás es quizás una de las habilidades profesionales más cruciales que uno puede poseer. Es importante no solo ayudar a los niños a hacer amigos, sino también enseñarles cómo involucrarse en argumentos saludables. Las personas a menudo tienen opiniones diferentes, y hay varias formas de expresar emociones. Cuanto antes comprendan este concepto los niños, más fáciles serán sus interacciones con los demás, incluso en entornos profesionales.
El mundo siempre está cambiando, y las formas antiguas de ganar o ahorrar dinero pueden no funcionar más. Como no podemos predecir qué habilidades serán valiosas en la economía futura, es importante enseñar a los niños a cultivar sus habilidades para generar ingresos en un futuro, no solo a ahorrar dinero. De esa forma, pueden prever posibles escenarios adversos y actuar ante ellos.
Aunque hay una creencia generalizada de que los deportes son beneficiosos para la disciplina y el desarrollo del carácter, la competencia excesiva en los deportes profesionales puede ser perjudicial para la salud física y mental de un niño. Esta competencia puede ser alimentada tanto por otros jóvenes atletas como por los entrenadores. Solo unos pocos individuos se convierten en campeones, y los entrenadores a menudo priorizan a estos pocos seleccionados, descuidando al resto del equipo. Lidiar con este trato injusto a una edad temprana puede llevar a una baja autoestima y confusión sobre los caminos alternativos de vida si un niño debe dejar de practicar deportes.
Ser protector con tus hijos es natural, pero es importante establecer límites. Respetar su privacidad es crucial para una relación saludable entre padres e hijos y para su desarrollo personal. Violar su privacidad puede tener efectos negativos graves, especialmente en su salud mental.