13 Telenovelas cuyos vestuarios parecían un sueño, pero eran una pesadilla para los actores

Famosos
hace 2 años

El vestuario de las telenovelas es muy importante no solo para el espectador, quien disfruta de verlo y hasta sueña con vestirlo, sino también para los actores, ya que es un instrumento importante para la caracterización de sus personajes. Pero existen atuendos que, por muy bellos que se vean, pueden ser tan incómodos e incluso dolorosos que usarlos se vuelve toda una pesadilla.

En Genial.guru reunimos atuendos de telenovelas que nos enamoraron de solo verlos, pero que, para los actores, usarlos fue más bien una historia de terror.

1. Adela Noriega, Amor real

Los vestidos de la telenovela Amor real eran tan hermosos que casi parecían salidos de una pintura, pero solo eran apariencias. Por empezar, los productores quisieron ser fieles a la época que estaban retratando, así que hasta la ropa interior de los protagonistas era parte del vestuario. Cada vestido podía contener alrededor de 15 piezas, entre ellas un corsé, meriñaque, medias, etc.

Entrar en todo ese atuendo no era tarea fácil. Debido a eso, para poder usar los ajustados corsés de los vestuarios, Adela Noriega tuvo que adoptar una dieta de aguacate y atún para no subir de peso y mantener su figura.

2. Ingrid Martz, Amor real

Ya fuesen heroínas, villanas o aliadas, lo cierto es que casi todo el elenco femenino tuvo percances para poder ir al baño con sus atuendos. Adela Noriega evitaba tomar agua, e Ingrid Martz prefería aguantarse las ganas de orinar antes que tener que quitarse todas sus elaboradas prendas.

3. Lucero, Alborada

Aunque Lucero se llevó muy bellos recuerdos de la exitosa telenovela Alborada, no tuvo reparos en admitir que, aunque hay cosas que extraña de aquel entonces, definitivamente los zapatos del vestuario no son parte de ello, ya que eran demasiado apretados e incómodos.

4. Lucero, Lazos de amor

Aunque la vestimenta que Lucero debía utilizar en la telenovela Lazos de amor no era muy elaborada, el hecho de tener que interpretar a tres personajes con tres caracterizaciones diferentes terminó volviéndose muy estresante para ella. Pasaba muchas horas siendo maquillada, poniéndose y quitándose uñas y cambiando su cabello. Para interpretar a María Guadalupe, incluso debía colocarse una cola de caballo artificial.

Eran tantas horas de trabajo y de cambios de imagen que, cuando la novela ya estaba avanzada, Lucero no podía evitar tener crisis de llanto por los nervios y el cansancio. Hoy en día debe recordar aquella época con mucho orgullo, por toda su superación profesional. Pero, sin duda, en ese momento debe haberse replanteado muchas cosas.

5. Ana Martín, El pecado de Oyuki

El pecado de Oyuki tuvo una historia muy original, y el tener que transformar a una actriz latina en una mujer de apariencia asiática fue un verdadero desafío. Sin embargo, le fue tan bien que, al terminar la telenovela, las autoridades de Japón quisieron conocer a Ana Martín para felicitarla por su actuación. Pero no solo fue su gran trabajo interpretativo lo que le dio mérito, sino también el hecho de que tuvo que acostumbrarse a usar vestimentas con las que no estaba familiarizada y que se sentían incómodas, como chalecos rellenos de arena que pesaban hasta cuarenta kilos.

Sin embargo, para ella, este trabajo no fue difícil solo en el momento, sino también después, ya que aquel elaborado maquillaje le causó algunas manchas y lesiones: “Me estuvieron poniendo láser y láser, a ver si se me quitaba lo negro (del rostro)”. También tuvo que hacerse cirugías para restaurar su piel luego de que esta pasara mucho tiempo estirada para darle el efecto de ojos rasgados.

6. Alejandro Nones, Pasión y poder

Alejandro Nones es un galán bien parecido, pero para trabajar en la telenovela Pasión y poder, la productora le puso como condición que antes de empezar la producción, bajase 20 kilos para tener una apariencia juvenil. Tomó el desafío como un reto y en poco tiempo logró su cometido, desarrollando un papel muy exitoso.

7. Ariadne Díaz, Llena de amor

A diferencia de Alejandro, Ariadne no tuvo que bajar, sino subir de peso para poder interpretar a Marianela, ya que una de las condiciones para el protagónico era tener 10 kilos más. Pero adicionalmente a esto, la actriz debía utilizar una botarga calurosa y pesada: “El traje pesa seis kilos y es muy caliente. Entre escena y escena siempre me lo quito y me lo vuelvo a poner, o me echo aire con un ventilador”.

