12 Errores comunes de los padres que arruinan el futuro financiero de sus hijos

Crianza
hace 3 horas

Preparar a nuestros hijos para un futuro sólido y próspero es una de las mayores preocupaciones de los padres. Sin embargo, muchas veces, sin darnos cuenta, cometemos pequeños errores que pueden afectar su relación con el dinero y limitar sus oportunidades financieras a largo plazo. Desde hábitos cotidianos hasta decisiones importantes, a continuación exploraremos los errores más comunes que los padres suelen cometer y cómo evitarlos, para que nuestros hijos crezcan con una mentalidad financiera saludable y segura.

1. Presionar a sus hijos para que decidan sobre su futura carrera

La noción de que una persona debe apegarse a una carrera durante toda su vida es probablemente obsoleta e impráctica. Muchas ocupaciones modernas no existían hace una década, mientras que otras ya se han vuelto obsoletas.

  • Desde niño, Max tenía una pasión por explorar computadoras y entender varios programas de software. A pesar de las preocupaciones de sus padres, siguió este interés y finalmente descubrió cursos en línea sobre pruebas de software. Ahora, está prosperando en este campo, aprovechando su potencial y habilidades.
  • Laura, a los 37 años, trabajaba como socióloga para una importante empresa de consultoría, pero le resultaba difícil mantener su carrera después de tener a su hijo. Durante su licencia de maternidad, redescubrió su amor por la fotografía. Comenzando con fotos únicas de su hijo, Laura pasó a ofrecer sesiones fotográficas para los hijos de amigos y conocidos. Con el tiempo, abrió su propio estudio fotográfico. Ahora, Laura gana tanto como su esposo y maneja con éxito su vida profesional mientras cuida de su familia. Este cambio ejemplifica la naturaleza evolutiva de las carreras y la importancia de abrazar nuevas oportunidades.

2. Discutir sobre dinero

Dado que los niños pueden absorber mensajes duraderos de estas circunstancias, es crucial evitar discutir sobre dinero u otros asuntos frente a ellos. En lugar de conflictos uno a uno, que pueden hacer que los jóvenes tomen partido y se angustien, las conversaciones deben llevarse de una manera que promueva la participación.

  • Carlos creció presenciando a sus padres discutir sobre dinero. Cuando fue a la universidad a los 17 años y se mudó, luchó por manejar sus finanzas y gastó en cosas innecesarias. Ahora teme comenzar una relación, creyendo que el dinero es la causa raíz de su tristeza.

3. Pagarle a un niño por obtener buenas calificaciones

Este tema sigue siendo objeto de debate, pero consideremos esta perspectiva: imagina que eres un contratista que paga continuamente más y más por un mismo producto o servicio. Es como si el niño se convirtiera en ese proveedor al que constantemente hay que pagarle sin que ofrezca nada nuevo, más allá de lo que es su responsabilidad.

  • Los padres de Alejandra buscaban motivar a su hija para que se destacara en sus estudios ofreciéndole dinero como incentivo. Inicialmente, las calificaciones de Alejandra mejoraron, lo que sugería que el enfoque era efectivo. Sin embargo, sus padres luego descubrieron que ella había estado inventando cosas sobre una supuesta enfermedad que padecía y diciéndoselo a sus maestros. Incluso afirmó falsamente que sus padres la criticaban constantemente por sus malas calificaciones. Entonces, su maestro, compadeciéndose, subió las calificaciones de Alejandra. Tras este incidente, los padres de Alejandra dejaron de pagarle por sacar buenas calificaciones y buscaron orientación de un psicólogo infantil.

4. No permitir que sus hijos fracasen

Los padres perfeccionistas a menudo buscan la perfección en sí mismos, lo que los lleva a esperar niveles crecientes de perfección de sus hijos a medida que crecen. Esto va desde que las obras de arte de los niños nunca sean lo suficientemente buenas hasta que la cama no esté perfectamente hecha o no estudien lo suficiente. El niño enfrenta críticas y reprimendas constantes, pero nunca se le permite aprender de sus errores. Los hijos de padres perfeccionistas pueden crecer para ser perfeccionistas ellos mismos o desarrollar baja autoestima y falta de confianza. Ambos resultados pueden afectar negativamente sus futuras carreras.

