15 Relatos interesantes sobre entrevistas donde los aspirantes dejaron claro que no se rendirían fácilmente

Historias
hace 22 horas

Los empleadores y reclutadores a veces están tan malacostumbrados por la gran cantidad de personas buscando trabajo que creen que los candidatos harán cualquier cosa por ser contratados. Sin embargo, los protagonistas de nuestra recopilación actuaron de manera poco convencional, dejando perplejos a los reclutadores y a los jefes importantes.

  • Decidimos reunirnos con las familias para una parrillada. Mi esposa y yo fuimos a visitar a nuestro amigo Andrés. Cuando llegamos, lo encontramos en pants, pero con camisa blanca y corbata, preparándose para una entrevista por videollamada. Cuando el empleador llamó, comenzó con las típicas preguntas eternas del estilo "¿Dónde te ves en cinco años?". Pero Andrés sorprendió al jefe con esta respuesta: "Ustedes leyeron mi currículum y decidieron contactarme, así que asumo que soy adecuado para el puesto. Ahora yo tengo una pregunta: ¿qué desarrollo profesional pueden ofrecerme y cuál sería el salario?". Yo escuchaba la conversación desde otra habitación, impactado. Hubo un silencio que Andrés rompió declarando la cantidad de salario y porcentaje que deseaba. Al final, añadió: "A cambio, prometo que en los primeros seis meses transferiré todos mis clientes para trabajar con ustedes, además de atraer nuevos." Me fui al garaje por el asador y cuando regresé, su esposa, Elena, lo estaba reprendiendo porque tienen un crédito y pensaba que había arriesgado demasiado. Andrés simplemente contestó: "Ni yo esperaba esto de mí, pero estoy harto de esos jefes pretenciosos. ¡Y funcionó! ¡Me contrataron bajo mis condiciones!"
  • En una entrevista reciente me preguntaron cuál era mi peor defecto. Respondí que soy tan perezoso que podría pasar un mes dedicando una hora diaria para encontrar la forma de automatizar una tarea que normalmente me llevaría un minuto, logrando que esa tarea se hiciera en cinco segundos. Querían un ejemplo, pero les dije que era un secreto comercial. Conseguí el trabajo. © suh-dood / Reddit
  • Estaba buscando empleo. Después de una entrevista, el reclutador me llamó muy emocionado para decirme que me habían contratado y que debía estar al día siguiente a las 9. Le expliqué que al día siguiente tenía una entrevista con otra empresa y que decidiría entonces. En ese momento, empezó a gritarme, cuestionando quién me creía para ser tan selectiva. Sin pensarlo mucho, decidí que esa opción quedaba descartada. Estaba en shock por su reacción. Al final, pasé con éxito dos entrevistas más, elegí la empresa más grande y no me arrepiento: llevo más de 15 años trabajando con el mismo jefe, aunque ahora en otra compañía.
  • La entrevista más corta de mi vida. Era para un puesto de almacenista. Habíamos hablado por teléfono previamente. Llegué al lugar, saludé al guardia y le dije que iba a una entrevista. Me pidieron esperar fuera de la puerta. No me molesté, salí y esperé. Pasados cinco minutos, el guardia salió con un formulario y me dijo que lo llenara ahí. Miré el papel y dije: "Gracias, pero creo que mejor me voy." Me alejé y al poco rato me llamaron: "¿Dónde está usted con la solicitud? Lo estamos esperando." Respondí que nunca había visto un trato tan irrespetuoso hacia un candidato. Así terminó la entrevista.
  • El jefe que me entrevistaba preguntó: "¿Qué es lo que más te llamó la atención de esta vacante?" Mi respuesta fue: "El salario y la posibilidad de trabajar desde casa. Para mí, la familia es lo más importante. Mi profesión es algo en lo que soy bueno y que no odio hacer." Sorprendentemente, el entrevistador respondió: "Es una respuesta increíblemente buena." Todavía trabajo ahí. © Unknown author / Reddit
  • Me llamaron para una entrevista como administrador de sistemas. En mi currículum estaba claro que no tengo una formación académica específica en esa área, pero cuento con más de 15 años de experiencia en IT, todo respaldado en mi historial laboral. Llegué y me encontré con una señora mayor, de unos 65 años, claramente malhumorada. De inmediato comenzó a criticarme, cuestionando por qué estaba ahí si no tenía la formación adecuada. Le recordé que todo estaba en mi currículum y que la experiencia es lo más importante. Pero siguió quejándose, diciendo que yo no tenía derecho a ocupar ese puesto. Le respondí: "Disculpe, pero usted no es adecuada para mí. Si ya me está reclamando tanto en la entrevista, ¿cómo sería trabajar con usted?" Añadí que sentía lástima por sus compañeros, a lo que ella respondió que compadecía a mis futuros empleadores.
  • Una chica vino a una entrevista: estaba aplicando para un puesto como gerente. Entró a nuestra vieja oficina, que estaba al lado de una planta de producción. Era un sótano de un centro de negocios que, lamentablemente, se había convertido en una especie de residencia estudiantil. Miró alrededor, dio una vuelta, dijo: "Disculpen" y salió corriendo. Nunca había sentido tanta vergüenza. Después de esto, nos mudamos a una oficina decente. ¡Gracias, chica, por esa reacción!
