12 Fenómenos atmosféricos que podríamos presenciar si viviésemos en otros mundos

Curiosidades
hace 3 años

Todos conocemos los fenómenos climáticos, como la lluvia, que se genera por procesos naturales cuando el agua evaporada por el sol cae a la tierra por la gravedad, o al menos, eso creemos. Pero en otros cuerpos celestes, los fenómenos climáticos se producen de manera diferente y por eso se ven radicalmente distintos. Si viviéramos en el espacio podríamos bailar bajo la lluvia, pero de diamantes, y sobrecogernos con huracanes tan grandes que avergüenzan el tamaño de los nuestros.

Genial.guru investigó cómo son los fenómenos climáticos en distintos planetas, satélites y exoplanetas, e imaginó los diferentes escenarios que podríamos disfrutar si viviéramos en ellos.

1. Temperaturas extremas en Mercurio

Debido a la cercanía con el sol, Mercurio es un planeta que tiene una atmósfera poco densa y, por lo tanto, no viviríamos demasiados cambios climáticos. Sin embargo, sus características hacen que no pueda retener el calor, por lo que la temperatura de la superficie es muy extrema. Es así como, durante el día, podríamos sentir un calor que alcance los 427 °C y, en la noche, tiritar bajo una temperatura de −173 °C.

2. Gotas de ácido sulfúrico en Venus

Si pudiésemos vivir bajo la atmósfera de Venus, veríamos nubes compuestas por dióxido de azufre y vapor de agua que se generan por el calor de la superficie y la luz del sol. Además, un gran porcentaje de estas nubes venusianas son capaces de acumular gotas de ácido sulfúrico de gran grosor, por lo que veríamos cómo reflejan gran parte de la luz solar.

Pero no solo podríamos presenciar una lluvia de ácido sulfúrico sino que, además, tendríamos que protegernos de los fuertes vientos que recorren la superficie de Venus y que pueden transportar desde polvo hasta piedras pequeñas. Sin contar que, en la atmósfera venusiana, la velocidad de las nubes aumenta hasta el punto de ser capaz de recorrer todo el planeta en cuatro días.

3. Nevadas de dióxido de carbono en Marte

Podríamos vislumbrar distintos cambios estacionales, entre ellos, la caída de nieve, solo que, en este caso, las nevadas marcianas están conformadas por dióxido de carbono. Este elemento también está presente en los casquetes polares y, además, sus nubes también poseen las mismas partículas.

Este fenómeno solo puede ser posible cuando la temperatura está a −125° C, una cifra incluso más baja de la que se necesitaría para congelar el agua. Además, podríamos ver nieve todo el tiempo en el polo norte o sur del planeta, porque puede permanecer en el suelo por casi un año después de su caída desde el cielo.

4. Nubes de amoniaco y lluvia de helio en Júpiter

Si estuviésemos en el planeta Júpiter, podríamos vislumbrar una lluvia de helio gracias a que su atmósfera está compuesta en cierta parte por este material. También contiene otros componentes como hidrógeno, metano, vapor de agua y otros compuestos a base de silicio. Y en la parte superior de la atmósfera veríamos a lo lejos cristales de amoniaco congelado.

Debido a la presencia de agua y amoniaco dentro de la atmósfera, también veríamos rayos que son mucho más potentes que los de la Tierra. Pero esto puede variar según la zona del planeta, que están delimitadas por las franjas de colores visibles desde el espacio.

5. Tormentas y huracanes en Saturno

Al igual que en Júpiter, la atmósfera de Saturno también se caracteriza por sus tormentas y huracanes que azotan a la superficie del planeta. En este caso, podríamos experimentar desde vientos que alcancen los 450 m/s hasta rayos 10 000 veces más potentes que los de la Tierra en distintos periodos de tiempo.

