Tener expectativas es inevitable. Así se trate de un proyecto, una comida o una compra en línea, lo normal es hacernos una idea de lo que esperamos. Por eso, cuando recibimos justo lo que imaginábamos, nos ponemos tan felices. Hoy te demostramos que no todo son malas experiencias y que hay usuarios cuya “realidad” consiguió dibujarles una gran sonrisa en sus rostros.