  • Durante la entrevista, finalmente me preguntaron si tenía alguna duda. La verdad no me habían caído bien, así que lancé: "¿Por qué esta vacante está libre? ¿Por qué se fue la persona anterior?" Vi cómo las caras del reclutador y del gerente cambiaban. Entonces añadí: "También me gustaría hablar con algunos empleados para saber cómo es trabajar aquí." El reclutador se levantó y dijo: "Disculpe, pero no es adecuado para este puesto." © Significant_Lab_5286 / Reddit
  • Trabajé mucho tiempo en una empresa y decidí renunciar. Le dije al director que buscaba algo nuevo, más dinero, y que estaba un poco harto. En una entrevista con el director general y una reclutadora, ella me preguntó por qué había dejado mi antiguo trabajo. Sugirió que tal vez había cometido errores. Insistió en que llamaran a mi jefe anterior, incluso en altavoz. Bueno, les di el número. Llamaron y preguntaron por mí, y para mi sorpresa, mi antiguo jefe me dio una recomendación excelente. Yo pensé que, por despecho, diría algo negativo. Luego lo llamé y le pregunté por qué lo había hecho. Me respondió: "Es probable que en algún momento vuelvas con nosotros." Y así fue, regresé un par de años después.
  • Un día fui a una entrevista. Entré en la oficina y, antes de que pudiera sentarme, el dueño me dijo:
    — ¡Vamos, cuenta algo!
    — ¿Qué cuento? — respondí confundida.
    Y él, con una sonrisa burlona, dijo: "¡Un poema!" No me quedé atrás y, con voz fuerte y expresiva, recité:
    "Me encontré un escarabajo,
    en una gran margarita,
    no quiero tomarlo en la mano,
    que se quede en mi bolsita."
    Nos reímos juntos. Me contrató. Aún trabajo ahí y soy feliz.
  • Era un puesto de oficina común, con un buen salario. El reclutador me preguntó: "Supongamos que tu jornada comienza a las 8:30. ¿A qué hora estarías en tu escritorio?" Respondí: "A las 8:25." De repente, el ambiente cambió como si hubiera dicho algo inapropiado. Nadie dijo nada, pero sus caras lo decían todo. Intenté arreglarlo diciendo: "Estaré disponible cuando se me pida." No funcionó. Me dijeron: "No tenemos más preguntas, gracias." Todavía intento entender qué respuesta esperaban. © WoodyStLouis / Reddit
  • Tuve una entrevista a primera hora de la mañana, y la entrevistadora no paraba de bostezar. Yo también quería hacerlo, pero me contuve para no parecer grosera. En un momento, me dijo: "He leído que los sociópatas no bostezan cuando otras personas lo hacen." Nerviosa, respondí: "Sí, lo sé." Nos quedamos mirándonos. Ella bostezó, yo no, y la entrevista terminó de inmediato.
  • Estaba en una entrevista y me dieron tres cuestionarios. Me preguntaron cosas como a qué se dedicaban los abuelos de mi esposo, si había ido al jardín de niños y cosas por el estilo. Pero en el cuarto cuestionario me sorprendieron. Había preguntas como: "¿Te tiñes el cabello? Si es así, ¿por qué?" y otras similares a lo largo de dos páginas. Comenté que llenar ese tipo de cuestionarios me parecía, por decirlo de forma suave, extraño. Me fui pensando cómo esos cuestionarios se relacionaban con mis habilidades profesionales. Al salir, el reclutador comentó: "Lástima que te haya molestado. Para nosotros es normal saber todo sobre nuestros empleados." ¿Saben a qué se dedicaba esa empresa? No era una agencia gubernamental ni una institución pública. Producían y vendían alimentos a base de carne y pollo: albóndigas, croquetas, salchichas.
  • Estaba buscando trabajo y esperando ser llamado al despacho del psicólogo. Me hicieron esperar 40 minutos en el pasillo, aunque no era hora de comida y no había nadie dentro. Finalmente me llamaron. La psicóloga, con una actitud seria, revisaba mi expediente con cara de experta. De pronto dijo: "Cuéntame sobre tu padre." En el cuestionario indiqué que él dejó a la familia cuando yo era pequeño, así que respondí: "No lo recuerdo." Insistió: "Cuéntame sobre él." La miré, pensando si tal vez ella necesitaba ayuda profesional. "No lo recuerdo," repetí, casi deletreando. Respondió: "¡Tienes que responder mis preguntas, no cuestionarlas!" Comencé a perder la paciencia, pero en ese momento, afortunadamente, entró la supervisora. Me miró, miró a la psicóloga, y le pidió salir. Intercambió unas pocas palabras conmigo, preguntó por qué dejé mi trabajo anterior y por qué elegí esa empresa. Miró mis referencias y me aceptó. De no ser por esa interrupción, no habría pasado la entrevista psicológica.
  • Al final de mi licencia de maternidad, decidí buscar un nuevo trabajo. Fui a cinco entrevistas y en todas recibí el mismo tipo de rechazo: "Seguro estarás de baja constantemente por tus hijos." En la última entrevista, no aguanté más y, cuando me dijeron: "Tus hijos son pequeños, se enfermarán. ¿Qué harás?", respondí: "¡No lo van a creer! ¡Ustedes también fueron niños alguna vez! Y, ¡sorpresa!, seguro también se enfermaron. ¡Y sus padres no se quedaron en casa hasta que ustedes cumplieron 18!" La entrevista terminó con el típico "te llamaremos". Desanimada, me fui a casa. Dos horas después, me llamaron para invitarme a la segunda etapa del proceso.

Las entrevistas de trabajo a veces pasan de ser una conversación profesional a convertirse en un auténtico espectáculo de circo. Prepárate con palomitas, porque las siguientes historias te van a divertir muchísimo.

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