13 Vacaciones que empezaron con ilusión... y terminaron con escalofríos

🌍✈️ Viajar está lleno de sorpresas... pero no todas son agradables. Desde susurros inquietantes por la noche hasta sucesos extraños que nadie puede explicar, algunas aventuras dejan algo más que simples recuerdos. Resulta que los momentos más inolvidables no son los que planeaste, sino los que jamás imaginaste que ocurrirían.

• Estaba en un hostal en Vancouver, acomodándome en mi litera, cuando llegó mi compañera de habitación. Se trataba de una mujer mayor, de unos 50 o 60 años, originaria de Melbourne, que viajaba sola por el mundo. Me preguntó sobre Nueva York (mi ciudad natal), y respondió casi todo lo que le conté con un suave y casi susurrado: “Eso es increíble.”
  Esa noche, me giré en la cama, dándole la espalda a la pared, y la vi de pie junto a mi litera, iluminada por la luz de la luna que entraba por la ventana. Llevaba una bata blanca larga, su cabello alborotado, casi resplandeciente, y me estaba mirando fijamente. Su rostro estaba inclinado y susurró: “Eso es increíble,” y luego volvió a dormir. redangdit / Reddit

• Mi mamá estaba viajando por trabajo y en el avión se sentó al lado de un hombre (otro viajero de negocios). Tuvieron una conversación casual e intercambiaron tarjetas.
  Esa misma noche, ya en el hotel, estaba viendo la televisión y recibió una llamada de la recepción: su “esposo” estaba allí y querían saber si podían darle una llave para su habitación. Resultó que el tipo del avión se quería hacer pasar por su esposo para intentar entrar. mmmannino / Reddit

• Viajaba en un ferry nocturno y me levanté a mitad de la noche para ir al baño. Eran baños comunes, así que tuve que salir de mi habitación y caminar por el pasillo.
  Cuando salí y volví al pasillo, un hombre apareció. Me dio muy mala espina, así que no quise regresar a mi habitación hasta perderlo de vista. Empecé a caminar cada vez más rápido, y él simplemente me seguía.
  En cierto punto, corrí, y al fin giré hacia donde estaba mi habitación. Me detuve un momento, ya no lo veía, y entré rápido para cerrar con llave. Me quedé sentada con la espalda contra la puerta, en completo silencio, y escuché sus pasos corriendo justo del otro lado. Esa noche casi no dormí. @playfaire / Reddit

• Una vez, una amiga y yo nos hospedamos en un bed & breakfast bastante elegante. La dueña era encantadora, pero había ocasiones en las que aparecía de la nada.
  Estábamos solas en una sala grande con una sola entrada, y de repente ella ya estaba allí con nosotras. O esa casa tenía puertas secretas, o algo muy raro estaba pasando. También parecía saber cosas que habíamos dicho o hecho.
  Lo que más nos inquietó fue escuchar que alguien intentó abrir nuestra puerta en medio de la noche. La señora era un encanto, y el lugar precioso, pero nos sentimos aliviadas de hacer el check-out a la mañana siguiente. redraymus / Reddit

• Lo más aterrador que me ha pasado viajando fue durante un viaje a Perú, donde planeaba pasar unos días en el Amazonas. Como se recomienda, pedí una receta para pastillas contra la malaria y comencé a tomarlas antes de viajar.
  Uno de los efectos secundarios comunes eran las alucinaciones, y eso fue lo que me pasó durante el vuelo. Me desperté y juraría que vi un monstruo sobre el ala, como en ese episodio de La dimensión desconocida. Lo vi clarísimo. Por suerte, no armé un escándalo.
  Apenas aterricé, llamé a mi médico, y me recomendó dejar de tomar las pastillas y evitar el Amazonas. Me sentí raro los días que estuve en Lima, y como además llovía en todo el país, decidí acortar el viaje y regresar a casa. @MyFriendKevin / Reddit

• Trabajé en un hotel embrujado hace unos años. Mi historia favorita le pasó a un compañero. Estaba trabajando de tarde, limpiando tras una fiesta privada pequeña. Usábamos el salón de baile para guardar mesas y sillas cuando no estaba en uso, así que entró ahí con una pila de sillas y se topó con una fiesta navideña.
  Cientos de personas con trajes y vestidos de gala estaban disfrutando de una celebración espectacular. Mi amigo se sintió muy avergonzado por interrumpir con las sillas y salió de inmediato. Dejó las sillas en el pasillo y fue a preguntar a dónde llevarlas, ya que el salón estaba ocupado.
  Entonces se detuvo un momento y pensó en la hora. Ya era pasada la medianoche, y nunca teníamos eventos a esa hora. Volvió al salón... y todo estaba en completa oscuridad. Las luces apagadas. La fiesta y la gente, habían desaparecido. @daisy_st_patience216 / Reddit

