Ser maestro requiere de vocación para enseñar, ya sea a pequeñas mentes que están absorbiendo todo a su alrededor, a jóvenes que se esfuerzan por abrirse camino en la vida o a adultos que buscan una oportunidad para crecer profesionalmente. La enseñanza es una profesión de gran importancia. Pero tal como algunos usuarios compartieron por internet, hay docentes que al parecer no terminan de entender el valor de su noble labor.
Todos recuerdan sus años escolares. Solo que unos recuerdan esta época con amor y calidez, mientras que otros reviven momentos desagradables en una consulta con el psicoterapeuta.
Algunas situaciones requieren que seamos creativos. Por ejemplo, cuando queremos poner en su lugar a los descarados que intentan engañarnos o cuando necesitamos resolver un problema para el que no existe una solución estándar.
La mayoría de nosotros guarda en su memoria recuerdos de la época escolar, de los compañeros o de algún maestro muy querido. En ocasiones, hay profesores que perduran en nuestra mente por su extraña y graciosa forma de encarar la clase, como es el caso de las personas que compartieron sus vivencias en un hilo de Twitter que abrió el famoso conductor y actor Jimmy Fallon.
Todo el mundo sabe lo importante que es demostrar tu valía en la escuela. Los favoritos son tratados de una manera especial: se les anima de todas las formas posibles y cierran los ojos ante sus errores. Pero, ¿y si tu rendimiento académico y tu comportamiento dejan mucho que desear y los profesores que perdieron la esperanza de poder reeducarte también perdieron toda la fe en ti?
Para nuestros hijos, un maestro es la persona de mayor autoridad después de los padres. La actitud de un maestro hacia un niño tiene una fuerte influencia en la formación de él como persona. El alumno a menudo siente que el maestro sabe más sobre él que él mismo, y que es el portador de la verdad, a la el propio alumno que no tiene alcance. Por lo tanto, las palabras pronunciadas por los maestros a menudo quedan grabadas en nuestra memoria durante muchos años.
Hoy en día, la relación entre padres y maestros ha cambiado mucho. Los primeros, con frecuencia, controlan todo el proceso de aprendizaje y cada vez hacen más reclamos a los profesores. Por supuesto, cada maestro es diferente, pero la mayoría de ellos adora su trabajo. Y cuando, por un lado, existe la presión de los padres requiriendo la atención exclusiva hacia precisamente su hijo, y por otro, las exigencias de la escuela con infinitos informes mensuales, a los profesionales de la enseñanza ya solo les queda una salida: expresarse.
Enseñar no es simplemente una profesión, también es una forma de vida que requiere de mucha pasión y amor por lo que se hace. Está considerado que el impacto del docente en los logros académicos de los estudiantes es de 2 a 3 veces mayor que el de cualquier otro factor relacionado con la educación. Si recuerdas por un momento tu época de la escuela, seguramente recordarás a un maestro que fue más allá y te inspiró y motivó en todas tus actividades. La influencia de un gran educador difícilmente puede borrarse de la memoria.
Se dice que la profesión del maestro requiere de una paciencia angelical y ostentar unos nervios de acero. Y más aún, todo ello debe ir acompañado de un amor sincero por sus estudiantes y un fantástico sentido del humor. Las historias reales que comparten estos profesores, una vez más, demuestran que sin este conjunto de cualidades en su profesión, simplemente, no hay nada que hacer. Al fin y al cabo, los alumnos, a veces, pueden acabar metiéndolos en problemas...
En determinadas circunstancias, sobre todo cuando nos encontramos con personas astutas y manipuladoras, es fundamental saber cómo salir victoriosos. Esto implica, como mínimo, ser capaces de decir “no” a diferentes peticiones. Los protagonistas de nuestras historias lograron esto y pusieron en su lugar a esas personas.
Muchas veces se dice que tener hijos es una carga, una fuente de estrés y de problemas. Que los niños son ruidosos, desordenados y caprichosos. Que la paternidad te quita tiempo, dinero y libertad. Pero quienes dicen eso no conocen la otra cara de la moneda. La que te muestra la alegría, el amor y el orgullo de criar a un ser humano. La que te hace sentir más vivo, más joven y más feliz. La que te regala momentos inolvidables que te llenan el corazón. En este artículo, algunos padres de la red comparten sus experiencias personales sobre lo maravilloso que es tener hijos, pese a lo que diga la gente.
Dicen que para el amor no hay edad, y parece que algunos famosos también creen que no hay un límite de edad para tener hijos. El ejemplo perfecto de esto es Adal Ramones, quien a sus 61 años no dejó que las críticas lo desalentaran de vivir al máximo su felicidad por convertirse en padre una vez más. Ahora nada de que le digan “abuelito” por accidente en sus redes sociales, él todavía es “papá”.
