14 Hombres que encontraron la manera de sorprender a sus esposas

Historias
hace 3 horas

En la vida siempre hay lugar para un acto deslumbrante. Esta selección trata sobre hombres que sorprendieron a sus parejas con palabras y hechos.

  • Sobre la atención de los hombres. Tengo un piano en casa desde hace 9 años, nuestro hijo lo toca. El otro día mi esposo me dijo: “¡Dios mío! Ahí hay pedales”. Menos mal que no preguntó: “¿Quién es el niño que lo está tocando?”. © sergevna0603 / X
  • Ayer tuve como invitado a un hombre de cinco años. Dijo que cuando fuera mayor se casaría conmigo, a lo que mi esposo respondió: “Te aconsejo, Juan, que busques una novia más joven”. El pequeño le dijo: “¡No, búscate tú una!”. “Eh”, dijo mi marido, “ella no me deja”. © sergevna0603 / X
  • Mi madre me trajo ella misma un “novio” de la tienda. Mamá acababa de ir de compras y le gustó el vendedor, guapo, atento y cortés. Se pusieron a hablar, encontraron intereses comunes y mi madre lo invitó a visitarnos. Vino, desfilando, con flores (probablemente esperando una continuación agradable). Ella nos presentó y se fue por su cuenta. Yo tenía 17 años y él 23. Nos reímos y nos hicimos amigos como hermanos: yo estaba al tanto de sus aventuras amorosas, él lo sabía todo de mí. Y al cabo de 4 años, cuando sus amigos empezaron a cortejarme, él, de repente, me vio con otros ojos. Llevamos 35 años viviendo juntos, tenemos 2 hijos mayores. La suegra y el yerno viven en perfecta armonía. ¡Cómo no! ¡Se eligieron el uno al otro! Y yo simplemente pasaba por allí. © Lada Malysheva / Dzen
  • Me he enterado de que mi esposo va al psicólogo. Al principio me alegré: ¡se preocupa por su salud mental! Pero entonces vi por casualidad un recibo de “Sesión: Cómo afrontar la toxicidad de tu pareja”. Sinceramente, me asusté. Más tarde, mi marido me confesó: resulta que ha estado hablando de mí con un psicólogo. Cómo lidiar con mis “payasadas”, por ejemplo, con mis lágrimas repentinas por las series de televisión o mis ataques de ira si alguien se come las últimas porciones de pizza. Pero su confesión terminó abruptamente. Dijo que el psicólogo cree que soy su desafío personal del destino y que él está “obligado a soportarme”. © Mamdarinka / VK
  • Hace poco, me di cuenta de que nuestro gato empezó a desaparecer sospechosamente a menudo. Normalmente se pasa el día tumbado en el sofá, pero ahora, de repente, no se le encuentra. Decidí seguirlo y descubrí que desaparece en el armario y come algo de comida. Resulta que mi esposo lleva mucho tiempo dando de comer al gato en la cena y dejándole “golosinas” en el armario. Le pregunté por qué lo hacía. Me contestó que el gato es el único que le apoya en su lucha contra la “dictadura doméstica”: mi dieta para todos en la familia, incluido el gato. © Mamdarinka / VK
  • Una vez me enfadé y le dije a mi esposo que, si no fuera por mí, no habría en su vida una bonita remodelación, ni deliciosa comida casera, ni cálidos fines de semana en familia. Y él me contestó: “Yo no necesito nada de eso, la que lo necesita eres tú”. ¡Qué ingrato!
  • Vamos a celebrar nuestra boda en Turquía. Me estoy arreglando, haciendo las maletas, recogiendo las cosas para la ceremonia. Mi novio dice que está listo. El taxi llega para llevarnos al aeropuerto. Mi novio se levanta, abre la maleta, mete la ropa interior, los calcetines, el jabón y el cargador. Al principio me parecía hasta gracioso. Pero ahora ya es mi exmarido.
