16 Historias de tiendas de mascotas que nos dejaron sin palabras

Animales
hace 2 años

Trabajar en una tienda de animales tiene su propia rutina diaria: detener las fugas de hámsteres, atrapar a los pájaros que se han escapado y tratar de guardar las apariencias cada vez que los clientes hacen algo fuera de lo común. Pero ante todo, trabajar con animales es una vocación, por eso creemos que los empleados de las tiendas de mascotas tienen un gran corazón.

En Genial.guru hemos leído historias de la vida de los empleados y visitantes de las tiendas de animales. Después de ello, tenemos aún más ganas de cuidar a nuestras mascotas.

  • Una vez tenía que entregar un ratón de una tienda de mascotas. Una mujer joven me abrió la puerta. Me sonrió amablemente, agarró la caja con el ratón y me dio las gracias. Pero antes de que pudiera dar siquiera cien pasos, me llamó: “¡Vuelva de inmediato y llévese a su villano! ¡Ha mordido a mi serpiente y no deja que nadie se acerque a él!”. Tuve que llevar al heroico ratón de regreso a la tienda. © Dostavista / Pikabu
  • Una vez, entré en una tienda de mascotas y casi pisé a un hámster. Lo atrapé rápido y se lo llevé a las chicas de la caja:
    —Les traigo a un hámster.
    —No aceptamos animales de los clientes, además ya tenemos muchos.
    —Este es suyo, se les escapó.
    —¿Estás seguro?
    —Vamos a comprobarlo.
    Resultó que estos chiquitines consiguieron deslizar el cristal con su cuerpo y el más atrevido saltó desde una altura de 1,5 metros. © Urobokos / Pikabu
  • Trabajaba en una promoción en una tienda de mascotas. Me quedé quieta y en silencio. Se me acercó una mujer y empezó a mirarme. Fijamente y sin parar. Y yo a ella. Me cansé y le pregunté: “¿En qué puedo ayudarle?”. Se estremeció, me miró con ojos desorbitados y dijo: “Pensé que eras un maniquí”. Es difícil describir mis emociones en ese momento. © Oídoporahí / VK
  • Trabajo en una tienda de mascotas. Un cliente me preguntó: “¿Es suficiente comida para alimentar a un pez luchador?” señalando una bolsa de arena de acuario de 2 kilos. © jeferforever / Reddit
  • Trabajar en una tienda de animales es una pesadilla, ves cosas que preferirías nunca conocer. La gente asume que debido a que tienes una tienda de mascotas, también eres veterinario. Tratan de dejar en adopción los animales que ya no necesitan. Y si les dices que no, los dejan en el estacionamiento frente a la tienda. © Peggumz Curatello / Quora
  • Soy dependiente en una tienda de mascotas y, durante mi trabajo, he oído bastantes preguntas tontas. Pero la que aún estoy tratando de asimilar es la siguiente: “¿Tienes vitaminas para que el perro no muerda el piso de linóleo?”. © Habitación N.°6 / VK
  • Trabajo en una tienda de mascotas como asesora veterinaria y ya pasé por muchas cosas, pero la pregunta “¿Cómo hacer que el perro deje de bailar?” me dejó sin palabras. Por cierto, vinieron con el bailarín, pero, por desgracia, no quiso complacerme con su talento. © Oídoporahí / VK
  • Una señora vino a nuestra tienda de mascotas y me preguntó: “¿Qué le doy a mi perro para desparasitarlo? Cualquier pastilla lo hace vomitar espuma”. Interrogué a la clienta con la diligencia de una novata entusiasta. Revisamos todas las marcas, excluimos la intolerancia propia de la raza, comparamos los ingredientes activos, los fabricantes y la composición del recubrimiento. No quiso una suspensión, ni las pipetas para uso exterior. Entonces, murmuré en voz baja el método de aplicación: “Con el estómago vacío, con una pequeña cantidad de comida...”. Y la señora soltó: “¡Aaaah! ¿Tal vez esto se deba al hecho de que meto la pastilla en un trozo de mantequilla y se lo doy? ¡Se lo come tan a gusto!”. Sin palabras. © OliKorly / Pikabu
  • Apelo a los que quieren “un pez dorado en una esfera, como en una película”. ¡Gente, lo meten allí media hora para filmar! En realidad, necesita un filtro, un compresor, un termostato y una pecera de al menos 30 litros de capacidad. ¡Paren ya! Cada día me llegan al menos cinco de estas solicitudes. © Oídoporahí / VK
  • Una vez nos trajeron animales y, cuando los estábamos pasando a una jaula, un macho de estrilda logró escapar. En un edificio con los techos de cinco metros. Una niña entró en nuestra tienda, vio esto y se preocupó mucho por el pájaro. Corrió a casa, regresó con un cazamariposas, pero aquel día no logró atraparlo. De vez en cuando nos visitaban los empleados de las tiendas vecinas y nos informaban que nuestro pájaro volaba por sus locales. Por última vez, fue visto en el departamento de tecnología. Entonces, agarré el cazamariposas y me dirigí allí. Caminaba con este artefacto buscando el pájaro debajo del techo. Uno de los asistentes, que desconocía toda la historia, al principio me observó durante mucho tiempo y luego decidió hacer una pregunta:
    —¿Cazas mariposas?
    —Sí.
    Pensé para mis adentros: “¿Qué más da: mariposas o pájaros? Lo importante es atrapar al animal”. Miré al hombre y vi que él, a juzgar por su apariencia, ya estaba dispuesto a llamar a un manicomio. De alguna manera, logré explicarle que no era necesario. El pájaro, por cierto, regresó a la tienda y fue capturado con éxito. © KoshkaAnn / Pikabu
  • Todos quieren saber qué ocurre con los hámsteres que no se venden en las tiendas de mascotas. Les cuento, rebajamos su precio el 25 % aproximadamente cada tres meses. Si nadie los compra durante un año, o bien los llevamos a otra tienda, o bien los rebajamos aún más o incluso los damos gratis. A veces, alguno de los empleados lleva a su casa a los animales no vendidos. De esta manera, desde que comencé a trabajar, obtuve seis peces y un ratoncito. © Future-Average9450 / Reddit

“Alguien entró en la tienda de mascotas con un gato con correa y lo dejó sentado en el rascador mientras compraba. Nunca antes había visto un gato tan flemático y obediente. Esto me alegró el día”.

  • Una vez acompañé a una amiga a una tienda de mascotas. Quiso tener peces y decidió comprar una pecera. Elegimos cuatro peces y un acuario grande. Estábamos en la caja mientras empaquetaban nuestra compra. Mi amiga se quedó pensativa y de repente soltó: “¿Y dónde se pone el recipiente con agua para beber?”. Pausa. Empecé a reírme como loco. El dependiente, apenas aguantando la risa y rojo como un tomate, dijo: “Simplemente, mete un vaso en la pecera, ellos mismos se las arreglarán”. © AllGremor / Pikabu

¿Alguna vez has comprado un animal en una tienda de mascotas?

Imagen de portada Oídoporahí / VK

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