Me gustó mucho la historia del primer amor de la chica que se estaba divorciando
17 Personas que comenzaron el año de una manera tan espectacular que sería difícil imaginar algo mejor
Mucha gente espera que con la llegada del nuevo año, su vida finalmente cambie. Algunos hacen todo lo posible para lograrlo: se apuntan al gimnasio, buscan un nuevo trabajo, salen de una relación que ya no les trae felicidad. Pero hay casos en los que es el destino el que arroja tantas sorpresas que resulta difícil imaginar algo mejor.
Genial.guru publica historias de los usuarios de la red que comenzaron su año de una manera tan brillante y prometedora que una cosa está clara: los próximos 365 días definitivamente no pueden ser malos. Y al final del artículo encontrarás un bono: las historias de nuestros lectores sobre el hecho de que siempre hay un lugar para un milagro de Navidad.
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Recuerdo que antes de las fiestas fui a una tienda a comprar regalos para todos mis familiares, amigos y colegas. La cajera marcó todos los productos, el total era de aproximadamente 250 USD. La cajera me extendió una canasta con descuentos, se me iba a otorgar aquel que sacara de allí. Como resultado, saqué un descuento del 100 %. De haberlo sabido, me hubiera llevado toda la tienda. Todos estaban impactados y me sacaron fotos de inmediato. © “Oídoporahí” / Vk
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Con mi novia intentamos sin éxito tener un hijo durante varios años. El día de Navidad, poco antes de medianoche, pedí como deseo que pudiéramos tener un bebé en el nuevo año. Y a las 00:37 (durante la entrega de los regalos), mi novia me trajo una caja. ¡Una prueba de embarazo positiva! Llevaba un mes. Aguantó y no me dijo nada hasta Navidad. ¡Desde que pedí el deseo hasta que se cumplió solo pasaron 37 minutos! ¡Este año ya es el mejor de todos! © Oldnar / Pikabu
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No estaba de humor para el Año Nuevo. Por primera vez en los últimos años, celebraba esta festividad sin mi pareja. Mis amigos y yo fuimos a un pub. Estábamos esperando que nos prepararan la mesa, cuando de repente sentí una mano en mi hombro. Me di la vuelta y vi a una chica increíblemente hermosa; resultó que le había gustado mi sombrero y mi suéter navideño. Intercambiamos algunas palabras y nos despedimos. Después de un rato, esta chica me llamó a su mesa, me felicitó por las fiestas y charlamos un poco más. Luego volví con mis amigos. Fue el momento más brillante de los últimos 3 meses y me dio la seguridad de que algún día volvería a salir con alguien. ¡Hay tantas mujeres en el mundo! © PM-ME-YOUR-STEAMKEYS / Reddit
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El 1.° de enero fui al supermercado más cercano para comprar pasta de dientes. Estaba en la caja y vi que la cantidad que debía pagar era casi el doble de la que estaba indicada en la etiqueta de precio. “Bueno”, me dije, “aquí vamos. Ahora tendré que discutir con la cajera, esperar a la supervisora para que haga la cancelación, pelear con los clientes molestos que esperan en la fila”. Al imaginar mentalmente todo ese lío, reuní mis fuerzas y dije: “En el estante hay un precio diferente”. La cajera se levantó en silencio y se fue, volvió un minuto después y, tras disculparse, marcó la pasta de dientes a precio promocional. Resultó que el descuento del año pasado ya había terminado, pero no habían llegado a cambiar las etiquetas de precio. Sentí que había ganado el premio gordo. Bueno, ¡el año empezó bastante bien!
