12 Historias de salones de belleza a los que la gente acudió en busca de belleza, pero obtuvo algo diferente

Historias
hace 4 horas

A veces, una visita al salón de belleza no está exento de aventuras. Planeamos irnos de allí sintiéndonos bien con nuestra nueva apariencia, pero puede que las cosas no salgan según lo planeado.

  • Hago manicuras en casa. Una vez vino una clienta y empezó a quejarse de que su novio no le había regalado 51 rosas, como siempre, sino solo 25. Pero ella también dijo que él era tan tierno y atento. Entonces mi esposo volvió del trabajo y la clienta le dijo: “Raúl, ¿cómo me has encontrado?”. Resultó que era su novio. Pronto dejé a mi esposo. © Historias de trabajo / VK
  • Pedí cita en un salón. LE dije que tenía dos uñas rotas y había que arreglarlas. Así que fui. No tenían barniz, solo laca incolora, tampoco había acetona. La manicurista empezó a limar el barniz, ¡y entonces miro y entro en shock! Empezó a cortar la longitud. Ante mi indignación, me contestó: “¡Bueno, son de diferente longitud!”. Resultó que ella no hace extensiones y en general me tenía que atender otra manicurista. Fui al administrador, me pidió esperar 40 minutos a otra manicurista. Esperé más de una hora, dije que ya no podía más y que cancelaran mi cita. Salí, y ella corrió detrás de mí, gritando: “¡No has pagado el quitaesmalte!”. Tiré el dinero y salí corriendo. © Romanovna / ADME
  • Trabajo como manicurista. Hace poco mi hija se puso enferma y tuve que invitar a mis clientas a mi casa. Estaba sentada con una, haciéndole la manicura, y mi hija correteaba de un lado a otro, incapaz aún de encontrar su sitio. Media hora después, por fin, consiguió llamar la atención. Mi hija sacó toda mi ropa interior y vino a “enseñársela a la visita”. © Not Everyone Will Understand / VK
  • Cinco días antes de mi boda sufrí un verdadero estrés cuando la maquilladora se negó a maquillarme y peinarme. Pedí cita y transferí el anticipo a mediados de junio. ¡Y ya en vísperas de la boda en septiembre resultó que la maquilladora se niega a ir a mi casa! Aceptaría hacerlo solo si le pagara el doble, o si fuera yo misma a su salón. © an_kozenko / Instagram
  • Cuando iba a hacerme las cejas y me tocaba una señora, siempre me preguntaba: “¿Vamos a quitarte el bigote?”. No voy a mentir que no tengo vello encima del labio superior, pero es ligero y discreto. Las primeras veces me lo tomé a broma, pero luego me harté. Y cuando volvió a sugerirme que me quitara el bigote, le pedí que a partir de ahora no me lo dijera nunca. © lululemonkush / Reddit
  • Quise teñir de rubio mi pelo castaño oscuro. El proceso de 4 horas terminó con la frase: “¡Mira qué bien ha quedado!”. En realidad, mi cabello era de un color amarillo que tenía un aspecto horrible en realidad. Sabía que nunca volvería a esa peluquería. Tuve que buscar otro colorista y en un mes obtuve el rubio con el que había soñado. © Sue Croke / Quora
  • Fui a un peluquero que conocía. Le enseñé la referencia, le pedí que me cortara las puntas secas y me dejara el cabello a la altura de las clavículas. Me lo cortó hasta los lóbulos. Porque “cortar puntas secas” y “a la clavícula” un poco no combinaba, porque había muchas puntas secas. No me escandalicé, salió genial, me queda muy bien, ahora me pregunto para qué necesito el largo a la altura de los hombros si mis puntas no quieren estar sanas. © Juliett / ADME
  • Ayer fui a hacerme la manicura. La manicurista empezó a contarme su vida y de repente dijo: “Sabes, hace poco engañé a mi esposo”. Me quedo en estado de shock y ella siguió contándome su vida como si no hubiera pasado nada. Después de cada palabra mis uñas tenían cada vez peor aspecto, pero era tan interesante escuchar que me olvidé del proceso de manicura. Salí de allí con unas uñas de pesadilla pero con una ración de cotilleo. Ahora quiero volver a verla pronto para ver si su marido se ha dado cuenta o no de lo del engaño con su propio hermano. © Caramel / VK
  • Nunca había visto unas condiciones tan insalubres como las de la maquilladora a la que acudí. Su lugar de trabajo era un caos total, con comida y bolsitas de té usadas por todas partes. Y todo estaba junto al maquillaje esparcido por diferentes partes del escritorio. Soy modelo, mi agencia me envió a maquillarme para una sesión, así que no había forma de rechazar los servicios de este maestro. Tampoco cumplimos el plazo, me retrasé 40 minutos, lo que retrasó la hora del rodaje. Se trata de un maquillador muy famoso en nuestra ciudad con varios miles de seguidores en las redes sociales© daraa.model / Instagram
  • Mi hija tenía una fiesta de graduación en 4.º curso. Decidí ponerme guapa. Fui a una peluquería cerca de casa, pedí que me hicieran un peinado y un maquillaje bonitos. La peluquera me miró y dijo: “¡Oh, otra graduada! ¿Qué tipo de vestido llevas, guapa? ¿Cuáles son tus preferencias? En el baile de graduación tienes que brillar”. Sonreí y le dije: “Y si vas a la graduación de tu hija, ¿también tienes que brillar?”. Los ojos de la peluquera se abrieron de par en par. Me pidió disculpas, diciendo que parecía joven, que ella pensó que me había graduado de la escuela. ¿Pero por qué disculparse? Me resultó muy agradable. © Work Stories / VK
  • Hace 2 años que voy a casa de la misma peluquera. Me presenté a la hora acordada, pero la puerta estaba cerrada. Le mandé un mensaje y me dijo: “Estoy en la universidad”. Bueno, pospusimos la cita. Volví una segunda vez y la puerta estaba cerrada. Le mandé un mensaje y me contestó 24 horas después. Volví por tercera vez y la peluquera decidió a ignorarme de nuevo. En general, me ignora hasta el día de hoy. Aunque no había condiciones previas para ello, además, a menudo iba con golosinas para ella. © bur.yolo / Instagram
  • Decidí dedicar un tiempo a mi belleza. Fui a un salón y gasté una buena suma. Me hicieron varios tratamientos, incluido el tatuaje de cejas. Salí feliz del lugar y presumí ante mi novio. Él me miró bien y, casi al borde de las lágrimas, soltó: “Tienes las cejas igualitas a las de mi difunto abuelo”. © Cámara 6 / VK

A veces las personas no se entienden al hablar y esto puede hacer que un simple malentendido que casi lleva a una catástrofe.

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