• La primera vez que fui a Río de Janeiro hace muchos años, hablaba como cinco palabras de portugués y no tenía celular. Me junté con unos locales que parecían simpáticos y me llevaron a visitar museos durante el día. Ya por la tarde, la mayoría se despidió, pero dos me propusieron ir a un bar local “muy chido”, y claro, acepté emocionado.
  Tomamos un taxi y, como no conocía la ciudad, ni tenía cómo ver el mapa, enseguida me perdí. Después de un rato, empezamos a pasar por una zona muy oscura, llena de árboles, apenas iluminada por faroles tenues.
  Ahí me cayó el veinte: iba en un taxi con dos completos desconocidos, rumbo a un lugar desconocido, en un país cuyo idioma no hablaba, en una ciudad famosa por ser peligrosa. Me preparé mentalmente para, con suerte, despertar en una tina llena de hielo.
  Lo que pareció una hora (aunque seguro fueron cinco minutos), terminó en una zona abierta frente al mar, con un bar-restaurante repleto, música, luces, gente riendo y una fiesta total. @angelicism / Reddit

• Nos hicieron un (extraño) ascenso a la Suite Presidencial en un hotel muy famoso. Mi hijo, que entonces tenía 18 meses, se detenía cada vez que llegábamos al área donde estaba el piano y la barra. Simplemente, no quería entrar ahí.
  Ese espacio tenía algo en el aire... una especie de frío incómodo y perturbador. El área del dormitorio era un poco menos inquietante y todos logramos dormir. Al día siguiente, sin ningún tipo de pena, decidimos dejar la habitación. @DuchessofMarin / Reddit

• A finales de diciembre de 2003, me hospedé en un bed & breakfast en Stratford-upon-Avon, Reino Unido. Mi compañero de cuarto, Joe, y yo compartíamos una habitación en el último piso de una típica casa de tres niveles. La habitación era pequeña, pero cabían justo dos camas y unas mesitas.
  Esa noche, después de dormirnos, me desperté y noté que las cobijas se deslizaban lentamente sobre mi cabeza, como si alguien me estuviera arropando o haciendo la cama conmigo dentro.
  En ese momento, una voz en mi cabeza me dijo algo como: “Vas a oír que tocan la puerta, pero no te asustes. Solo soy yo.” Y justo después, se escucharon dos o tres golpes secos en la puerta, seguidos de pasos suaves bajando por las escaleras hacia el segundo piso.
  No sentí miedo, y Joe no se despertó. De hecho, sentí una presencia reconfortante, no amenazante. Hasta hoy, juro que ha sido la única vez que tuve una experiencia real con un espíritu o algo que no puedo explicar. @leonard_x_magnifico / Reddit

• Mi prometido y yo nos hospedábamos en el Best Western Primrose Hotel en Toronto, Ontario. Eran como las 4 de la mañana y yo no podía dormir. Apagué la televisión y me di vuelta cuando escuché a mi prometido susurrar dormido. Era un murmullo muy suave, pero en la oscuridad podía ver cómo movía exageradamente los labios, algo extraño para alguien que solo está susurrando.
  Mientras intentaba entender lo que decía, noté algo que se balanceaba junto a la pared, justo al lado de él. Me di cuenta de que era una mano moviéndose de un lado a otro sobre su cara, como si quisiera llamar su atención.
  Entonces comprendí que esa mano pertenecía a un brazo, ese brazo a un cuerpo, y ese cuerpo tenía una cabeza.
  Había un hombre de pie junto a nuestra cama, inclinado sobre mi prometido, moviendo la mano frente a su cara, como si dijera: “¿Puedes verme?” Me quedé paralizada por el miedo.
  Vi cómo el hombre se enderezó, se dio la vuelta lentamente, caminó hacia el pasillo oscuro... y desapareció.
  Hasta el día de hoy no tengo explicación. Ha sido la experiencia más extraña de mi vida. @kaayraws / Reddit