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Resultó que festejé el Año Nuevo pasado sola. Por soledad y aburrimiento, se me ocurrió un pensamiento idiota: decidí llamar a una persona al azar. Cambié un par de dígitos de mi número y marqué. Respondió un hombre de voz agradable y conversamos toda la noche. Este Año Nuevo lo festejamos juntos. © “Oídoporahí” / Vk
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El año 2021 comenzó con la aceptación del hecho de que me agrado. Y me acepto. Tal como soy. Sin deseos fanáticos de cambiar, suprimir o rehacer algo en mí mismo. Es una sensación muy interesante. © EricMcCalvan / Twitter
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Durante todo el 2020 me quejé de que leía muy poco, me estaba volviendo tonta y había abandonado los libros. Pero comenzó el 2021, y en los 10 días de enero ya terminé 3 libros. ¡Guau! © twidade_Iucks / Twitter
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Mi esposo y yo quisimos tener un gatito durante mucho tiempo, pero no podíamos elegir uno: o era demasiado peludo, o no nos gustaba el color, o los ojos eran del tono incorrecto. Nos encantan los animales, pero algo siempre nos detenía en el último momento. Pero un día volvíamos de la casa de unos amigos, entramos en el edificio y encontramos un pequeño bulto chillante. Nos llevamos al gatito y entró en el departamento como si hubiera estado allí 100 veces. ¡Nuestro gato nos encontró él mismo!
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En la víspera de Año Nuevo, pillé a mi esposo con otra chica. Bueno, recogí sus cosas, lo eché de mi casa y presenté los documentos para el divorcio. El 31 de diciembre estaba sentada sola en un departamento vacío, de mal humor. De repente, me llegó un SMS de un número desconocido: “Hola. Feliz Año Nuevo. ¿Cómo estás? Soy tal y tal”. Mis piernas cedieron. Era mi primer amor. Ocho años antes nos habíamos separado por una tontería. Luego me casé, y él se fue a trabajar a la capital. Y luego resultó que todo el último mes me había visto regularmente en sueños. Y se había asustado, pensando que me había pasado algo, así que consiguió mi teléfono y me escribió. Le dije: “No me pasó nada, solo que me estoy divorciando de mi marido”. Al día siguiente mi “saludo desde el pasado” llegó en el primer vuelo, y fue como si esos años de separación no hubieran existido. Mi 2021 comenzó así de genial.
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A las 5 de la tarde del 31 de diciembre estaba revolviendo el contenedor de basura, buscando mi guirnalda favorita. Me había quedado de mi abuela y mi madre la tiró por considerarla vieja. Revolví 4 contenedores, felicité a 2 personas sin hogar por el Año Nuevo, saludé a todos los hombres de nuestro edificio, a quienes sus esposas habían enviado a sacar la basura. Algunos incluso intentaron ayudarme. Muchos me desearon felices fiestas. Al final, no encontré la guirnalda, pero encontré 50 dólares. Se cayeron del bolsillo de una prenda cuando estaba revisando la basura. © “Oídoporahí” / Vk
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En el nuevo año, decidí ocuparme a fondo de mi salud, acudir a especialistas. El primero en la fila fue el ginecólogo. Era un hombre. Me subí a la silla y me quedé allí, roja como un tomate. El doctor guardó silencio durante un buen rato, luego me miró y dijo misteriosamente: “Tienes un útero tan bonito. Es digno de que le saquen fotos y las pongan en los libros de texto”. ¡Mi tensión desapareció al instante! Luego sonreí todo el día. No sabía que tenía tal logro. Qué lástima que no pueda agregarlo a mi currículum.
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Para las fiestas de fin de año, tenía que irme al extranjero con amigos. Interfirieron los exámenes de la universidad, además, no tenía con quién dejar a mi perro y, en general, tenía un presentimiento extraño. Como resultado, celebré la Navidad con mi familia, luego me reuní con mis amigos y en la víspera del Año Nuevo conocí al hombre de mis sueños. Ya lo decía mi abuela: “¡Si algo te detiene, es por algo!”. © “Oídoporahí” / Vk
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Tuve un incidente muy positivo cerca de fin de año. Mi marido y yo teníamos poco dinero, yo estoy de baja por maternidad. Nos vestíamos exclusivamente en tiendas de segunda mano. Una vez saqué una hermosa chaqueta de pana de una pila, fui a probármela, metí la mano en el bolsillo y encontré un billete de 100 libras. Casi un tercio del salario. © elekta36 / Pikabu
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Hace poco estaba en la oficina de correos. Entró una señora, se acercó a la ventanilla y dijo en un susurro: “Gané la lotería. ¿Cómo se hace para cobrar el premio?”. Le respondieron a viva voz: “¿Tiene un cheque? ¿De cuánto es el premio?”. La señora, en voz aún más baja: “30 000 dólares”. La cajera, todavía más alto: “¿Cuántos dólares?”. La señora, ya pálida, en un susurro: “30 000 dólares”. La cajera casi en un grito: “¿Ganó la lotería por 30 000 dólares?”. Al final, le explicaron a la señora adónde ir y cómo cobrar el dinero. Treinta mil dólares debe ser un lindo bono para empezar el año. © Sprite39 / Pikabu
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Gané algunos kilos durante las fiestas de fin de año. Era el primer día laborable. A mitad de camino hacia la oficina, noté que mis jeans se habían gastado en la zona de la ingle. Para no brillar con mi cuerpo en lugares inesperados, traté de quedarme sentada lo más que podía y de no moverme demasiado. Después del almuerzo, el director me llamó a su oficina, cerró la puerta detrás de él y me entregó un premio con la condición de “renovar el vestuario”. Y me dejó ir a casa temprano.