  • Fue en los años cincuenta. Mi abuela se fue a estudiar y trabajar a la ciudad y se casó. Ella y su esposo vinieron al pueblo de su madre por primera vez. Llamaron a la puerta y no había nadie. El nuevo yerno dio una patada a la puerta y se vino abajo. Luego, por supuesto, lo arregló todo, no solo hizo una puerta nueva, sino todo el trabajo de los hombres en la casa y en el patio. Pero el primer encuentro fue épico. © Julia / Dzen
  • Mi esposo tiene un ganso. Dice que era su sueño de la infancia. Una enorme ave corretea por el piso, cagando donde puede, chillando y picando dolorosamente a escondidas. Mi marido no limpia tras él, no lo alimenta, no lo educa. Todas las cargas recaen sobre mí, y él solo se alegra de que haya semejante “artilugio” en casa. © Overheard / Ideer
  • Conocí a mi novio en una residencia. Y resultó que su abuela vive a 40 km de mi ciudad. Un día, yo estaba visitando a mis padres, y él fue a ver a su abuela y decidió conducir 40 km hasta mí. Condujo hasta la casa, no se atrevió a entrar. Llamó a un chico y le dijo: “¿Conoces a los Serrano?”. Chico: “Sí”. Mi novio le dijo: “Llama a Clara, te daré 5 dólares”. Era buen dinero entonces. Pero el chico dice: “No, su padre tiene mal carácter”. El joven pensó: “Si el chico no quiso entrar por 5 dólares, yo no tengo nada que hacer allí”. Y volvió a la residencia. Por cierto, de mi ciudad a la residencia hay 400 kilómetros. Así que no hubo primer encuentro. © Incognito 5271 / Dzen
  • Mi marido me dijo que había pensado en la mejor sorpresa para mi cumpleaños. Llevaba 27 años esperando algo romántico, y entonces... ¡Dios mío! Se levantó temprano por la mañana, me preparó el desayuno y me pidió que no entrara en el salón hasta la noche. Mi imaginación pintó el cuadro perfecto: velas, un regalo y quizá una cena romántica. Hacia la noche, por fin me asomé al salón y vi el televisor nuevo. Mi esposo anunció: “¡Sorpresa! Ahora podemos ver nuestros programas con gran calidad en una pantalla enorme”. El problema es que yo no veo la tele en absoluto, pero él ve el fútbol, sí, todo el día. Los hombres, por supuesto, en los comentarios escribirán “Qué idea más elegante se le ocurrió”, pero a mí no me hace ninguna gracia. © Mamdarinka / VK
  • Mi esposo tenía un viaje de negocios. El día del viaje, me pregunta: “Oye, ¿me haces la maleta?”. En ese momento yo llevaba la colada. Le pregunté por qué no había hecho la maleta el día anterior. Marido: “He estado toda la noche jugando a los videojuegos”. “¿Y por qué no puedes hacer la maleta ahora?”. “Voy a salir con mis amigos”.
    Me enfadé y le dije que tengo que hacer la colada, cocinar, luego ayudar con los deberes a los hijos y limpiar el baño. Le dije: “Haz tú la maleta”. Se enfadó y se fue corriendo a encontrarse con sus amigos. Volvió a las 6 de la tarde y me preguntó, presa de pánico, por qué no le había hecho la maleta. De alguna manera, acabó yendo al aeropuerto. Me llamó desde allí y me dijo: “He perdido mi vuelo. Todo esto es culpa tuya. No me hiciste la maleta a propósito para que me quedara en casa, ¿verdad?”. Me quedé de piedra. © LydiaBlue____ / Reddit

“Mi esposo desempaquetó un cepillo igual que el mío”

  • Mi madre tiene un carácter difícil. Advertí a mi futuro esposo de que su suegra sería peculiar, pero me dijo que no tenía miedo. Fue a conocer a mis padres. Mi novio salió a conocerlos e inmediatamente decidió tomar el toro por los cuernos. Cuando vio a mi madre, soltó: “¡Hola, querida mamá!” y fue a abrazarla. Mi madre me contó luego que, del susto, se quedó confusa, se se relajó y, sin rechistar, se dejó acompañar de la mano hasta el piso. Y durante 11 años nunca se han peleado. © Marina de Mezhdurechye / Dzen

Esto es lo que tenemos: “17 Historias sobre exparejas que dejaron recuerdos inolvidables”.

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