12 Errores de moda que terminaron con giros inesperados y sorprendentes

Curiosidades
hace 3 horas

A veces te vistes de manera impecable, pero ocurre algún imprevisto y todo el efecto se arruina. O eliges un atuendo inadecuado. Y en otras ocasiones, la gente percibe tu look de una forma completamente distinta a la que planeaste. Los usuarios de internet tienen muchas historias de este tipo.

Algunas imágenes se han creado con inteligencia artificial.

  • Nuestra oficina tiene una ventana panorámica y la gente trabaja de cara a la ventana. Yo iba camino a recibir a una delegación alemana que acababa de llegar en autobús, y todos estaban bajando. Levanté las manos para llamar su atención. Y justo cuando todos me miraban, una ráfaga de viento levantó mi vestido por completo. Apenas logré sujetarlo con las manos. Me tomó un momento acomodarlo de nuevo. Después de eso, quería renunciar. Incluso cinco años después, todavía me llaman “la que perdió su vestido”.
  • Mi mamá adora la moda francesa. Le encantan los pañuelos, los abrigos elegantes y las boinas. Pero cuando era adolescente, odiaba los sombreros, como todos los de mi edad. Incluso en invierno, nos creíamos demasiado geniales para usar uno. Mi mamá intentó hacerme cambiar de opinión, así que un día me dio su boina favorita, diciéndome que se me vería preciosa. Me la puse después de la escuela frente a mi amiga, y ella empezó a reírse. Dijo que era demasiado anticuada. Me molesté y me la quité de inmediato antes de que los chicos la vieran. Sobre todo, el que me gustaba. Al final, solo me la ponía cuando estaba por llegar a casa, para que mi mamá no me regañara. Desde entonces, no me gustan las boinas.
  • Era mi primer semestre de universidad y tenía que viajar una hora desde casa. En medio de una clase, me bajó la regla y manché mis jeans. ¡Ups! Como no podía regresar a casa a cambiarme, aproveché la hora libre entre clases para ir al Walmart de mi pequeño pueblo universitario. No había muchas opciones de mi talla, así que terminé comprando unos jeans amarillo mostaza. Resultaron ser sorprendentemente combinables, y desde entonces los usé mucho. Nunca los habría comprado por mi cuenta, pero me alegró tenerlos. © letmebebrave430 / Reddit
  • Una vez, unas sandalias Clarks literalmente explotaron por el calor del pavimento, dejando pedazos de espuma a mi paso. Al final, tuve que arrastrar los pies para terminar de desgastar los restos del tacón y poder seguir caminando, mientras mi esposo y yo nos reíamos sin parar. (Él iba detrás de mí recogiendo los trozos). Ya estaban viejas y prácticamente en las últimas, así que no me molestó demasiado. La segunda vez me ocurrió con unas cuñas Naot, que comenzaron a desintegrarse de la misma manera. Pero estas tenían menos de un año y me habían costado alrededor de 150 dólares, así que ahí sí me dio muchísimo coraje. © bullhorn_big*** / Reddit
  • Mi esposo rara vez da cumplidos o expresa sus sentimientos. Ayer fuimos al teatro. Me puse un vestido negro, botas de cuero negras, unas medias negras con una raya roja en la parte trasera y una bolsa roja brillante. También usé lápiz labial rojo intenso (sin maquillaje en los ojos).
    Y recibí un “cumplido” de su parte. Mi esposo dijo que me veía vulgar. Creo que la próxima vez usaré un suéter y jeans. Y seguro que nada de maquillaje. © Overheard / Ideer
  • Cuando estaba en el jardín de infancia, mi maestra nos repartió hojas y nos pidió que nos dibujáramos a nosotros mismos a los 80 años. Con crayones en mano, trazamos garabatos imaginando nuestros rostros arrugados en el futuro. Luego, nos anunció que en unos días tendríamos que vestirnos como ancianos para un evento “divertido”, en el que fingiríamos haber cumplido nuestros sueños y alcanzado nuestras metas de vida. Además de proyectarnos en el futuro, nos animaron a vestirnos acorde a la ocasión. El día del evento, mi mamá me despertó más temprano de lo habitual para comenzar su obra maestra. Me dibujó arrugas con maquillaje, aplicó tinte temporal gris en mi cabello cuidadosamente peinado y colocó unas gafas falsas sobre mi cara empolvada.

    Me vistió con un delicado vestido pastel con volantes y me dio un bastón de juguete. Nos reímos juntas al ver cómo, de repente, mi versión de 6 años había envejecido hasta los 80. ¡Seguro que todos quedarían impresionados con el esfuerzo que pusimos en mi disfraz! Le di un beso de despedida cuando llegó el autobús y subí emocionada, ansiosa por ver las reacciones de mis compañeros. Pero en cuanto puse un pie dentro, mi entusiasmo se desvaneció al instante. Todos los niños estallaron en carcajadas al verme.

    Fue entonces cuando descubrí que mi mamá había leído mal el correo y me había vestido en el día equivocado. Me hundí en mi asiento, sintiendo cómo mis mejillas ardían sin cesar. Todos me miraban y se reían. Cuando llegué a la escuela, las burlas fueron disminuyendo, pues la mayoría ya había visto mi ‘accidente de vestuario’. Casi logré relajarme, hasta que entré al salón y mis compañeros, sin esperarlo, se dieron cuenta de mi atuendo. La clase entera explotó en risas y burlas. No pude hacer otra cosa que correr a mi escritorio y esconder mi rostro falsamente arrugado entre mis manos. Las lágrimas comenzaron a brotar.

