15+ Pruebas de que el trabajo con clientes es como el boxeo, ya que apenas hay tiempo de defenderse
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A la hora de lookearnos, el peinado, el maquillaje, los accesorios y los colores que elijamos para combinar son la clave. Es que un tono de labial y hasta el modo en que hayamos preferido peinarnos puede hacernos pasar de princesas a cenicientas en minutos, o, lo que es peor, a malvadas madrastras. Aunque amemos un determinado color de cabello, o ese vestido tan bonito que vimos en la tienda, a veces justamente es ese toque el que nos suma años y atenta de lleno contra el efecto que buscábamos: vernos frescas y juveniles. Aquí te mostramos esos errores principales que, después de cierta edad, es mejor evitar.
La piel bronceada puede hacernos lucir más atractivas, y la vitamina D que nos proporciona el sol nos hace sentir muy bien. Sin embargo, es una realidad que la exposición excesiva al sol no solo afecta nuestra piel, sino que también nos hace ver mayores.
A la vez, el uso excesivo de bronzer puede añadir años a tu rostro en lugar de darle un efecto saludable y juvenil. Aplicar demasiada cantidad o elegir tonos demasiado oscuros tiende a crear un contraste artificial y marcar líneas de expresión, acentuando arrugas y líneas finas de la piel. Para un look fresco y juvenil, lo ideal es difuminar bien y optar por tonos sutiles que imiten un bronceado suave y natural.
El cabello negro o castaño oscuro y uniforme puede dejar en relieve las líneas de expresión y las bolsas debajo de los ojos. En cambio, algunos reflejos más claros alrededor de la cara suavizan, iluminan y hacen que el color del cabello se vea natural. Los especialistas aconsejan usar uno o dos tonos más claros a partir de los 30 años.
Antes, usar un conjunto de joyas que combinen perfectamente era una norma, pero ahora esos días han quedado atrás, especialmente para quienes ya no estamos en la universidad.
Los expertos sugieren evitar los conjuntos de joyería en los que el collar y los pendientes coincidan exactamente (o cualquier otro accesorio). Para las menores de 40 años, esto puede hacer referencia a los años 80 y 90. Y para las mayores de 40, puede parecer anticuado. En su lugar, es mejor mezclar los metales. Esto es moderno, está de moda y demuestra que estás actualizada en cuanto a las nuevas tendencias.
La pérdida de colágeno y elasticidad puede hacer que la piel de todo el cuerpo pierda firmeza, incluyendo los lóbulos de las orejas. Ten esto en cuenta a la hora de elegir tus próximos pendientes, ya que aquellos que son muy pesados pueden hacer que los lóbulos se aflojen y resalten tu edad.
Recogernos el cabello con coletas y moños puede estilizar nuestro cuello y hacernos lucir elegantes. Sin embargo, un recogido demasiado ajustado resalta los rasgos afilados o ciertas desproporciones del rostro. Incluso puede hacernos ver demasiado serias y, en consecuencia, agregarnos años.
En cambio, un atado más desestructurado e imperfecto, con algunas mechas sueltas que enmarquen el rostro, estiliza las facciones y nos da un estilo más informal y juvenil.
Hay muchos factores que influyen en la percepción de la apariencia: la tonalidad de la piel, la forma del cuerpo, la iluminación y algunos detalles más. Sin embargo, en líneas generales los tonos más suaves y claros, como el rosa pálido, el verde menta y el azul claro, pueden tener un efecto suavizante y fresco, mientras que los colores más oscuros y vibrantes, como el bordó y el negro, son más intensos y también pueden acentuar nuestros años.
Una base de maquillaje pesada o en polvo puede dar como resultado una apariencia opaca y poco natural. Además tiende a asentarse en las líneas finas y en las arrugas, por lo que en lugar de disimularlas, como seguramente es nuestra intención, es probable que terminemos subrayándolas.
Lo mismo ocurre con el colorete oscuro: si se usa en exceso, termina enfatizando las líneas alrededor de los labios y los ojos. Para lograr un aspecto más juvenil, es mejor utilizar una base de maquillaje ligera que permita que la piel respire y parezca más natural. El colorete, a su vez, debe ser aplicado con moderación y en tonos suaves y naturales que complementen el color natural de la piel. El rosado suele ser la mejor opción.
Aunque la elección del estilo de cejas es algo muy personal, generalmente se considera que las cejas muy finas y arqueadas hacen que el rostro se vea rígido y algo envejecido, ya que pueden acentuar las líneas de expresión y hacer que el maquillaje se vea muy pesado. En cambio, las cejas gruesas, definidas y con un arqueado natural enmarcan el rostro, realzan la mirada y proporcionan un aspecto más fresco y juvenil.
Las joyas doradas suelen verse más formales y, en consecuencia, asociarse con personas mayores. Si además son grandes y se usan todas a la vez, nos darán un aspecto algo excesivo y demasiado llamativo. Las joyas de plata y ligeras, en cambio, realzan el estilo simple, informal y juvenil, y son a la vez elegantes y modernas.
Elegir como peinado la raya al medio puede hacer que se acentúen las líneas de la cara, dar un aspecto más duro y en consecuencia agregarnos años. La raya al costado, en cambio, ayuda a suavizar las líneas de la frente, sobre todo si el flequillo se coloca hacia un lado y se peina con un estilo suave y desordenado.
Las uñas excesivamente largas pueden hacer que los dedos luzcan más alargados, lo que, a su vez, da una apariencia de mayor edad. Aunque las uñas postizas muy largas y con diseños llamativos pueden parecer una opción atractiva para resaltar las manos, en realidad tienden a darles un aspecto envejecido.
Por otro lado, llevar las uñas cortas (sin llegar al punto de que parezcan mordidas) y bien cuidadas contribuye a una apariencia más armoniosa y juvenil. En especial, las uñas con forma ovalada y ligeramente extendidas más allá de la punta de los dedos ayudan a que las manos luzcan más jóvenes y elegantes.
A medida que pasan los años, la piel del cuello tiende a perder firmeza, y es común querer disimularlo con cuellos altos. Sin embargo, esto solo logra atraer más atención a la zona. En su lugar, es mejor elegir escotes en V o redondos, manteniendo un estilo elegante y discreto. Durante el invierno, una buena alternativa es usar bufandas o chalinas, que además de brindar abrigo, pueden añadir un toque distintivo al look sin sumar años.