15 Historias que demuestran que el primer trabajo puede ser toda una aventura

hace 4 meses

Podemos cambiar de empleo muchas veces a lo largo de nuestra vida. Sin embargo, el primero siempre quedará grabado en nuestra memoria. Por eso, hoy destacamos a quienes iniciaron su carrera profesional hace tiempo y tienen recuerdos inolvidables de ese momento.

¡Mi primer trabajo con sueldo fue increíble! Había un mini parque acuático con dos toboganes muy cerca de mi casa. Así que, con 16 años, no tenía que manejar mucho para llegar. Me pagaban $3.35 por hora por estar en el sol y silbarles a los niños. ¡Para mí, un adolescente despreocupado, era el trabajo soñado! © godleymama / Reddit
Tenía 17 años, a solo tres meses de cumplir 18. Decidí probar suerte y fui a una entrevista en una gran empresa local que vendía teléfonos para el hogar, oficinas y móviles. Me contrataron... Durante las primeras semanas, me di cuenta de que, además de teléfonos y fundas, los clientes buscaban cargadores para autos, algo que no teníamos. Propuse varias veces incorporar este producto a la dirección, pero rechazaron la idea. Después de que el quinto cliente preguntara por un cargador de auto, mi instinto empresarial no pudo resistirse. Usé todo mi adelanto para comprar cargadores al por mayor en el mercado. Así fue como gané más que mi sueldo mensual en solo una semana. Aunque, para ser honesto, lo gasté demasiado rápido.
Para una niña pequeña, no era una tarea sencilla, pero ese trabajo me permitió ganar lo suficiente para comprarme una barra de chocolate ese mismo día. Era 1965. En aquel entonces, nadie se preocupaba mucho si los niños ayudaban en los negocios. Ojalá las golosinas siguieran costando cinco centavos. © Imaginary-Junket-232 / Reddit

Cuando tenía 6 años, alimenté a los peces de mi vecina durante un mes. El primer día, vertí todo el bote de comida en la pecera, y, sorprendentemente, los peces nunca murieron. Me pagaron 20 dólares por el trabajo. © Theresa_Isaacs1 / Reddit
Comencé a trabajar en soporte técnico para un banco. Una vez recibí la llamada de una mujer que me dijo que el cajero automático no aceptaba su billete grande, así que tuvo que comprar siete latas de maíz para obtener cambio. Cuando le pregunté por qué no compró solo una lata, me explicó que había una promoción: “7 al precio de 6.5”. Hablamos durante media hora. Al final, me amenazó con demandarnos y “recuperar hasta el último centavo”.
En mi primer trabajo, derribé accidentalmente una enorme pila de cajas de vidrio con paquetes de seis botellas mientras buscaba algo en el almacén. Pensé que me despedirían, pero solo me asignaron la tarea de limpiar todo con un trapeador. Ahora lo recuerdo con cariño. © well_uh_yeah / Reddit
En octavo grado, mi papá me dio un trabajo de verano en su empresa de construcción.
La noche antes de empezar, le pregunté a qué hora saldríamos juntos. Me miró y respondió: “¿Cómo que ‘saldríamos’? El jefe llega a las 9 a.m., pero tú debes estar allí a las 8. Ya les avisé de ti”. El lugar estaba a 30 minutos en coche y a una hora en autobús. En ese momento, entendí que no habría privilegios, pero ya era tarde para echarme atrás. Sin embargo, la experiencia fue increíble. Durante las primeras semanas, llegaba tan agotado a casa que solo comía algo y me dormía de inmediato. Me preocupaba que todo el verano fuera igual. Pero en la tercera semana, ya tenía suficiente energía para quedarme despierto hasta tarde, salir a pasear o usar la computadora. Hoy en día, recuerdo ese verano con una gran sonrisa.

