14 Actores para los que sus atuendos fueron una pesadilla

Los trajes ayudan a dar vida a los personajes de las películas. Los actores esperan con ansias su primera prueba de atuendo para empezar a trabajar y meterse en el papel. Sin embargo, a las celebridades no siempre se les dan las imágenes escénicas en las cuales se sienten cómodas. En algunos casos, los actores se ven obligados a pasar semanas o incluso meses trabajando con atuendos apretados o voluminosos, tolerando horas en el camerino mientras los preparan.

Genial.guru no imaginaba a través de qué proceso pasan los actores para complacer a los espectadores con una película de calidad, por eso quiere expresar su gran respeto por su resistencia.

Angelina Jolie — Maléfica

Fue bastante difícil transformar a Jolie en el hada Maléfica. El equipo de artistas de maquillaje gastaba 2 horas y media en hacerlo, y, según la actriz, ella no es la persona más paciente en el mundo. A Angelina le ponían prótesis en la nariz, en los pómulos y en los oídos para que se viera un poco tenebrosa y alienígena. Además, la actriz usaba colmillos especiales y lentes de contacto. Aquí puedes ver el video con el proceso acelerado de la transformación de Jolie en Maléfica.

Sin embargo, fueron los cuernos los que le trajeron más problemas. En una entrevista, Jolie contó que eran bastante pesados, por lo que su cuello se cansaba rápido. Además, ella se ponía tacones de más de 12 cm y constantemente se pegaba con los cuernos en el escenario. Un par de veces incluso estuvo a punto de noquearse.

Saoirse Ronan — Las dos reinas

Saoirse Ronan se ponía un corsé durante 12 horas diarias, y esto se reflejó mucho en su aspecto físico. Después de terminar la filmación, esperó durante un mes a que su cuerpo de “reloj de arena” volviera a la figura habitual sin curvas. Además, la actriz agregó que el corsé era muy incómodo y presionaba su interior.

Ralph Fiennes — Harry Potter (serie de películas)

El actor recuerda con estremecimiento no solo el denso maquillaje del Señor Tenebroso, sino también su atuendo. Además, Ralph Fiennes constantemente se tropezaba con él, y se veía obligado a usar pantimedias debajo de su capa. Pero estas se bajaban tanto que la parte inferior se encontraba al nivel de las rodillas. Según el actor, debido a esto, él no podía caminar de forma tan elegante como debía hacerlo Voldemort. Finalmente, Fiennes no aguantó y le pidió al diseñador de vestuario que hiciera algo al respecto. El problema fue resuelto rápidamente: cortaron la parte superior de las pantimedias y agregaron ligas en cada pierna, como si fueran medias.

Tilda Swinton — El Gran Hotel Budapest

Tilda Swinton pasaba 5 horas con los maquilladores y esperaba pacientemente a que terminaran su transformación en una anciana: “Fue muy interesante observar cómo estos chicos trabajaban. Un equipo entero se ocupaba de mí. Tomaban un pedazo de algo que parecía un tocino y me lo aplicaban en el rostro, las manos y las orejas”.

Los artistas gastaban el mismo tiempo en quitar el maquillaje del rostro de la actriz. Tilda tuvo suerte de haber pasado solo dos días en el set de filmación.

Brie Larson — Capitana Marvel

Brie Larson se quejó de que su traje era muy incómodo. No podía ponérselo sola; cada vez le ayudaban dos asistentes, quienes gastaban 30 minutos en vestirla de superheroína. En tales condiciones, ir al baño debe haber sido un placer dudoso, ya que Brie estaba acompañada por un equipo de 5 personas.

Orlando Bloom — El Señor de los Anillos (serie de películas)

El actor tiene ojos de color marrón oscuro, por eso tuvo que usar lentes de contacto azules. Bloom los odiaba con todo su corazón, porque irritaban las membranas mucosas y se caían constantemente. Cuando Orlando regresó al papel de Legolas en la trilogía El hobbit, se negó de forma rotunda a usarlos. Por eso, sus ojos simplemente fueron “pintados” con ayuda de la computación gráfica.

