15 Famosas que al elegir sus atuendos de alfombra deben haber pensado “Antes muerta que sencilla”
Al ver las fotografías de las alfombras rojas, muchas veces quisiéramos lucir aquellas prendas con el mismo estilo y seguridad que las famosas. Sin embargo, detrás de aquel glamur que vemos en las fotos, se esconde un detrás de cámaras que puede demostrar que la belleza implica muchos sacrificios, y aunque la alfombra roja sea solo 15 minutos de fama, su preparación puede durar meses.
¿Qué historia tienes con una prenda que en pleno evento se te hizo muy incómoda? ¿Cómo hiciste para llevar la situación?
1. Jennifer Lawrence en la entrega de premios Óscar 2013
Muchos seguramente recordarán más la épica caída de Jennifer Lawrence en la 85.ª edición de los premios Óscar que su triunfo al ganar esa misma noche la estatuilla a la mejor actriz (de hecho, se tropezó mientras iba a recibirla). Cuando un periodista le preguntó sobre el motivo de su caída, ella simplemente respondió con humor: “¿Qué sucedió? Mira mi vestido. Intenté subir por las escaleras con esto puesto, eso sucedió. Supongo que, al subir, mi pie se enredó con la tela”.
2. Kim Kardashian en la Gala del Met 2022
No importa cuántos años pasen, Marilyn Monroe siempre será un ícono de la farándula. Y aunque muchas famosas han querido imitar su estilo tan característico, pocas han llegado tan lejos como Kim en la gala anual benéfica del Museo Metropolitano de Arte del año 2022. La influencer utilizó el vestido que Marilyn Monroe vistió décadas antes, pero no fue para nada sencillo.
Para tener el cabello de color platinado, tuvo que pasar 14 horas seguidas tiñéndose. Además, se sometió a una estricta dieta para entrar en las medidas del vestido: “Eliminé por completo el azúcar y todos los carbohidratos. Solo comía las verduras y proteínas más limpias. Tenía mucha hambre, pero la dieta era estricta”. Aunque el mayor desafío, sin duda, fue lograr subir por las escaleras con los tacones de aguja y la estrecha falda. Como se ve en las fotos, solo pudo lograrlo con ayuda.
3. Katy Perry en la Gala del Met 2022
Katy Perry, conocida por sus atuendos extravagantes y divertidos, sorprendió a todos al utilizar un vestido elegante en la Gala del Met de 2022. Sin embargo, lo que tenía de sofisticado también lo tenía de incómodo, porque durante la entrevista, la cantante se atrevió a admitir que ni siquiera podía ir al baño con su atuendo: “He estado inmovilizada durante unas tres horas. (...) ¡No me preguntes cómo voy a ir al baño ni a nadie en el Met!”.
4. Sarah Silverman en la premiación del Sindicato de Actores del 2016
La comediante, en la alfombra roja de los premios SAG Awards, también confesó que usar el baño con ese vestido era imposible y que, de hecho, debía medirse con la cantidad de agua que iba a tomar en el evento para no tentar a las ganas de visitar un sanitario.
5. Rihanna en la Gala del Met 2015
El deslumbrante vestido de Rihanna en la Gala del Met sin duda se robó todas las miradas en el 2015. Pero lo cierto es que la famosa estaba muy asustada de salir con aquel vestido, ya que le parecía tan llamativo que la haría ver ridícula. Además, tuvo que reservar una limusina para acomodar su gigantesco atuendo, y hacer de la acción tan simple de entrar y salir de un vehículo toda una logística:
“Teníamos una coreografía para subir y bajar del auto. Quién se sentaba en la puerta, dónde iba el abrigo, dónde me sentaba yo”, contó Rihanna como una anécdota divertida, considerando que, momentos antes, seguramente toda aquella labor había sido cualquier cosa menos graciosa.
6. Cardi B en la Gala del Met 2019
¡Vaya, que a Cardi B le gusta el glamur! Pero tal vez llevó esa afición al extremo cuando en la Gala del Met del 2019 usó un hermoso vestido acolchado y con plumas de Thom Browne, por el cual necesitó nada menos que 10 personas para subir las gradas.
7. Elle Fanning en el evento Trophée Chopard del 2019
Seguramente, más de una mujer, al ver una película ambientada en la Edad Media, se ha sentido aliviada al recordar que los ajustados corsés fueron una moda pasajera. O al menos para la mayoría de las personas, porque para muchas famosas sigue siendo un requisito indispensable en la alfombra roja.
