14 Historias de citas que hacen que estar soltero suene bastante bien

Al acordar una primera cita, siempre corremos un pequeño riesgo. No está claro qué tipo de persona es y cuáles son sus costumbres. A veces basta una sola vez para darse cuenta de que definitivamente no son pareja, y romper al instante la relación. Entre esas “banderas rojas” pueden estar un comportamiento inadecuado en un restaurante, y una excesiva suspicacia, e incluso el deseo de encontrar urgentemente una ayudante en casa.

• Una vez salí con un chico. Al principio me sorprendió que me pidiera ir a un parque de su barrio. Luego decidió enseñarme un lago, que resultó no estar lejos de su casa. Tardamos una hora andando desde el parque. Pero la guinda del pastel fue otra: su madre lo llamó a las seis de la tarde y le dijo que era hora de comer. El chico se volvió hacia mí, me dio las gracias, cruzó la calle y se metió en la entrada de la casa más cercana. Esa fue nuestra última cita. © Overheard / Ideer

• Ayer, un chico del gimnasio me invitó a un restaurante. Ya en la entrada me dijo, dándome instrucciones: un platillo de hasta 5 dólares y una taza de té. Me reí y le dije que lo pagaría yo. Me preguntaba con qué otras extravagancias me sorprendería. Entonces, este chaval durante 40 minutos de nuestra cena me explicó que su esposa no debería ser una ama de casa, que vivirían todos juntos con su madre y su abuela, y que su esposa debería tener una vivienda grande para que cupieran todos. Sonreí mucho, y al final de la cita le dije que no hacía falta que saliéramos. El chico me dio las gracias por mi sinceridad y por la cena, diciendo que hacía tiempo que no comía tan bien. © Caramel / VK
• Cuando era joven, tuve una cita en invierno. El frío era feroz, estábamos paseando por la plaza, y entonces el chico dijo: “Ahora voy al baño”. Me dejó en la calle y se fue corriendo a alguna parte. Esperé unos cinco minutos, lo llamé, no contestó. Desapareció. No entiendo este tipo de comportamiento. Si no te gusta algo, simplemente dilo. Solo estamos charlando, conociéndonos. © lelya m just about life / Dzen
• Caminábamos juntos por el centro de la ciudad. De repente, oí que alguien gritaba el nombre de mi novio. No le di mucha importancia en ese momento, pero entonces se nos acercó una chica. Resultó que él tenía una relación con ella. Me dio mucha vergüenza. Empezaron a discutir, me aparté un poco y dije: “Vale, me voy”. Nadie me hizo caso, así que me fui. © Equivalent-Rabbit792 / Reddit
• Una vez un chico me invitó a una cita para hacer snowboard. Fuimos a la base y alquilamos equipo. Él tenía experiencia, y yo me subí a una tabla por primera vez en mi vida. Bajé un par de veces, me aburrí y decidí esperarlo arriba. Era invierno, hacía frío, yo me estaba congelando, y él siguió montando. Cuando, por fin, subió la cuesta, le pedí las llaves del coche para calentarme y esperarlo, a lo que me respondió: “Sabes, no tengo suficiente gasolina, sube y baja corriendo, te calentarás rápido”. Mis sentimientos se enfriaron tan rápido como mis piernas. © Overheard / Ideer

• Hace 6 años escribí a una chica en una web y le pedí una cita. Aceptó mi invitación y el día de la cita por la mañana me confirmó que todo estaba en marcha. Llegué con antelación, compré flores y me puse a esperarla en el lugar acordado: en la plaza de la entrada del centro comercial.
  Llegó el ansiado momento, y ella no estaba allí. Estaba tranquilo, 10 minutos era un retraso aceptable. Lugo decidí marcar su número: o estaba fuera de cobertura o su teléfono estaba apagado. Solo había una foto de ella en la página web, así que me puse a mirar a todas las chicas con el pelo de color castaño, pero todas pasaban de largo, sin fijarse en mí.
  Entré en el centro comercial para calentarme y entonces llamó ella. Dijo que su hermana tenía fiebre o dolor de garganta, pero que podía ir a verla al otro lado de la ciudad si quería. Colgué y me fui al autobús. Pasó un minuto y volvió a llamar: su hermana pequeña se había recuperado, pero vendría a verme si le transfiriera dinero para un taxi. Le dije que ya no me interesaba y me fui a casa. © Veniamin Medvedev / Dzen
• Tuve un par de citas con el chico e incluso les conté a mis amigas lo guapo que era. Pero por alguna razón empezó a hacerme muchas preguntas sobre mi ex. También me pareció un poco raro. Después de nuestro tercer encuentro, desapareció, y por la tarde, cuando estaba prevista la cuarta cita, me escribió: “No me gustó que hablaras mucho de tu relación anterior”. Me reí a carcajadas. © Infinity_LTFS / Reddit
• Conocí al chico en el hospital, en el centro de traumatología, por casualidad. Resultó que teníamos la misma fecha de nacimiento. Nos gustamos, hablamos mucho. Y unos días después me pidió que me casara con él. Y como argumento irresistible me dijo: “Tengo buena casa, ¡incluso una vaca!”. Imaginé un apego de por vida a esta vaca, de la que no se puede ir a ninguna parte, y rápidamente puse fin a nuestra comunicación. © Jacy / ADME