  • La madre de Ana siempre la comparaba con Mary, diciendo: “¡Mira qué ordenada es Mary en comparación contigo, Ana!” A pesar de los esfuerzos de Ana por imitar a Mary, nunca estuvo a la altura, y las críticas de su madre solo se intensificaron. La madre de Ana nunca le dio la oportunidad de mejorar sus hábitos y aprender habilidades básicas. Ahora, a los 25 años, Ana todavía se compara con los demás y siempre se siente inferior a los ojos de los demás. No hace falta decir que esta constante comparación ha afectado su autoestima.

5. Evitar que sus hijos expresen sus sentimientos

A veces, los adultos desestiman los sentimientos de un niño como incorrectos, insistiendo en que los moretones no duelen, que sentir enojo hacia un niño que los golpeó es vergonzoso, o que estar triste, incluso con una razón válida, está mal. Los padres a menudo hacen esto con buenas intenciones, queriendo enseñar a sus hijos el comportamiento adecuado. Sin embargo, es crucial reconocer que una habilidad fundamental para los individuos modernos es la capacidad de reconocer y gestionar sus sentimientos, emociones y necesidades.

  • Katia, ahora de 37 años, recuerda cómo su madre la obligó a regalar su muñeca favorita a otra niña, regañándola por ser “codiciosa” y reprendiéndola por enojarse por un “tonto juguete”. Katia nunca recuperó su muñeca. A lo largo de los años, ha trabajado arduamente para imponerse, aprendiendo a decir “no” a personas exigentes, incluyendo a su jefe y compañeros de trabajo. A pesar de esto, Katia a menudo se siente culpable cada vez que se niega a cumplir con sus solicitudes.

6. No apoyar a sus hijos frente a extraños

Todo niño necesita la seguridad de que sus padres lo defenderán en cualquier conflicto, independientemente de la situación, y no confiarán ciegamente en las palabras de figuras de autoridad como maestros, directores o vecinos. Cuando los padres permiten que sus hijos hablen por sí mismos cuando están listos para asumir la responsabilidad de sus acciones, les ayuda a desarrollar una autoestima saludable y un sentido de responsabilidad personal.

  • María fue criada por su abuela, quien a menudo decía: “Pero, ¿qué pensarán los demás?”. Aunque su abuela la amaba y quería lo mejor para ella, constantemente enfatizaba la importancia de la opinión pública. Como resultado, María lucha por tomar sus propias decisiones y depende incluso de las opiniones de sus amigos al elegir algo tan simple como un postre.

7. Compararlos con personas exitosas

Cada generación tiene su propio conjunto de héroes a los que los jóvenes aspiran a imitar. En las últimas décadas, los relatos de éxito personal de individuos ricos e influyentes se han popularizado. Sin embargo, no es tan simple como aprender su historia de vida y alcanzar la felicidad. Si fuera tan fácil, todos los que leen sus libros habrían resuelto todos sus problemas financieros hasta ahora.

  • Alex desarrolló una pasión por las computadoras desde joven. Inspirado por la historia de Steve Jobs que su padre compartió con él, Alex se sumergió en aprender todo sobre Apple. Cuando llegó el momento de elegir una universidad, inicialmente creyó que no necesitaba educación superior porque Steve Jobs tuvo éxito sin ella. Eventualmente, Alex se dio cuenta de la importancia de la educación para su camino y asistió a la universidad para avanzar en su carrera. Ahora, Alex bromea: “Lo que funcionó para Steve Jobs es solo una pérdida de tiempo para un tipo ordinario como yo.”

8. Limitarles los gastos en gustos personales

A veces, cuando los niños les piden a sus padres que les compren cosas según sus gustos, escuchan: “No podemos permitirnos ese gasto”, o “Tenemos que priorizar”. Algunos padres suelen poner a sus hijos en estas situaciones, enseñándoles sin querer a sacrificar sus propios gustos y necesidades, por otras. Este patrón puede afectar significativamente sus hábitos financieros como adultos, y hacer que creen una mentalidad restrictiva y de poco autocuidado.

  • La madre de Jane insiste a menudo en que salir a comer en familia es un lujo que no vale la pena pagar, ignorando los gustos y aspiraciones de su hija. Jane ha aprendido a ignorar sus deseos personales y, con cada nueva petición, se retrae más, sabiendo que no debe pedir nada. Cuando Jane crezca y gane dinero, podría abstenerse de invertir en su propio bienestar, porque así es como ha aprendido a gestionar sus prioridades.

