12 Prácticas de belleza vergonzosas que deberíamos dejar en el pasado
Aplicar perfume en exceso y masticar chicle con la boca abierta son unas de las cosas más comunes y desagradables que podemos hacer. Aunque sabemos que cuidar nuestra apariencia es importante, tendemos a exagerar o descuidar algunos detalles que marcan la diferencia en la imagen personal y en cómo nos perciben las personas de nuestro entorno. Por este motivo, te enseñaremos los errores que más suelen llevarse a cabo para que no los cometas nunca más.
1. Quitar el rímel seco con los dedos
Uno de los malos hábitos con el que quizá muchas mujeres se identifiquen es quitarse el rímel seco con las manos, sin ningún tipo de cuidado e higiene. Además de ser desagradable, tampoco dará como resultado pestañas largas, gruesas y saludables. Por lo tanto, si deseas que las tuyas se vean deslumbrantes de forma natural, evita jalarlas o pellizcarlas.
2. Reventar espinillas
Quizá sea muy tentador reventar espinillas, sobre todo las de la cara, pero también sabemos que no es una gran idea, pues puede provocar una infección o un caso grave de cicatrización, cosa que nadie desea, porque quién quiere verse como si tuviera cráteres en el rostro, ¿no? Entonces, mejor mantén las manos alejadas de este. Si deseas eliminar esos granitos con urgencia, consulta a un dermatólogo.
3. Raspar los dientes con las manos
Todos soñamos con tener un tono blanco nacarado y reluciente en los dientes, ya que nada puede ser menos atractivo que una dentadura amarillenta y manchada. Sin embargo, la limpieza de placa casera, o con los dedos de la mano, es algo que se debe evitar a toda costa. Cepíllate, usa hilo dental con regularidad y solo deja que tu dentista haga el raspado.
4. Tener las pestañas grumosas por el rímel
El trabajo que hacemos para que nuestras pestañas obtengan volumen, rizo y se alarguen con el rímel no es fácil. Muchas veces, al buscar esa perfección, solo logramos crear una capa gruesa y desagradable de producto, lo que hace que estos delicados pelos luzcan como unas “patas de araña”. Por ello es importante cuidar la técnica que usamos para aplicar la máscara, ya que esto sí marca una diferencia entre lo atractivo y lo grotesco.
5. Olvidar limpiar la lengua
Sabemos que es vital cuidar la higiene bucal, pero eso no solo se traduce a cepillarse los dientes y usar hilo dental. No podemos olvidarnos del cepillado de la lengua, pues tiene muchos beneficios, tales como remover el exceso de residuos, prevenir el mal aliento, eliminar bacterias, mejorar el sentido del gusto y la salud en general.
6. Usar almohadillas de algodón más de una vez para la limpieza
Las almohadillas de algodón son una muy buena opción a la hora de limpiar el rostro. Sin embargo, un mal uso o reutilización es lo peor que puedes llegar a hacerle a tu cara. Si necesitas escatimar en algún producto, que no sea en este, pues está destinado a usarse una vez y luego desecharse debido a la gran cantidad de gérmenes y suciedad que se acumula en él.
7. Usar los dedos para maquillarse
En ocasiones, estamos tan apurados que, a la hora de hacer nuestras tareas, las realizamos lo más rápido posible para que no se nos escape nada. Al maquillarnos, en vez de usar brochas y los utensilios necesarios, a veces recurrimos a los dedos de la mano. Y aunque sea más fácil y rápido, no es higiénico. Si no quieres suciedad y gérmenes en tu cara, no hagas esto a la hora de maquillarte.
8. Compartir el cepillo para el cabello
Alguna vez hemos escuchado que no es higiénico compartir el cepillo de dientes, maquillaje ni brochas, pero tampoco deberíamos hacer esto con los cepillos para el cabello, ni siquiera entre miembros de la familia. Quizá pienses que es exagerado, pero estos albergan microbios y contaminantes que pueden transmitirse de una persona a otra.
9. Morder las uñas
Si puedes conservar las manos alejadas de la cara, también puedes mantener la boca lejos de las uñas. Algunas personas tienen el mal hábito, también antihigiénico, de morderlas, ya sea por nervios o estrés, lo que no solo conduce a uñas dañadas y feas, sino también, en el peor de los casos, a contraer infecciones.
10. Exfoliar demasiado
La exfoliación es beneficiosa, siempre y cuando se haga correctamente y con los productos adecuados, ya que ayuda a eliminar la acumulación de suciedad y permite que la piel conserve un brillo saludable. Pero abusar de ella solo irritará y maltratará los tejidos, generando el efecto contrario al deseado.
11. Usar saliva para “limpiar” restos de maquillaje
Quizá nuestras madres e incluso abuelas utilizaban la saliva como método de “limpieza rápida”, con la idea de que un poco de ella sería útil para remover manchas. Sin embargo, sabemos que este es un mal hábito, además de que es antihigiénico y desagradable. Mejor usa toallitas desmaquillantes o algodón con agua.
12. Tener los labios con costras o resecos
Sabemos que el invierno puede afectar la piel y el cabello, e incluso los labios. Por eso es importante utilizar cremas hidratantes para evitar la resequedad y tomar mucha agua para no deshidratarse. También es relevante destacar que morderse los labios produce costras que, además de ser antiestéticas, dañan esa zona de la boca.
Muchos hábitos son parte de nuestra sociedad y han existido desde épocas muy antiguas. Ya sean buenos o malos, los hay en todos los ámbitos. Un ejemplo de eso son las malas costumbres que tenemos con respecto al orden del hogar o la higiene personal. Lo importante es tener todo esto en cuenta para no seguir cometiendo los mismos errores.