Si tenemos en cuenta lo ocurrentes que pueden ser los niños, no hay dudas de que los profesores y maestros deben conocer millones de justificaciones inocentes e infantiles. Sin embargo, las excusas más insólitas que hay dentro de cualquier centro educativo no siempre provienen de los niños. En este artículo te contamos los incidentes más descabellados que realmente tuvieron los alumnos (pero que no resultaron demasiado creíbles para los docentes).
Para la educación de un menor hay dos pilares que sostienen su aprendizaje, el maestro en la escuela y los padres en casa. La siguiente historia muestra claramente una situación en la que refleja lo que puede pasar cuando uno de esos pilares se cae. Los padres y maestros deberían de ser un equipo, ambos son importantes en la educación del alumno, y deben de aprender a convivir para el bien de este.
El mundo es como una rueda que no para de girar. Pero para que eso suceda, se necesita de la colaboración de millones de personas haciendo cada una su tarea y trabajando todos los días. Y si bien la mayoría de la gente pone lo mejor de sí para que las cosas salgan bien en su empleo, eso no quita que haya algunos secretos escondidos por ahí que es mejor callar. Sin embargo, muchos corajudos de la red revelaron los detalles más confidenciales de sus oficios, que puede que te dejen con el ojo cuadrado.
Para que el mundo que conocemos funcione, sin duda, se necesita de muchas personas trabajando. Esto quiere decir que, por lo general, existen secretos que los empleados tienen que guardar para que todo siga igual. Sin embargo, no estaría mal que los conociéramos a veces, ¿no? He aquí una muestra de cuestiones que algunos trabajadores ocultan y que nos voló la mente saber.
Internet está lleno de chismes sobre los momentos vergonzosos que muchos usuarios han vivido. Aunque algunas de estas anécdotas pueden estar relacionadas con una graciosa caída o un desperfecto en nuestro vestuario, muchas podrían servir como inspiración para una comedia romántica de Hollywood.
Si hay una profesión que debería llevarse la medalla al mérito, esa es la de profesor, no solo por lo difícil, sino por su aporte social. Sin embargo, a veces el orden pierde su curso y entonces una pequeña mancha aparece en tan noble labor, dejando una amarga experiencia, imborrable, en sus estudiantes. Acá compartimos algunas vivencias de nuestros lectores con sus maestros que lo ratifican.
Cuando nos convertimos en padres, adquirimos la responsabilidad de criar a nuestros hijos como buenos seres humanos. Y todos hacemos nuestro mejor esfuerzo por inculcarles valores y moral; por eso, es cierto que los conocemos mejor que nadie. Así que cuando un tercero los quiere culpar de alguna fechoría, no dudamos ni un segundo en defenderlos. Este fue el caso de las personas de estas historias, y sus reacciones fueron tan buenas que decidimos hacer una compilación de la que todos podemos aprender.
Ser maestro es una profesión tan noble como desafiante. Todos los días hay retos distintos con cada uno de los estudiantes, por lo que el ingenio, la creatividad y la paciencia se ponen a prueba. Sin embargo, existen maestros que no tienen límites a la hora de demostrar que su pasión por la enseñanza es algo en serio. He aquí algunos ejemplos de profesores que se merecen una medalla por ser muy cool y crear memorias invaluables en sus alumnos.
Nuestra infancia habría perdido toda su magia si no fuera por esos momentos llenos de inocencia, risas, curiosidad y alegría. Después de todo, son las anécdotas las que hacen que nuestros días como niños sean memorables. Ahora que somos adultos maduros, definitivamente ya no creemos ninguna de estas mentiras, pero solo recordarlas nos saca carcajadas.
La práctica hace al maestro. Es un viejo dicho que nos recuerda aquella frase de Edison, cuando dijo que “un genio es 1 % de inspiración y 99 % de transpiración”. El secreto de la genialidad es el trabajo duro. Algunos usuarios han publicado sus progresos no para presumir de sus habilidades, sino con el afán de inspirar a otros a superarse.
En el cine, todo es simple: los estudiantes no parecen estudiar nada y no hacen más que salir de fiesta; los abogados ganan casos mágicamente, y todo tipo de evidencias llueven solas sobre su cabeza. Son solo dos ejemplos de lo distintos a la realidad que se muestran diferentes tipos de profesiones en películas y series, y los usuarios de la red decidieron hablar de ello.
Daryl Hannah ha luchado contra muchas adversidades a lo largo de su vida, pero no se ha dejado derrotar por ninguna. Ella ha sabido seguir adelante con una sonrisa en el rostro. Ha participado en películas icónicas: personificando a una sirena en Splash, a una asesina entrenada en Kill Bill, a una acróbata maniática en Blade Runner y a una más de las chicas en Magnolias de acero. Su carrera iba a lo grande, pero, a pesar de amar su trabajo, decidió dar un paso atrás y tener una vida con más paz.