Helena Bonham Carter — El planeta de los simios

El rodaje comenzaba a las 7 de la mañana, pero Helena Bonham Carter se veía obligada a levantarse a las 2 o a las 3 de la madrugada, porque el proceso de aplicación del maquillaje ocupaba aproximadamente cuatro horas. “Es difícil aguantarlo, y al final de la filmación tus nervios se desgastan por completo”, compartió la estrella.

Era difícil comer y beber en el traje de mono, por lo que la actriz tenía que usar un espejo para saber exactamente en dónde se encontraba su boca debajo de esa máscara y no arruinar el maquillaje por casualidad. Sí, actuar con esta vestimenta fue poco placentero, dado que el denso maquillaje y la goma en el rostro se reflejaban negativamente en las expresiones faciales de Helena. Además, debido a las orejas enormes, le costaba mucho trabajo entender a sus colegas.

Christina Ricci — Penelope

El equipo de artistas de maquillaje gastaba aproximadamente una hora y media para ponerle una prótesis a la nariz de Christina Ricci. Durante ese proceso, la actriz no debía mover la boca y tenía que apretar su nariz artificial al rostro. Solo después de eso le hacían el peinado y la maquillaban.

Gary Oldman — Las horas más oscuras

La transformación icónica de Oldman en el primer ministro de Gran Bretaña tomaba casi 4 horas. Además del maquillaje complicado, al actor le aplicaban un parche especial en el cuerpo, el cual usaba como si fuera un corsé de la época victoriana. Gary Oldman se preocupaba más por no poder afrontar el horario tan complicado: tuvo que pasar 18-20 horas con esta imagen durante 48 días seguidos. Además, temía que su piel no soportara todo lo pegado.

Si te interesan más detalles de cómo el equipo trabajó en el maquillaje de Churchill, el cual fue galardonado con un premio Óscar, necesariamente tienes que ver este breve video.

Michael Sheen — Crepúsculo la saga: Amanecer — Parte 1

Esta no fue la primera vez que el actor usó un traje incómodo. Para rodar la película Tron: El legado, se puso un corsé y tacones enormes. Pero los lentes de contacto de vampiro resultaron ser lo peor. Michael contó que estos tenían que cubrir todo el ojo, por eso los hicieron mucho más grandes de lo habitual. Y su proceso de aplicación se convirtió en una tortura. Al inicio, los asistentes levantaban el párpado superior del artista e insertaban parcialmente el lente. Luego hacían lo mismo con el párpado inferior. Después de eso, lo manipulaban para ajustar su posición.

Debido a eso, Sheen constantemente debía usar gotas para los ojos y aguantar dolores de cabeza, porque los lentes anulaban su visión periférica.

Gwyneth Paltrow — Amor ciego

No siempre los disfraces traen solo sufrimiento o incomodidad. A veces, los actores también se enfrentan a un trauma emocional. Por ejemplo, Paltrow experimentó lo que sienten las personas con sobrepeso y no le gustó: “El primer día que me probé el traje estaba en el Tribeca Grand Hotel, y crucé el vestíbulo. Me sentí tan triste y ansiosa. Nadie me miró a los ojos porque parecía una persona que sufría de obesidad. Me sentí humillada porque la gente me despreciaba”.

Rachel Brosnahan — La maravillosa Señora Maisel

Dado que los acontecimientos de la trama tenían lugar en Estados Unidos en los años 60, la actriz siempre tenía que usar un corsé debajo del vestido. En una entrevista contó cómo la pasó: “Debido al uso del corsé, sufrí una lesión. En la serie hablábamos muy rápido, así que no me alcanzaba el tiempo para inhalar. Me parece que no respiraba lo suficiente, porque un par de mis costillas se unieron. Ahora no puedo inhalar profundamente”.

Shawn y Marlon Wayans — ¿Y dónde están las rubias?

La transformación de hermanos en hermanas resultó ser una tarea difícil tanto para el equipo de maquilladores como para los actores. Al inicio, todo el proceso ocupaba 7 horas al día, pero los artistas lograron reducirlo a 5: “Lo hicimos durante 60 días, fue agotador. Si ellos comían o tomaban algo, había que corregir el maquillaje de inmediato. Los chicos casi no dormían en los recesos entre la aplicación del maquillaje y el rodaje”.

Si fueras una estrella de Hollywood, ¿aceptarías rodar con un denso maquillaje y un atuendo incómodo? ¿U optarías por la autenticidad al máximo?