• Mi novia y yo hicimos un viaje de fin de semana a un pueblo pintoresco junto a un lago. Desde el balcón teníamos una vista perfecta de una vieja mansión, con las ventanas oscuras. Por curiosidad, decidimos salir a caminar para verla de cerca. El sendero nos llevó por el bosque. Cuanto más nos acercábamos, más fuerte era la sensación... como si alguien nos estuviera observando. Al llegar a un claro donde se veía toda la casa, algo dentro de mí susurró: “No deberías estar aquí.” Nos dimos la vuelta sin decir palabra.
  Esa noche buscamos información sobre la historia del lugar... y lo que descubrimos me heló la sangre. La casa había pertenecido a una familia que desapareció misteriosamente. Sin explicación, sin pistas... como si hubieran caminado hacia el lago y nunca regresado. Algunos decían que habían huido. Otros, que la casa los había atrapado.
  Lo más raro: todos los intentos por restaurarla o venderla habían fracasado. Los pocos que trataron de vivir allí se fueron en semanas. Algunos afirmaban ver sombras en las ventanas; otros, que los objetos cambiaban de lugar o desaparecían.
  Esa misma noche, nos pasó algo a nosotros. Nos despertó un golpe fuerte en la ventana. La ventana estaba entreabierta, tal como la habíamos dejado antes de dormir. Me levanté, miré afuera, no vi nada y cerré la ventana.
  Lo más extraño fue lo que ocurrió después. En mis sueños, escuché una voz que decía: “Dámelo. El negro con dorado. Lo quiero.”
  No le di importancia hasta la mañana siguiente, cuando noté que mi encendedor negro con dorado, el que había usado justo antes de dormir, había desaparecido.
  Buscamos por toda la habitación. Era pequeña, casi no nos habíamos movido. Simplemente... había desaparecido. Como si algo, o alguien, se lo hubiera llevado.

• Estábamos sentados en el bar, yo y un grupo de desconocidos con quienes me puse a conversar. Estaba de viaje por el trabajo, así que todos eran extraños.
  Había un tipo solo, con una camisa amarilla, sentado en otra área. Les dije a los demás que deberíamos invitarlo a unirse, y todos estuvieron de acuerdo.
  Nos dimos vuelta para llamarlo (estaba a unos 12 metros)... y de pronto había desaparecido.
  La única salida era un pasillo angosto que pasaba junto a nosotros, y no lo habíamos visto pasar.
  Cuando le preguntamos a la chica del bar, dijo: “¿El de la camisa amarilla?” Admitió que no era la primera vez que se lo decían. @Boring-Pilot-6009 / Reddit

• Cuando nos casamos, decidimos hacer un viaje sencillo a las Cataratas del Niágara. Nos hospedamos en un hotel, entramos a la habitación, guardamos nuestras cosas y nos pusimos la pijama. Estábamos tan cansados que nos fuimos directo a dormir.
  Unas horas después, me despertó mi esposa sacudiéndome. Me dijo: “Hay alguien en la habitación.” Encendí la lámpara de noche y revisé el baño y debajo de la cama... no había nadie.
  A la noche siguiente, nos despertaron unos ruidos. Ella se aferró a mi brazo y miramos hacia la oscuridad, cuando escuchamos pasos fuertes que iban y venían por la habitación. Dije en voz alta: “¡HOLA!” Y en ese momento sentimos como si alguien se sentara al borde de la cama.
  Salté, encendí la luz... no había nadie. La puerta seguía cerrada, con la cerradura de seguridad típica de los hoteles. Nadie se estaba escondiendo en el cuarto.
  A la mañana siguiente fui a recepción y mencioné que nuestros vecinos habían hecho algo de ruido las últimas noches. La recepcionista me respondió que la habitación contigua había estado vacía.
  Esa misma noche, otra vez, después de la medianoche, escuchamos pasos dentro de nuestra habitación, justo de mi lado, y los pasos sonaban como si dieran vueltas en círculo. Le susurré a mi esposa que no venían de al lado, y justo en ese momento sentimos cómo el colchón se hundía, como si alguien se sentara.
  Mi esposa gritó: “¡Por favor déjanos en paz, estamos en nuestra luna de miel!” Y al instante sentimos cómo el peso desaparecía.
  Fuimos de nuevo al lobby y pedimos cambiar de habitación. Nos preguntaron por qué, y mi esposa soltó: “La habitación está embrujada.” Pensé que la recepcionista nos iba a mirar como locos, pero solo dijo: “Está bien, puedo ponerlos en la habitación número...” Incluso se ofreció a mover nuestras cosas.
  Decidimos hacerlo nosotros mismos. Esa noche, por fin, dormimos tranquilos... sin un fantasma que paseara por la habitación. @4thdegreeknight / Reddit

Aunque alojarse en hoteles puede resultar inquietante, los aeropuertos son un verdadero reality show: repletos de encuentros extraños, incidentes inesperados y momentos que desafían toda lógica. ¿Crees que ya lo has visto todo? Abróchate el cinturón, porque estas historias de aeropuerto podrían dejarte helado.