También, por las extensas jornadas de trabajo, la botarga le generó fuertes dolores de espalda y bajas de presión. Debido a eso, en ocasiones tuvo que usar suero mientras no grababa. “La botarga no solo era pesada, era muy estorbosa e incómoda”, comentó.

8. Génesis Rodríguez, Dame chocolate

Para interpretar a la protagonista de la telenovela Dame chocolate, Génesis tuvo que ocultar su belleza detrás de prótesis en su rostro y una dentadura falsa, lo cual le resultó incómodo: “Había ocasiones que me pesaba mucho la nariz o tenía dificultades para hablar”.

Sin embargo, cuando su personaje “embelleció” a mitad de la historia y dejó de utilizar todos aquellos artefactos, todo le resultó aún más molesto. “Era más fácil hacer el personaje de fea, porque con la transformación debía de arreglarme más”. Esto seguramente le llevó muchas más horas de preparación de lo deseado.

9. Lucía Méndez, El extraño retorno de Diana Salazar

La telenovela se situaba en dos períodos muy diferentes: en 1627 y en 1988. ¡Y vaya que la vestimenta de época fue todo un dolor de cabeza! No solo para la producción, sino también para Lucía, ya que cada vestido que usaba tenía 8 metros de tela y pesaba 10 kilos.

Además, el director quiso que la actriz respetara la indumentaria de la época al pie de la letra, así que debía ponerse falda, crinolina, corsé, pelucas y hasta la ropa interior de aquel entonces. En total, la actriz demoraba dos horas en disfrazarse para caracterizar a su personaje. Para que sus ojos se viesen amarillos, incluso debía usar costosos lentes de contacto comprados en el extranjero. Por si fuera poco, durante la producción, Lucía quedó embarazada, así que tuvo que hacer dieta para ocultar su barriga: comía solamente duraznos en almíbar y hielo.

10. Jaime Camil, Por ella soy Eva

Para la caracterización de este personaje, Jaime Camil prácticamente tuvo que aprender a caminar desde cero: “Tomé clases para aprender a caminar y soltarme. La mujer utiliza movimientos cadenciosos que hace de manera natural, y son los que he tenido que implementar”, dijo, sin mencionar que tuvo que acostumbrarse a hacerlo con tacones de seis centímetros de alto.

Por si no fuera poco, el trabajo de maquillaje tomaba más de dos horas para colocarle peluca, prótesis de busto, cadera, glúteos y hasta una incómoda faja para delinear su figura. Aun así, el actor supo darle su toque femenino al personaje, puesto que interpretó a una “mujer” profesional y, sobre todo, muy cómica.

11. Tatiana, Amy, la niña de la mochila azul

Cuando empezó a rodar la telenovela infantil, Tatiana no dudó en confesar lo difícil que resultó vestir el atuendo de su personaje, que era muchas cosas, menos “mágico”. “Es un poco pesado vestirme de sirena, porque la cola pesa 25 kilos, más un top de conchas auténticas. Me pongo una peluca hasta la cintura y hemos hecho tomas submarinas”. Sin embargo, pese a las dificultades, la actriz no quiso que nadie hiciera sus escenas por ella: “No tengo dobles porque quiero aventarme del todo en esto”.

12. Paz Vega, Cuna de lobos (2019)

Para Paz Vega, interpretar a la emblemática Catalina Creel no fue el único desafío, sino que a ello se sumó el soportar largas jornadas con el parche en el ojo tan característico del personaje. En secuencias de más de 10 minutos, su cabeza empezaba a doler, e incluso debía hacer ejercicio alternando la vista entre un ojo y el otro para aminorar las molestias.

13. María Rubio, Cuna de lobos (1986)

Si para Paz Vega fue molesto usar el parche, para su predecesora resultó aún peor, ya que era miope, y el ojo que debía cubrir era con el que precisamente podía ver bien. Así que, en algunas escenas en las que, por ejemplo, la actriz debía conducir un auto, tuvieron que contratar a una doble, ya que ella no contaba con el rango de visión necesario para seguir ciertas instrucciones.

¿Cuál prenda te resultó tan incómoda que te hizo desear llegar a casa para quitártela y no volver a verla? ¿Cuál ha sido la situación más incómoda que has vivido debido a un atuendo?

Comentarios

Recibir notificaciones
Aún no hay comentarios. ¡Puedes ser el primero!

Lecturas relacionadas