15+ Errores que las mujeres cometen al lavarse el rostro (el gel contra el acné puede provocar más acné)

En la infancia, las niñas no quieren lavarse el rostro por la mañana y por la noche y lo hacen solo cuando su madre las obliga. Al crecer, se dan cuenta de que quitarse el maquillaje después de un largo día es una buena manera de relajarse y aliviar la tensión. Podemos decir que el cuidado de la piel comienza con el lavado, pero como ya se ha descubierto, el descuido a la hora de tratar este asunto puede perjudicarnos, provocando tanto un envejecimiento prematuro de la piel como la aparición de acné.

En Genial.guru aprendimos las peculiaridades relacionadas con el lavado diario y nos sorprendimos al descubrir que muchas de nosotras lo hacemos mal. En este artículo encontrarás consejos profesionales y recomendaciones de cosmetólogos y dermatólogos.

Reglas básicas

• Para limpiar tu piel de verdad debes comenzar por las manos. Lávalas bien con jabón para eliminar la suciedad y la grasa en vez de transportar todo esto a tu producto de limpieza facial y, como consecuencia, al rostro.
• Muchas mujeres cometen uno de los dos errores más comunes: eliminan el maquillaje con un producto especial, pero luego no se lavan el rostro, o por el contrario, aplican el producto de limpieza facial sin haberse quitado el maquillaje previamente.

El agua micelar elimina de la piel, no solo el maquillaje, también su capa protectora de grasa natural. Así las cosas, tras pasarla por el rostro, vuelve a humedecerlo con agua.

Los productos buenos para el lavado facial contienen muchos componentes beneficiosos para la limpieza e hidratación eficaz de la piel. No en vano, solo el gel o la espuma no pueden eliminar por completo tanto los cosméticos como la suciedad, lo que provocará la obstrucción de los poros, debido a lo cuale aparecerán inflamaciones.

¿Con las manos o con una esponja?

• Rechaza las esponjas reutilizables: incluso si las lavas todas las noches, en estas se multiplicarán las bacterias que no aportarán beneficio alguno a tu piel.
• Muchos dermatólogos aconsejan lavarse el rostro con las manos para así dañar menos la piel, ya que los microtraumas y una fricción excesiva pueden provocar la aparición de arrugas prematuras.
  Nerida Joy, que trabaja con muchas estrellas de Hollywood, recomienda hacerlo de la siguiente manera: con movimientos circulares propios de un masaje, aplica el producto de limpieza facial sobre la piel humedecida, sin presionar mucho sobre el rostro. No te olvides de que nuestra piel está cubierta de vellos finos y los movimientos circulares ayudarán al producto a penetrar en los poros debajo de estos.
• Para una exfoliación adicional, los expertos aconsejan no utilizar las esponjas, sino servilletas tejidas desechables, o bien paños para lavar platos (en nuestra época se puede comprar fácilmente sets económicos de dichos artículos). Con movimientos suaves, retira los restos del producto de tu rostro. Tras esto, deja la toalla o el paño en el cesto de la ropa para lavar o tira la servilleta de tela desechable.

Qué producto elegir

• No se recomienda lavar la cara con productos que producen una gran cantidad de espuma (estos no deben confundirse con las espumas de limpieza facial). Este efecto suelen provocarlo los sulfatos agresivos: no purificas la piel, sino que destruyes la barrera lipídica, rompiendo el equilibrio del pH. Normalmente, este tipo de geles limpian la cara hasta que ésta, en sentido literal, produce un chirrido. Pero esto es solo la ilusión de un efecto purificador. Estos remedios tan solo agravan la rosácea, la inflamación y el envejecimiento de la piel.
• Olvídate de los exfoliantes, incluso de los naturales (a base de café, bicarbonato de sodio, copos de avena y similares). Para una buena exfoliación, aboga por un paño suave.
• Opta por un limpiador adecuado atendiendo a tu tipo de piel.

Para la piel seca, irán bien las lociones y la leche.

Para la grasa y combinada, geles y espumas.

Para la piel madura y sensible, espumas.

Trata de encontrar un producto que no contenga alcohol, pero sí glicerina y nicotinamida. Si tu piel es propensa al acné, busca uno que contenga ácido salicílico, ácido glicólico o peróxido de benzoilo. Pero si tienes la piel grasa, no recurras a estos productos todos los días. Este tipo de piel se antoja fácil de resecar como consecuencia del uso de productos cosméticos, por lo que comenzará a producir más grasas, agravando de esta manera el problema relacionado con el acné.

Agua y toalla

• La opción ideal para una limpieza facial es el agua a temperatura ambiente. El agua demasiado fría hará que tus poros se estrechen, mientras que la caliente reseca la piel.
• No frotes demasiado la piel con una toalla, es mejor aplicarla sobre el rostro, para luego esperar un poco hasta que se seque por completo. Por cierto, si tienes una piel con problemas, los cosmetólogos recomiendan lavar la toalla después de cada uso.
• Para que todos los componentes beneficiosos del producto dispongan de tiempo para actuar, lávate la cara con movimientos propios de masaje entre 40 y 60 segundos.

Piel alrededor de los ojos

• La piel alrededor de los ojos es más fina, por lo que es más sensible a los cambios que están relacionados con la edad. No la frotes durante el lavado ni utilices productos exfoliantes. Incluso las cremas hidratantes aplícalas con cuidado, siempre es mejor utilizar productos especiales para los párpados.
• Elimina suavemente el maquillaje de los ojos. Los cosmetólogos recomiendan pasar con suavidad el disco de algodón desde el borde exterior al interior, tratando primero el párpado superior y luego el inferior.

Humectación posterior

• Tras eliminar el maquillaje, lava y seca la cara, asegúrate de aplicar al cutis un humectante para la piel: ya sea un tónico, sérum o crema.
• Si utilizas varios productos, en primer lugar, aplica el tónico: este normaliza el pH de tu piel. Por cierto, la cosmetóloga Alena Koleda aconseja aplicarlo con los dedos, ya que el disco de algodón absorberá una buena parte del producto.

Lavado facial con suavidad

Un canal de belleza compartió un video en el que se detalla el proceso de limpieza facial, el cual es ampliamente utilizado por muchas mujeres en Corea. El consejo principal se sustenta en lo siguiente: trata tu cara como si de un hijo se tratase. Es decir, la presión sobre la piel debe ser mínima. Así es cómo se lleva a cabo un método suave de limpieza facial:

• Humedece la cara con agua.
• Saca del envase la cantidad adecuada del producto y haz espuma, pero no en el rostro, sino entre tus manos. Si utilizas un producto espuma, puedes saltarte este punto.
• Aplica muy suave y cuidadosamente el producto sobre todo el rostro.
• Realiza los movimientos de masaje con tus dedos meñiques: con ellos no podrás presionar con fuerza, por lo que evitarás que se dañe la piel. Además, los meñiques ayudarán a repasar todo el rostro con más detalle.
• Aclara el producto, pero no frotes la cara con las manos mojadas. En vez de esto, llena tus manos con agua y, cuidadosamente, en pequeñas porciones, viértela sobre tu rostro.
• No apliques la toalla sobre tu rostro. En vez de esto, debes secarte las manos y masajear un poco el rostro.
• Mientras la cara siga húmeda, aplica un tónico o agua termal.

¿Recuerdas lavarte el rostro al llegar la noche? ¿Qué productos para el cutis utilizas?