13 Anécdotas de profesores que hicieron cosas tan locas que nadie las olvida

Historias
hace 3 horas

Seguro que todos guardamos recuerdos de nuestra etapa escolar: los primeros amigos, los recreos divertidos, los bailes escolares. Pero entre todos esos momentos nostálgicos, hay recuerdos que destacan por sí solos: los de ciertos maestros que, con sus actitudes, dejaron una huella imborrable.

  • En mi escuela, la maestra de química claramente no estaba bien. Un día llegué con un corte de cabello nuevo, más corto de lo normal, además de unas mechas. ¡Y de pronto empezó a gritar que no tenía pinta de estudiante y que daba un mal ejemplo! ¿Y adivinen qué hizo? ¡Me puso un cero en el examen solo porque sí, sin motivo alguno! Después fue banca por banca diciéndole a todos que “así no se debe lucir si quieren crecer como personas normales”. Todos nos quedamos en shock, y mi mamá hasta fue a hablar a la escuela. Pero el director se puso del lado de la maestra, diciendo que esa era su “técnica educativa”. © SHCogwarts / VK
  • En sexto grado nos encargaron un ensayo sobre un libro. A mí siempre me ha encantado leer, así que estaba feliz. Elegí Moby Dick, porque mi papá solía hablar mucho de esa historia. Leí el libro, escribí el ensayo y se lo entregué a la maestra. ¿Y qué hizo? ¡Me puso la peor nota! Encima me llamó para hablar y empezó a regañarme sin parar, diciendo que mentir estaba mal y que yo, con 12 años, no podía entender conceptos tan profundos de una novela como Moby Dick© R2Dudebro / Reddit
  • Mi hijo mayor llegó un día de la escuela y me dijo: “Este año solo dejarán ir a la fiesta de Navidad a los que tengan buenas calificaciones”. Me quedé asombrada. Mi hijo no será el mejor alumno, claro, pero ¿eso significa que no merece celebrar? Fui a hablar con la maestra y me dijo: “Su hijo se porta mal y no estudia, que esto le sirva de motivación”. ¿Perdón? ¿Desde cuándo se castiga a los niños quitándoles una celebración? Escribí al chat de padres y todos se indignaron. Al final, organizamos una junta de mamás y papás y fuimos a ver al director. Nos escuchó y prometió tomar medidas. Finalmente, puso en su lugar a esa maestra desubicada y los niños sí tuvieron su fiesta. Aunque quedó una sensación amarga. © SHCogwarts / VK
  • En la escuela siempre nos repetían la misma frase: “¡Sin las matemáticas no llegarás a ningún lado! ¿Sueñas con ser programador? ¡Olvídalo!”. Yo era justo ese chico que apenas lograba un seis, y eso gracias a la piedad de nuestra profesora de matemáticas. Le decíamos “La maestra Álgebra” o algo por el estilo. Era muy estricta. Cada clase nos decía con que no encontraríamos un buen trabajo. Terminé la secundaria con un seis en matemáticas. Luego logré entrar a la carrera de informática, aunque pensé que ni me aceptarían. Aprendí matemáticas por mi cuenta, viendo videos y tutoriales. En la universidad tuve profesores de verdad, que enseñaban sin gritar. Hoy llevo tres años trabajando en una empresa de tecnología, programando y ganando bien. A veces me dan ganas de encontrarme a esa maestra y decirle: “¿Ve? ¡Hasta sin saber cuánto es nueve por ocho logré algo en la vida!”. © SHCogwarts / VK
  • Recuerdo que en la escuela organizamos una presentación donde todos teníamos que llevar una cinta roja para amarrarla en la frente. Mi mamá quiso hacer algo especial y me hizo una corona preciosa. Llegó el día del evento, y la maestra me quitó la corona para dársela a otra niña, diciendo que ella era la protagonista y que yo solo leía el texto. Yo era muy tímida, así que solo me puse a llorar. Pero claro que se lo conté a mi mamá y después la maestra no supo ni dónde esconderse. © Oído por ahí / Ideer
