13 Señales de alerta que indican que no estás frente a una buena especialista en manicura

Curiosidades
hace 2 años

A muchas chicas no nos gusta arreglarnos las uñas en casa. Es más fácil confiar las manos a una especialista en manicura que hará todo a la perfección, y no tendrás que temer que el esmalte se quiebre esa misma noche o que la uña termine con una forma que no te gusta. Pero, desafortunadamente, no todas las que trabajan en los salones son unas verdaderas profesionales: algunas especialistas de la industria de las uñas hacen su trabajo de mala fe.

En el artículo de hoy, en Genial.guru decidimos descubrir qué señales indican que no es una buena idea atenderse con una especialista en manicura en particular.

1. Aplica mucho aceite en las cutículas

En pequeñas cantidades, el aceite para cutículas ayuda a suavizar y proteger la fina piel que rodea la uña. Pero si abusas del aceite, puedes conseguir el efecto contrario: sin el producto, la piel quedará aún más seca de lo que estaba. Así que una pequeña gota es suficiente.

2. No usa mascarilla y guantes

Durante el día, las manicuristas atienden a muchos clientes y constantemente tocan las manos de otras personas. Asegúrate de que la especialista se ponga guantes desechables antes de comenzar a trabajar. De lo contrario, puede transferir suciedad o infección a tu piel.

Además, trabajar con uñas implica la presencia de una gran cantidad de sustancias nocivas en el aire: polvo de uñas limadas y vapores de esmalte. Un buen salón debe estar equipado con extractores de aire, y las especialistas deben usar una mascarilla durante el trabajo. Así, cuidarán de su propia salud y de la salud del cliente.

3. Cobra cargo adicional por quitar el esmalte anterior sin previo aviso

La mayoría de los salones, según los clientes, quitan el recubrimiento anterior (esmalte en gel) de forma gratuita. Como regla general, este servicio ya está incluido en el precio de la manicura y no se cobran costos adicionales. Pero en algunos lugares pueden exigir un pago adicional sin previo aviso, ya al final del servicio, cuando la clienta está pagando. Para que esto no se convierta en una sorpresa desagradable, es mejor aclarar de antemano si deberás pagar más porque te quiten el esmalte viejo.

4. Ahorra en materiales y herramientas

Las limas de uñas desechables, por ejemplo, son baratas, pero pueden dañar las uñas. Ya después del primer uso, el papel de lija pegado comienza a salirse, lo que provoca la aparición de astillas en las uñas. Presta atención al estado de las limas en el salón.

Para ahorrar dinero, algunas especialistas también pueden diluir el esmalte seco con acetona en lugar de un agente especial. Y dado que la acetona disuelve el esmalte, la textura resultará heterogénea, se aplicará de manera desigual en la uña y no durará mucho. Asegúrate de que los esmaltes que usa la especialista sean de alta calidad: no se delaminen, no se vean demasiado espesos y no exuden el aroma típico de la acetona.

5. Tiene problemas con sus propias uñas

Presta atención a las uñas de la manicurista: muchas profesionales prefieren hacer su propia manicura y puedes determinar el nivel de su habilidad por cómo se ven sus manos. Si sus uñas tienen esmalte en gel, fíjate si el esmalte está bien aplicado, cuán crecidas están las uñas desde su última aplicación y en qué estado está la cutícula. Si las manos de la especialista están bien arregladas, lo más probable es que trate las de la clienta con el mismo cuidado.

6. Sumerge tu uña en un frasco de polvo

Si el diseño de la uña implica la aplicación de polvo, asegúrate de que la especialista no sumerja tu dedo en un frasco con el producto, sino que aplique el polvo directamente sobre la uña. Recuerda que en el lugar hubo otras clientas antes que tú y si han metido sus dedos en el polvo de la misma manera, podría haber gérmenes y bacterias allí.

7. Permite que el cliente use esmalte en gel durante demasiado tiempo

El esmalte en gel es mucho más fácil de quitar el día de la aplicación que después de 3 semanas. El caso es que cuanto más tiempo permanezca el gel en las uñas, tanto más difícil será quitarlo. Además, usar el gel durante mucho tiempo debilita el lecho ungueal y las bacterias pueden meterse debajo del esmalte con el tiempo. Por lo tanto, una especialista competente seguramente te recordará que el esmalte debe eliminarse después de 2, máximo 3 semanas y, probablemente, incluso te ofrecerá pedir un nuevo turno para ese entonces.

8. Usa la misma capa base para todo tipo de uñas

Hay varios tipos de capas base, y todos sirven para diferentes propósitos. Por ejemplo, la base será completamente diferente para las uñas quebradizas y débiles de la que se use para las sanas y fuertes, y una buena profesional lo sabe.

9. Critica el trabajo de otras especialistas y el estado de las uñas del cliente

No es muy agradable escuchar: “¿Quién te hizo esto?”. Incluso si la especialista realmente ve que la manicura anterior no se hizo muy bien, es poco probable que la clienta quiera escuchar tales reproches contra su gusto y elección. Y aún más ofensivos son los comentarios sobre el estado de las manos de la clienta: la longitud de las uñas o su calidad. Si esto pasa, lo más probable es que la experiencia de la clienta termine siendo negativa.

10. Se niega a corregir sus propios errores

Según una manicurista, un salón que valore su reputación hará todo lo posible por arreglar una manicura mal hecha: invitará a otro especialista, por ejemplo, o devolverá el dinero. Si el salón se niega a corregir las deficiencias, ya sea una cobertura desigual u otra cosa, esto indica un nivel de servicio insuficiente.

11. Está mal informada o se niega a responder preguntas

Una verdadera profesional siempre responderá con calma cualquier pregunta de la clienta. No dudes en hacerle a la especialista consultas sobre el procedimiento, las marcas de esmalte en gel y la esterilización de los instrumentos.

12. Utiliza la lima incorrecta

Al igual que con la capa base, no se puede usar la misma lima para diferentes tipos de uñas. Existen distintas clases de limas: desde las más suaves hasta las más duras. Por lo tanto, es importante usar la correcta: para uñas quebradizas y frágiles, una, para uñas sanas y fuertes, otra, y para limar el gel, una tercera.

13. Tira de las cutículas cuando usa pinzas

No se recomienda recortar las cutículas en general, pero si estás acostumbrada a una manicura en la que sí lo hacen o si la especialista está trabajando con las rebabas, mira más de cerca cómo lo hace. Las pinzas deben estar lo suficientemente afiladas como para quitar la cutícula con una presión suave. Si no están afiladas, el especialista tendrá que tirar de la cutícula, y esto puede terminar causando daños.

¿Prefieres ir a un salón o hacerte la manicura en casa?

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Trabajé en un prestigioso centro de estética como recepcionista. A todas las empleadas, incluso las manicuristas, se les exigía tener las uñas cortas y sin ningún esmaltado. Justamente porque si la especialista tiene hecha su manicura puede guardar en ella germenes que se contagien a la clienta. Y por supuesto, los guantes de látex se rompen con las uñas largas, por tanto no es recomendable usarlas.

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