18 Historias contadas por las personas que en su infancia visitaron el trabajo de sus padres y nunca lo olvidaron

Lidiar con el alquiler de viviendas es toda una aventura. Los propietarios solo pueden esperar que su propiedad no sea destruida o dañada. Mientras que aquellos que buscan un lugar temporal tienen que revisar innumerables anuncios para encontrar algo decente que no cueste una fortuna. Además, deben estar atentos a inspecciones inesperadas de la vivienda en momentos inoportunos.
Las personas descaradas a menudo culpan a otros por sus propias acciones, y hay muchas pruebas de ello.
Las personas descaradas a menudo se escudan con la pregunta “¿Y qué tiene eso de malo?”, fingiendo no entender por qué sus acciones molestan tanto a los demás.
Parece que, entre los inquilinos y los arrendadores, la falta de decencia básica es igualmente común. Es lamentable que, en la realidad, estas personas rara vez se encuentren.