    De repente, mi maestra alzó la voz y silenció a todos. Puso una mano en mi espalda y dijo con firmeza: —Dejen de molestarla. ¡Su disfraz está muy bien hecho! Se ve como una abuelita encantadora. Luego, me llevó al baño y me ayudó a quitarme el maquillaje. Me aseguró que no tendría que volver a vestirme para la fecha correcta del evento. Al menos me quedó ese consuelo. Cuando llegué a casa, estaba furiosa con mi mamá. Estaba convencida de que jamás la perdonaría. Me tomó algunas semanas, pero al final, mi versión de 6 años decidió darle otra oportunidad. © Sierra Swift / Quora
  • Usé un vestido de cóctel ajustado, más adecuado para una cita o un club elegante, en una boda. Era blanco y tenía un gran estampado de plumas azules a lo largo de un costado. Durante años, cada vez que lo recordaba, me quedaba inmóvil, con la mirada perdida en la distancia, consumida por la vergüenza y la culpa. Tenía 29 años y debí haberlo sabido mejor. No tengo ninguna buena excusa. Ya trabajaba en un entorno corporativo en Nueva York y entendía perfectamente el código de vestimenta para distintos eventos. No sé qué estaba pensando ni cómo pude cometer un error de juicio tan grande. Me ha atormentado tanto que, el año pasado, nueve años después del incidente, le pedí disculpas a la novia. Ella simplemente se encogió de hombros y dijo: —Oh, por favor, no te preocupes. © orcusamongus / Reddit
  • Hasta el día de hoy, no puedo usar un estilo de falda que me encanta por culpa de esta experiencia. Era una falda rosa con flores en línea A que llegaba justo debajo de la rodilla y tenía botones al frente. Pero los botones eran funcionales, era el sistema de cierre. En la secundaria, era una niña inquieta. Estaba en clase, concentrada en la maestra (porque siempre fui una nerd). De repente, noté que el chico sentado a mi lado me había estado mirando fijamente durante un buen rato. Me empezó a irritar, pero no le di demasiada importancia. Luego, comencé a sentir una brisa en mis muslos cada vez que la puerta del aula se abría y cerraba. Pero seguí enfocada en la maestra, tratando de ignorar al molesto chico a mi lado. Finalmente, miré hacia abajo y me di cuenta de que mi falda se había desabrochado por completo, excepto por los tres botones superiores. Todo lo demás estaba abierto, dejando mis piernas y casi toda mi ropa interior expuesta. Me sonrojé al instante y traté de abotonarla lo más rápido posible. ¿Y qué dijo el chico de al lado? —¿Sentiste la brisa, eh? © Unknown author / Reddit
  • Mi hermano es músico, guitarrista de rock. En el escenario, tiene una imagen extravagante: cuero, peinado voluminoso, maquillaje de rockero. Un día, antes de un concierto en un club, aún no se había vestido para la presentación y solo llevaba jeans y una camiseta, con el cabello recogido en una coleta. Más tarde, las meseras le preguntaron si era el hermano del guitarrista, porque se parecía mucho a él. Él lo confirmó. Luego, aguantándose la risa, respondió todas sus preguntas sobre su supuesto “hermano”. Han pasado varios años y todavía nos reímos de esa historia. © Overheard / Ideer
  • Un desastre evitado por poco. En el trabajo, llevaba un vestido con leggings. Fui al baño y, sin darme cuenta, al subirme los leggings, la falda quedó atrapada en la pretina. No estaba desnuda, pero seguía siendo bastante vergonzoso. Y como los leggings me cubrían, no me percaté de que la parte trasera de la falda había quedado levantada. Por suerte, una mujer maravillosa en el baño lo notó justo cuando iba saliendo. Casi gritó para advertirme y evitar que caminara por toda la oficina con la falda levantada. Gracias a ella, me salvé de una humillación segura. © ConiferousMedusa / Reddit
  • Esto ocurrió hace unos 20 años. Me lavé el cabello y salí corriendo al trabajo. En el autobús, noté que la gente me miraba fijamente. Pensé: —¡Hoy me veo increíble! Llegué a la oficina, aún sintiéndome fabulosa, hasta que mi jefe, con una sonrisa amable, me dijo: —No te preocupes, la medicina ha avanzado mucho, ahora todo se puede curar rápido. Sentí un escalofrío. Corrí al espejo y vi que tenía todo el lado izquierdo de la cabeza cubierto con acondicionador sin enjuagar. Si alguien lo recuerda, era de esos en gel con un tono amarillo verdoso y se me estaba escurriendo por la mejilla. Siempre me río cuando lo recuerdo.
  • Una vez, un amigo me invitó a una fiesta de cumpleaños. Estábamos en un restaurante y, frente a mí, había un amigo del cumpleañero con un enorme tatuaje en el brazo. Quise romper el hielo y le dije: —¡Buen tatuaje! ¿Es Marilyn Manson? Él me miró y respondió con calma: —Es mi mamá. Me sentí fatal. Solo atiné a decir: —Es una mujer hermosa. Por suerte, el tipo tenía un gran sentido del humor.

Y aquí tienes 12 errores de moda que muchos cometemos.

Comentarios

Recibir notificaciones
Aún no hay comentarios. ¡Puedes ser el primero!

Lecturas relacionadas