En el caso de Elle Fanning, su vestido era tan ajustado que hasta le provocó un desmayo en plena ceremonia de premiación. Sin embargo, se recompuso rápidamente y hasta bromeó sobre ello en sus redes sociales.
8. Lindsay Lohan en la fiesta de Vanity Fair en el 2006
Para la primera fiesta de Vanity Fair en 2006, Lindsay Lohan usó un vestido de Versace que la hacía parecer una escultura griega. Sin embargo, la prenda era tan delicada que tuvieron que coserle la parte de la espalda para que no se rasgase.
Y por si fuera poco, en el evento, la actriz tuvo que estar todo el tiempo sentada para evitar cualquier accidente. ¿Te imaginas asistir a una fiesta y no poder pararte a disfrutarla? Sin duda, debió ser muy aburrido.
9. Sarah Jessica Parker en la Gala del Met 2013
Si bien, la actriz se siente aún orgullosa por haber usado ese atuendo a la gala del Museo Metropolitano del Arte en el 2013, tuvo que confesar que, para llevar aquel tocado tan grande en la cabeza, tuvo que hacer todo el recorrido hacia la fiesta en el piso del vehículo para que ambos (atuendo y ella) pudiesen entrar al mismo tiempo.
10. Bella Hadid en la Gala del Met 2018
Aunque la modelo, al igual que la actriz Sarah Jessica Parker, recuerda el atuendo que usó con gran cariño, estuvo muy lejos de ser cómodo. Para empezar, el velo que llevaba en su cabeza no se apoyaba como un sombrero, sino que lo cosieron a su cabello. Así que, aunque debe haber evitado que se lo estuviese acomodando a cada momento durante el evento, seguramente quitarse aquello después debió tomar mucho tiempo.
Pero lo más incómodo en realidad fueron los adornos que llevaba en su cabello, los cuales pesaban alrededor de 11 kilos, así que, cuando le pedían que posara para una foto mirando sobre su hombro, no podía mantener por mucho tiempo la cabeza erguida por el cansancio.
11. Bella Hadid en el festival de Cannes 2021
El vestido de Bella Hadid deslumbró en la alfombra roja del festival de Cannes con aquellos accesorios dorados. Pero por muy bello que se veía, era un diseño invernal que la modelo utilizó en un día caluroso. Además, el gigantesco collar del vestido le resultaba incómodo al momento de posar frente a las cámaras, puesto que era difícil mantenerlo en su lugar.
12. Selena Gómez en los Hollywood Beauty Awards del 2020
Tal vez utilizar vestidos incómodos o pesados puede ser visto como algo molesto, pero soportable, pero en el caso de Selena Gómez, ni siquiera era funcional. Las mangas de su atuendo, que eran uno de los principales atractivos del diseño, no la dejaban mover los brazos, ni siquiera para comer. Incluso se la pasó bromeando en sus redes sociales sobre lo incómodo que era hacer algo tan básico como moverse con aquella prenda.
13. Kendall Jenner en la Gala del Met 2021
Antes de que Kim Kardashian inspirara su atuendo en una diva de Hollywood en la gala del Museo Metropolitano del Arte, Kendall Jenner ya había traído a la memoria a una actriz muy famosa de la década dorada de Hollywood: Audrey Hepburn. Y aunque el diseño del vestido la hacía ver como una celebridad de los años 60, la modelo admitió que era muy pesado y que definitivamente no era la “persona más cómoda esa noche” por su indumentaria.
14. Penélope Cruz en la entrega de los premios Óscar 2011
Aunque el vestido no parece tener pedrería pesada ni accesorios incómodos, la actriz pasó un mal momento al usarlo debido a su contexto. En aquel entonces, Penélope Cruz acababa de dar a luz y estaba amamantando, así que aquella indumentaria era la menos apropiada para su situación. La actriz confiesa que tuvo que ir varias veces al baño para sacarse leche y así poder terminar la noche.
15. Jennifer López en el estreno de Jefa por accidente
En el estreno de la película Jefa por accidente, Jennifer López decidió usar un gigante vestido rosa que se robó el protagónico de la noche ¡Y eso que ella era la actriz principal!. La falda de tul era tan grande que la Jennifer necesitó viajar en una limusina muy quieta para no arrugar la prenda.
Y si el trayecto no resultó lo suficientemente incómodo, descender fue aún peor, ya que le tomó como mínimo 10 minutos el poder bajar capa por capa aquella falda.