Era un adolescente trabajando como lavaplatos en un restaurante. Un día, el gerente me pidió que moviera unas cajas en el almacén, algo que nunca antes me habían pedido. Más tarde, ese mismo día, afirmó que faltaban artículos en esa área. Me di cuenta de que probablemente había robado cosas y quería culparme a mí. Era una situación sin salida, así que simplemente decidí renunciar. Es cierto, trabajar enseña muchas cosas, incluso cuando las experiencias no son del todo positivas. © sir_wooly_merkins / Reddit
Trabajé en un restaurante familiar. Fue allí donde aprendí lo que realmente significa tener un empleo: cocinar en la parrilla y las freidoras, trabajar en equipo, ser más sociable y defenderme cuando era necesario. Además, gracias a ese trabajo, conocí a mi primera novia. © HalfSoul30/ Reddit
Mi primer trabajo fue en una tienda de mascotas. Me encantaba. Estaba en la secundaria, y todos los que trabajaban en los cierres o los fines de semana tenían mi edad. Era bastante bueno en lo que hacía, pero, tras tres años, me despidieron por una razón absurda. Envié un mensaje al grupo de compañeros para contarles, y todos renunciaron al instante, incluso por teléfono. En menos de 24 horas, la tienda perdió a ocho empleados, lo que representaba la mitad de su personal. Después de eso, tuvieron muchos problemas para mantenerse operativos. © jaypreme13 / Reddit
Tenía 22 años cuando conseguí mi primer empleo. Intenté combinarlo con mis estudios universitarios y acepté un trabajo de medio tiempo en una oficina. Pasé la entrevista y me contrataron. Aunque estaba muy nerviosa, mi mamá lo estaba aún más. Siempre he sido muy hogareña, y para ella fue un gran cambio que trabajara con extraños y ganara mi propio dinero. Recuerdo que el primer día, mientras trabajaba frente a la computadora, mi jefe se acercó con una expresión de sorpresa. Me dio un recipiente de plástico y, cuando le pregunté qué era, me dijo que una mujer fuera de la oficina le había pedido que no me tratara mal y que me entregara unos panqueques para el almuerzo, porque ni siquiera había desayunado de los nervios.

Conseguí mi primer trabajo serio y estaba muy nervioso. Especialmente porque mi jefe era extremadamente estricto y nunca sonreía. Un día, me pidió que preparara un informe importante. Lo revisé al menos cien veces para asegurarme de que no tuviera errores. A la mañana siguiente, se acercó a mi escritorio, dejó una hoja con una pequeña carita sonriente dibujada en una esquina y asintió en silencio antes de irse. En ese momento, entendí que mi jefe era humano después de todo. Desde entonces, trabajo con más confianza y realmente disfruto lo que hago.
Mi primer empleo fue como mesera en uno de los hoteles más prestigiosos de mi ciudad. Mientras trabajaba allí, estudiaba gestión de restaurantes y hoteles, soñando con algún día trabajar en la recepción de ese mismo lugar. Cuando terminé mis estudios, conseguí empleo como recepcionista en un hotel más pequeño, ya que no me contrataban en el primero por falta de experiencia. Trabajé allí un año y medio, obtuve la experiencia necesaria y, finalmente, logré mi sueño. Hoy llevo dos años trabajando en ese hotel, pero ¿sabes qué? ¡Extraño ser mesera! Fue una etapa muy divertida e interesante de mi vida. A menudo voy a la cocina a charlar con mis antiguos compañeros.
Trabajo en el departamento de recursos humanos de una gran empresa. Recientemente contratamos a un nuevo empleado. Era su primer trabajo después de la universidad, así que entendía que fuera un poco lento al principio. Le pedí que trajera cuatro fotos para sus documentos, pero llegó con más... junto con un álbum de fotos de su infancia. Se sentó a mi lado y comenzó a mostrarme la casa donde creció, a sus padres e incluso una foto de él disfrazado de Pinocho en un carnaval infantil. Por cortesía, miré algunas páginas antes de explicarle qué tipo de fotos necesitaba realmente.
En mi primer empleo, rápidamente hice amistad con un compañero. Nos volvimos inseparables. Era amable, comprensivo y siempre estaba dispuesto a ayudar, pero solo hasta las 6 p.m. Después de esa hora, parecía desaparecer: no respondía mensajes ni aceptaba reunirse conmigo. Seis meses después, descubrí que, en realidad, estaba vigilándome por órdenes de nuestro jefe. Su tarea era asegurarse de que hiciera bien mi trabajo y de que no revelara secretos corporativos. Al final, no era un amigo, sino los “ojos” del jefe.

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