  • Una vez, cuando iba en quinto grado, la directora avergonzó a una niña delante de toda la escuela. Ella llevaba unos calentadores de lana de colores y un suéter tejido. La directora la sacó durante el acto cívico y, en voz alta, empezó a regañarla diciendo que parecía un loro. Pero la niña no se quedó callada y le respondió con firmeza: “¡Usted sí que parece una lora!” Desde entonces, el apodo de “La Lora” se le quedó a la directora por muchos años. © Anónimo3478453 / Ideer
  • Recuerdo la vez que me pusieron la calificación más injusta en geografía. La maestra había prometido traernos un atlas mundial de colección, decía que tenía un montón de páginas, detalles increíbles y que nos iba a gustar tanto que íbamos a querer sacarle copias. Llegó el día, le preguntamos por el atlas y ella, de repente, se acordó. Buscó en su bolso, lo revisó todo y dijo: “Perdón, chicos, se me olvidó completamente”. No aguanté y dije: “¿Y la cabeza no se le olvidó en la casa también?” La mitad del salón se echó a reír y la otra mitad no se atrevía ni a moverse al ver la cara de la maestra. © SHCogwarts / VK
  • Tuve una maestra de química tan extraña que ni siquiera usaba zapatos. Pero lo peor fue una vez que, revisando mi examen, marcó una respuesta correcta como incorrecta. ¿Su justificación? “Eso yo no lo enseñé”. © Unknown author / Reddit
  • Recuerdo que en la primaria era amiga de la hija de mi maestra, y además vivían justo en el departamento frente al mío. Un día fui a buscar a mi amiga para salir a jugar, y ella me ofreció una manzana. Desde la cocina, su mamá (mi maestra) gritó: “¡Come, come la manzana, pero luego nos traes unos kilos igualitos de tu casa de campo!”. Aunque era una niña, me quedé impactada. Dejé la manzana en la mesa, por suerte no había alcanzado a darle ni una mordida. ¡Tremenda maestra! © Oído por ahí / Ideer
  • Mi maestro de química en la prepa era terrible. Siempre nos decía que, si no aprendíamos química, terminaríamos viviendo debajo de un puente, y hasta nos pedía que eligiéramos cuál. Según él, no podríamos conseguir ningún trabajo que no tuviera relación con la química. Cuando alguien reprobaba un examen, lo hacía pasar al frente del salón y lo exhibía. A más de uno lo hizo llorar. © Unknown author / Reddit
  • Una vez, la maestra de primaria me preguntó cuál era el número más grande que conocía. Le respondí que, según mi papá, los números no tienen límite, así que no existe un “número más grande”. Ella consideró que mi respuesta era una burla. Agarró su calculadora, llenó la pantalla con la mayor cantidad de nueves posible y me la puso en la cara diciendo: “¡Este es el número más grande!”. © SHCogwarts / VK
  • En tercer grado nos pidieron escribir una redacción que comenzara con la frase: “Soñé que...”. Yo escribí una historia sobre cómo había ido a Hogwarts por un día y vivido una aventura en el mundo de Harry Potter. La maestra llamó a mis padres y los acusó de que yo había plagiado el texto. ¡Dijo que podía ir a la cárcel por usar personajes de Harry Potter! ¡Y eso que estaba en tercer grado! © amsbkwrm / Reddit
  • Siempre fui una niña bastante adelantada y en primero de primaria ya leía libros con soltura. Un día, mi maestra se dio cuenta de que yo leía mucho mejor que el resto del grupo. Entonces llamó a mis papás y les ordenó que me quitaran todos los libros que no tuvieran dibujos, porque “no debía ir más adelantada que la clase”. El asunto llegó hasta el director... y él apoyó a la maestra. Al final, mis padres no tuvieron más opción que cambiarme de escuela. © Protahgonist / Reddit

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