Los maestros juegan un papel muy importante en la educación de los niños. Ellos deben apoyar a sus alumnos y ayudarlos durante su desarrollo en el ámbito escolar. Sin embargo, lamentablemente no todos los docentes cuentan con el tacto para expresarse de la mejor manera con sus estudiantes.
En los últimos tiempos, las reuniones, clases y demás encuentros a través de videollamadas se han vuelto muy populares y, de hecho, se han convertido en una magnífica herramienta de comunicación. De igual manera, esta tendencia ha dado pie a las más diversas situaciones, tanto vergonzosas como divertidas. Posiblemente a ti, que nos lees, te habrá tocado presenciar cómo alguien ha olvidado apagar su micrófono, o no saber qué hacer para que el gato deje de maullar, perturbando tu concentración. Imagínate un estornudo completamente inesperado que no te da tiempo de apagar el micrófono. ¿A quién no le ha pasado?
Puede que no exista una persona en el mundo que no haya pasado por una situación vergonzosa en algún momento de su vida. El secreto está en descubrir cómo atravesar el contratiempo con gracia, de tal manera que podamos salir adelante lo antes posible. Sin embargo, no siempre es tan fácil: hay veces que tienen que pasar muchos años antes de que aquella situación incómoda se convierta en una anécdota graciosa que contar.
Aunque a veces pareciera que la vida nos tiene tan ocupados que no vemos más allá de nuestros problemas, hay quienes se toman un momento para darle un empujoncito al día de otra persona. Estas acciones desinteresadas, aunque sean pequeñitas, nos ayudan a recordar que siempre podemos crear un impacto positivo en la vida de alguien más.
Las entrevistas de trabajo son una verdadera lotería y nadie conoce el secreto para conquistar el corazón de los gerentes y entrevistadores. Algunas personas logran elegir las mejores palabras y frases que automáticamente les garantizan un lugar en una empresa. Puede que sea cuestión de suerte, o puede que sea la adrenalina la que les da su poder creativo.
Cuando somos niños, las experiencias son casi todas nuevas, y la imaginación y el juego están a flor de piel. Todas esas sensaciones quedan guardadas en un sitio especial en la memoria, y de grandes anhelamos volver a esa época donde las preocupaciones y las responsabilidades eran nulas. Muchos usuarios nostálgicos confirmaron esto al recordar ciertas situaciones que, al parecer, formaron parte de casi todas las infancias.
A menudo recurrimos a los servicios de maestros particulares: el niño necesita apoyo escolar o nosotros mismos requerimos “reforzarnos” para ascender en la carrera profesional. Y, francamente, no siempre nos portamos bien: a veces faltamos a clase, o comenzamos a hacer trampa y decimos que nos habíamos olvidado de la tarea. Como resultado, los profesores siempre tienen algo de qué hablar y algo de qué quejarse en su estrecho círculo profesional.
Los adultos suelen pensar que son más inteligentes que los niños, ya que han vivido más tiempo y saben más. Pero a veces los hijos e hijas pueden hacer preguntas complicadas para las que ni siquiera los padres sabios tienen respuesta.
Un maestro puede contagiar con su amor por la materia, notar a tiempo si un niño se está quedando atrás, y ayudarlo. Si la escuela es una segunda familia, entonces un maestro inteligente literalmente crea el clima en la casa. Desafortunadamente, también hay personas “destacadas” que ponen una calificación determinada siguiendo el criterio de “me dio la gana”.
“Los niños han de tener mucha tolerancia con los adultos”, escribió sensatamente Antoine de Saint-Exupéry. A veces, los pequeños tienen que aguantar las tonterías de los más grandes, y es probable que en algún momento ese niño hayamos sido nosotros. Y aunque quizá tengamos recuerdos bonitos de la infancia, es difícil olvidar las ocasiones en las que alguien nos hizo pasar un mal rato.
La escuela es uno de los grandes cimientos de la educación, y hasta se puede considerar un segundo hogar. Por eso, la figura de un profesor es tan importante para forjar el crecimiento de un alumno. Algunos maestros han dejado enormes huellas en la vida de sus estudiantes con sus enseñanzas y ejemplos. Incluso, su dedicación ha inspirado a grandes figuras a cumplir sus sueños.
La época de exámenes en la escuela es un periodo en el que muchos niños pueden sentirse bajo presión y por eso podría convertirse en una etapa estresante tanto para el niño como para su familia. Aún más si, al obtener los resultados de sus pruebas, descubren que hay malas calificaciones.