• Primera cita, buen restaurante. Traen la cuenta. Digo: “¿Mitad y mitad?”. Es la primera vez que nos vemos. El hombre se niega orgulloso y casi escandalosamente paga él mismo. De repente, un minuto después, recibo un mensaje que dice: “Me debes tanto”.
  ¿Qué era eso? ¿De qué presumía? ¿Delante de quién? En general, no me gustó este teatro de un actor, y nunca volvimos a vernos. © Overheard / Ideer
• Una vez, un nuevo conocido me invitó a una cafetería barata para una cita romántica. Al cabo de una hora vi que el hombre se comía todo lo que yo dejaba en el plato, y al final de la cita dijo que no tenía dinero suficiente para pagarlo. No estaba preparada para este desenlace, le dije: “Qué triste”, y me dirigí a la salida. Enseguida tuvo el dinero. Después me pidió que saliera con él un par de veces. Pero no necesito un pretendiente así para nada. © Overheard / Ideer
• Empecé a comunicarme con una chica. Quedamos un par de veces, después me dijo que varias personas más le habían ofrecido una relación y que no sabía si aceptarla o no. Y yo pensaba que ella y yo ya teníamos algo. Dejé de comunicarme con ella y recibí mensajes suyos enfadados, diciendo que yo había estropeado todo lo que había entre nosotros, porque todo iba muy bien. ¿Qué iba bien, qué arruiné, qué había entre nosotros? Si yo le gustaba y quería una relación conmigo, ¿por qué necesitaba subir el precio con estas “ofertas” de otros? No oculté mi afecto por ella. Pero después de aquello no volví a verla, que es lo mejor. © SanKote / Dzen
• Fuimos en una primera cita a un restaurante japonés. Le dije: “No sé comer con palillos. Pídeme un tenedor”. Y él me dijo: “¿De qué estás hablando? Esto es vergonzoso”. Vale. Estoy tratando de conseguir un pedazo de sushi. Y entonces, como a cámara lenta, veo un trozo de wasabi salir volando del plato con un movimiento de mi palillo y golpear a mi novio en el ojo. Se pasó el resto de la cita enjuagándose el ojo en el baño. Estaba tan disgustada que pagué toda la cena. Ni que decir tiene que este chico nunca me llamó para una segunda cita. © throwtheflames123 / Reddit

• Mi segunda cita acabó siguiendo lentamente el coche de su socio por carreteras rurales. Decía que la engañaba y que había que seguirlo. Antes de eso, me había hecho sentar en el aparcamiento del hospital en mi coche, mientras ella misma se escondía en cuclillas en el asiento trasero. Éramos nosotros los que habíamos estado esperando a este compañero. En un momento dado llegué a pensar que estaba participando en un programa tipo broma con cámara oculta. © tomkeys78 / Reddit
• Me lo contó una conocida el otro día. Era su cumpleaños, estaba en el trabajo, haciendo cosas. En esto llama un pretendiente suyo, un avaro terrible, la felicita y se ofrece a invitarla a comer. La cumpleañera se sorprende por tanta generosidad, pero acepta. Suben al coche y él la lleva... a un comedor de trabajo donde tienes que poner la comida en una bandeja. Y le dice: “¡Sírvete, cariño! Toma lo que quieras. Yo no comeré, ya he comido en casa”. © Anxiety Cake / ADME

¡Qué relaciones tan complicadas! He aquí otra selección de historias de 14 veces en las que los celos llevaron a consecuencias inesperadas.