14 Ejemplos claros que muestran cómo la vida adulta nos transforma

Historias
hace 3 horas

¿Qué significa ser adulto? Algunas personas piensan que ser adulto es cuando ya no quieres jugar. Otros creen que uno se hace adulto cuando tiene hijos propios. Los héroes del artículo de hoy han decidido contarnos en qué momento sintieron que ya habían crecido.

  • Cuando era niño, me encantaba Lego. Mis padres a veces me compraban pequeños juegos, pero no era suficiente. Entonces pensé que cuando creciera y ganara dinero, me compraría todos los juegos que quisiera. Y ahora soy mayor y tengo dinero. Pero ya no tengo ese interés. Y ahora te pones delante de un enorme stand con ese juego de construir y te das cuenta de que son solo piezas de plástico en una caja, y no ese almacén de fantasías, como era en la infancia. Es una pena. © Overheard / Ideer
  • Decidimos recordar nuestra juventud y ver +rápido +furioso. La película empieza con una carrera, en la que el protagonista, una guapa japonesa y un hombre, al que su mujer antes de la carrera le dice: "Cariño, tienes que ganar. Mañana tenemos que pagar el alquiler". Así que estuve animando a este hombre, que tiene que pagar el piso, toda la carrera. Estaba muy preocupada. Pero antes animaba al protagonista, me alegraba que ganara. Y ahora, por segundo día, me preocupa si el hombre pagó el piso. © Sshtane / Pikabu
  • De niño, como muchos niños, veía Pokémon. Me encantaba. Todos los días con mis amigos veíamos un episodio nuevo. Pero luego crecí y me di cuenta de que este dibujo animado era como una especie de pelea de perros o gallos. Te regalan una mascota, la crías y la llevas constantemente a batallas en las que lucha por ti. Cada vez pones a tu mascota en peligro, y lo único que haces es mandar. Es un dibujo animado terrible. Ahora lo odio. © Overheard / Ideer
  • Mi hermano (de 17 años) ha traído a unos amigos a casa: entro en la cocina y, de repente, me dicen: "Buenos días"... ¡Ups! Sus amigos y yo tenemos una diferencia de edad de no más de 10 años. © sete****ka / Twitter
  • Fue hace mucho tiempo, yo tenía 14 años. Mi madre y yo subimos al autobús y todos los asientos estaban ocupados. Así que, por reflejo, me agarré a la barandilla superior. No lo alcancé con la punta de los dedos, no lo toqué, lo agarré firmemente con la mano. Nunca me había pasado, ¡y ahora sí! Mi felicidad no tenía límites. ¡Ya soy mayor! ¡Soy adulto! Miré a la gente que me rodeaba con orgullo, y pensé que ellos me miraban con respeto. Los asientos del salón se quedaron vacíos, mi madre se sentó y me preguntó sorprendida por qué no me sentaba. Y naturalmente yo me resistía a sentarme. Quería ir de pie una hora, dos, tres, pero solo viajamos 40 minutos. Me bajé a regañadientes, sin querer dejar pasar este momento. © Guamokolatokintt / Pikabu
  • Me sentí adulta cuando llegué a casa de mi madre de vacaciones con mi hijo de un año. Mi madre es profesora en China, vive en una residencia, sale con sus amigas los fines de semana, monta en bicicleta. Así que acuesto a mi hijo a las dos de la madrugada, me siento a trabajar y mi madre y sus amigas entran corriendo, riéndose, dejando caer algo en el pasillo... Y apenas puedo contenerme para no despotricar, como si fuera yo la que tiene más de cincuenta años, ¡y no mi madre! Aunque, por supuesto, locamente feliz por su nueva juventud. © Overheard / Ideer
  • Mi padre volvía del trabajo y se quedaba media hora sentado en el coche. De pequeña no lo entendía, pero ahora yo misma vuelvo en mí después de un día duro, así que no traigo mis problemas a casa. © joystik / Pikabu
  • Hace cinco años decidí construir una pérgola de dos plantas en mi parcela. En la planta baja, un bar y sofás; en la segunda, una mesa de billar y un minicine. Pero mientras construía y equipaba todo lo que había planeado, ya dejé de querer invitar tan a menudo a mis amigos a las reuniones. Al final no nos reunimos más que una vez al mes, o incluso una vez cada dos meses, solo para darnos un baño de vapor. Ya nos quedan fuerzas para el billar ni el cine después de la sala de vapor. Como consecuencia, la pérgola comenzó a abarrotarse de cosas innecesarias. © papazov1 / Pikabu
  • Hace poco me di cuenta de que había crecido. Vivo en las afueras, en el sector privado, y de niña, cuando estaba oscuro y me daba miedo caminar sola desde la parada del autobús hasta mi casa, intentaba seguir a algunos adultos. Hace un par de días bajé del autobús por la tarde, ya estaba oscuro. Caminé por la calle y vi a un niño que me seguía... Como solía hacer yo. © Overheard / Ideer
  • Por cierto, cuando tenía 12 años, me enfadaba y no entendía por qué el aceite no salpica a los adultos cuando cocinan, pero a mí sí. Ahora me doy cuenta de que a ellos también les salpica, pero a los adultos les da igual: el dolor de un par de gotas de aceite caliente no es nada comparado con una crisis existencial. © bert0ia / Twitter
  • Cuando era niño y veía películas sobre el futuro, "¡Vaya, zapatillas voladoras! Vaya, viaja en alguna cosa rápida, ¡no puedo esperar a que llegue el futuro!". Y entonces el futuro llega lentamente y miras al tipo del autogiro o el monociclo y piensas: "Tío, ¿no tienes nada mejor que hacer?". © PapaPrislal / Twitter
  • Crecer es abrigarse lo más posible cada vez que baja la temperatura, porque te acuerdas de lo que cuestan los medicamentos y no tienes tiempo para ponerte enfermo. © treschenko24 / Twitter
  • Empecé a sentirme vieja de verdad en la parada del autobús: chicas de 16 años allí de pie, sin gorro, con los tobillos desnudos, con chaquetas cortas. Como yo en los años noventa.
    Y ahora tengo más de 30 y llevo gorro, guantes, chaqueta que abriga y zapatos. Y me pongo calcetines de punto por encima de las mallas para que no se me congele nada incluso a -1. © Kryakva123 / Pikabu
  • Me sentí adulto por primera vez cuando me compré un champú para hombres. Ahora me lavaba el pelo con mi propio champú con un olor fresco brutal, no como antes, el champú de mi madre con olor a alguna lila o rosa. © Overheard / Ideer

Para ser sinceros, nos gusta mucho el concepto de los elfos de Tolkien: no alcanzan la mayoría de edad hasta los 50 años. Y desde luego no tienen preguntas del tipo "Todos mis compañeros ya tienen hijos, y yo sigo jugando". Eso está bien.

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