Además, en Saturno, podríamos presenciar nubes compuestas por cristales de amoniaco y niebla uniforme conformada por una capa de nubes de agua que cubran el planeta entero, aunque esto no ha podido ser comprobado. Sin mencionar que deberíamos protegernos de los potentes huracanes por varios meses porque, según un dato registrado en el 2010, surgió un vórtice similar a la gran mancha roja de Júpiter que duró unos 200 días aproximadamente.

6. Lluvia de metano en Titán

Titán es uno de los satélites que giran alrededor de Saturno, y posee unas nubes conformadas por metano congelado y líquido. Si pudiésemos pasear por su superficie, veríamos una lluvia de metano de forma similar a como caen las gotas de agua en la Tierra.

Este fenómeno se daría, especialmente, durante las mañanas en una región específica del satélite llamada Xanandú. Recuerda que Titán tarda unos 16 días en completar una rotación, por lo que la lluvia duraría un aproximado de 3 días terrestres después del amanecer y se disiparía después de las 10:30 a.m a la hora local. Lo que aún no se sabe es si la lluvia de metano solo ocurre en esa región específica o es algo común en otras partes del satélite.

7. Lluvia de diamantes en Urano y Neptuno

En los planetas gigantes del sistema solar, como Urano y Neptuno, veríamos una lluvia de diamantes gracias a que sus atmósferas poseen metano. Este material bajo la influencia de las condiciones naturales se convierte en diamante e hidrógeno.

Los científicos descubrieron este hallazgo recreando la “lluvia de diamantes” usando un plástico que simula los compuestos formados a partir de metano. Tras varias observaciones del fenómeno descubierto en las simulaciones, se cree que por miles de años, los diamantes se sumergieron lentamente a través de las capas de hielo de estos planetas, formando así una capa gruesa alrededor del núcleo.

8. Frío extremo en Urano

En el planeta Urano nos pasaríamos gran parte de nuestras vidas abrigados, porque posee una temperatura mínima de −224° C, siendo el planeta más frío del sistema solar. Y aunque el cielo está conformado por hidrógeno y helio, también cuenta con varias capas de hielo compuestas por agua, metano y amoniaco. Se cree que las nubes se distribuyen en distintos niveles, colocándose las nubes de agua en un nivel inferior y las de metano en un nivel superior.

9. Vientos supersónicos de metano en Neptuno

En el planeta Neptuno, cada estación puede durar un aproximado de cuarenta años terrestres, por lo que pasarías gran parte de tu vida experimentando un largo verano o un extenso invierno. Esto se debe a la inclinación de su eje, que causa que ciertas zonas del planeta se vean expuestas a los rayos del sol por largo tiempo. Y sin contar que lidiaríamos con vientos supersónicos de hasta 2 200 km/h.

10. Lluvia de vidrio en el exoplaneta HD 189733 b

En el exoplaneta HD 189733 b veríamos nubes de silicato y vapor de agua en toda la atmósfera. Además de sufrir de una alta temperatura por su cercanía a su estrella, también vislumbraríamos una lluvia de vidrios formadas por la mezcla de dióxido de carbono y las nubes de silicato presentes en su atmósfera.

11. Nubes de hierro en el exoplaneta OGLE-TR-56b

También conocido como “Júpiter caliente”, el exoplaneta OGLE-TR-56b se caracteriza por ser el gigante gaseoso en orbitar bastante cerca de su estrella. Su atmósfera está conformada por nubes de átomos de hierro, y por eso, hierro es lo que llueve en este lugar. Se cree que la cercanía con su “sol” fomenta estas lluvias.

12. Lluvia de rocas en el exoplaneta COROT-7b

El exoplaneta COROT-7b es un planeta rocoso cuya superficie se cree está conformada por océanos de lava ardiente que, al evaporarse, conformarían su atmósfera. Una vez que esta se enfríe, sus componentes caerían en forma de lluvia. Solo que, en vez de agua, serían rocas.

¿Cómo te imaginas vivir con los distintos fenómenos atmosféricos en cada mundo? ¿Qué tipos de lluvias disfrutarías de ver algún día?

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