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Celebré el Año Nuevo con la familia de mi novio. Su madre me regaló una tabla de planchar y un juego de cucharones con las palabras: “Para que yo esté tranquila de que mi hijo siempre está alimentado y con su ropa planchada”. Recién por la mañana, tras haberme recuperado del shock, me di cuenta de lo bizarro que era eso. Así que comencé el primer día del año nuevo con una ruptura. Y algo me dice que esta fue una de las mejores decisiones de mi vida.
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Ayer, en un gran centro comercial, sacaron de mi carrito una bolsa con unos jeans. Con mis jeans viejos y rotos, en lugar de los cuales ya me había puesto unos nuevos. Y puse los rotos en una bolsa de marca. ¡Gracias por reciclar! © elenuwka13 / Pikabu
Bono: los lectores de Genial.guru hablaron sobre la fabulosa suerte que tuvieron justo antes del Año Nuevo
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Fue en los años 90, faltaban dos días para el Año Nuevo. No había dinero en absoluto, ni para regalos para los niños, ni siquiera para la comida. Había preparado mentalmente a los niños, les conté sobre el maravilloso pastel que haríamos de pan y leche condensada, les dije que ese año no debía haber carne en la mesa, que podíamos decorar la casa con copos de nieve de papel. Por la noche fui a la tienda. Solo había dinero para el pan, la leche condensada y un cubo de caldo de pollo. Y allí, a la salida de la tienda, se realizaba una lotería de Año Nuevo: había que escribir el número de cheque en una hoja de papel y arrojarla a un tambor. Bueno, me dije, lo intentaré. Deberías haber visto los ojos redondos de mis hijos cuando volví a casa con 3 bolsas con todo tipo de delicias. ¿Cómo no creer en los milagros después de eso? Al parecer, los de arriba ven cuando las cosas ya están realmente mal. © Liudmila Karjalainen / Facebook
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Fue a fines de 2002. Me enfermé antes del Año Nuevo. El 30 de diciembre fui con el último dinero que me quedaba a buscar mi salario, ¡pero la empresa había quebrado y ya no estaba allí! Una hora y media de viaje, 3 cambios de autobús, las 7 de la tarde, y yo no tenía ni siquiera cómo pagar el viaje de regreso a casa. Me quedé en la parada del autobús y comencé a llorar. Se detuvo un minibús vacío, solo el conductor y la controladora estaban dentro: “¿Por qué lloramos?”. Les conté lo que me había pasado y el conductor dijo: “¡Pero si tienes dinero justo bajo tus pies!”. Bajé los ojos, ¡y había un billete de 10 dólares en el suelo! Me llevaron hasta el metro, me obsequiaron una barra de chocolate, no me cobraron por el viaje. Más tarde, ya calmada, me di cuenta de que la mujer había logrado arrojar ese billete a mis pies: había estado parada allí durante media hora y no había nada en el suelo. ¡Todavía lo recuerdo con gratitud! © Elena Vodomerova / Facebook
¿Cómo empezaste este año tú?
Comentarios
La prueba de embarazo positiva es el mejor regalo que podían darse :)