9. Enseñarle al niño que tienen lo necesario en casa

Muchos de nosotros recordamos momentos en los que pedimos a nuestros padres que nos compraran cosas, solo para escuchar: “Ya tenemos eso en casa; no lo necesitamos.” Algunos padres exponen repetidamente a sus hijos a tales situaciones, desalentándolos involuntariamente de evaluar por sí mismos la conveniencia o no de cierto gasto y tomar decisiones financieras. Por otro lado, satisfacer constantemente cada pedido del niño también puede tener efectos negativos.

  • La madre de Tom a menudo le dice que tienen cosas en casa y no las compran en la tienda. Tom no ha aprendido a formarse un criterio propio de gasto o inversión. Probablemente, cuando Tom crezca y gane su propio dinero, no sabrá cómo administrar los gastos del día a día.

10. Evitar que los niños se metan en conflictos

La capacidad de interactuar con los demás es quizás una de las habilidades profesionales más cruciales que uno puede poseer. Es importante no solo ayudar a los niños a hacer amigos, sino también enseñarles cómo involucrarse en argumentos saludables. Las personas a menudo tienen opiniones diferentes, y hay varias formas de expresar emociones. Cuanto antes comprendan este concepto los niños, más fáciles serán sus interacciones con los demás, incluso en entornos profesionales.

  • Michaela pasó su vida evitando conflictos, prefiriendo estar de acuerdo con los demás en lugar de involucrarse en disputas. Creía que alguien siempre tenía que ser el “más inteligente”, pero este enfoque resultó más perjudicial que beneficioso. Un día, Michaela aprendió sobre la escucha activa y decidió aplicar este enfoque en su vida profesional. Se destacó en prestar atención a las perspectivas de los demás, mientras también expresaba sus sentimientos cuando otros intentaban aprovecharse de ella. Inicialmente, la gente encontraba su estilo de comunicación poco convencional, pero los conflictos con sus compañeros de trabajo se volvieron más constructivos, llevando a resoluciones mutuamente beneficiosas.

11. Solo enseñarles a ahorrar

El mundo siempre está cambiando, y las formas antiguas de ganar o ahorrar dinero pueden no funcionar más. Como no podemos predecir qué habilidades serán valiosas en la economía futura, es importante enseñar a los niños a cultivar sus habilidades para generar ingresos en un futuro, no solo a ahorrar dinero. De esa forma, pueden prever posibles escenarios adversos y actuar ante ellos.

  • El abuelo de Emily ahorró dinero toda su vida “por si acaso.” Pero cuando ese “caso” finalmente ocurrió, un colapso financiero hizo que todas sus inversiones perdieran valor. Emily vio esto mientras crecía, y ahora teme que la economía pueda colapsar en cualquier momento. Cree que la mejor inversión es en sus habilidades y conocimientos.

12. Valerse de los deportes para fomentar un carácter firme

Aunque hay una creencia generalizada de que los deportes son beneficiosos para la disciplina y el desarrollo del carácter, la competencia excesiva en los deportes profesionales puede ser perjudicial para la salud física y mental de un niño. Esta competencia puede ser alimentada tanto por otros jóvenes atletas como por los entrenadores. Solo unos pocos individuos se convierten en campeones, y los entrenadores a menudo priorizan a estos pocos seleccionados, descuidando al resto del equipo. Lidiar con este trato injusto a una edad temprana puede llevar a una baja autoestima y confusión sobre los caminos alternativos de vida si un niño debe dejar de practicar deportes.

  • La madre de Ben persiguió la gimnasia rítmica cuando era niña, pero tuvo que abandonar sus sueños olímpicos debido a una lesión en la pierna. Cuando Ben tenía tres años, su madre lo inscribió en clases de gimnasia, esperando que sobresaliera. Sin embargo, Ben tuvo dificultades en este deporte, lo que lo llevó a perder interés en la escuela, sentirse como un fracaso y luchar por identificar sus fortalezas. Ahora, Ben está estudiando para convertirse en psicólogo infantil para ayudar a los padres a enfrentar los desafíos de criar a sus hijos sin cometer los mismos errores.

Ser protector con tus hijos es natural, pero es importante establecer límites. Respetar su privacidad es crucial para una relación saludable entre padres e hijos y para su desarrollo personal. Violar su privacidad puede tener efectos negativos graves, especialmente en su salud mental.

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