20+ Pequeñas cosas misteriosas de los aviones que son muy importantes para tu seguridad

Curiosidades
hace 1 año

Ese pequeño gancho amarillo que puedes ver desde la ventanilla del avión (si estás sentado junto al ala) está ahí para ayudarte en caso de un aterrizaje de emergencia. Los toboganes inflables solo pueden desplegarse desde las puertas de salida de emergencia de la parte delantera y la cola del avión. En el centro, los pasajeros tendrían que salir por el ala y llegar al suelo desde allí. Pero saltar desde el ala del avión no es seguro, ya que está demasiado alta. Y aquí es cuando esos pequeños ganchos amarillos resultan útiles. Los auxiliares de vuelo atan cuerdas desde las puertas y a través de los ganchos para que los pasajeros las usen de guía. De este modo, podrán llegar al suelo sin lesiones. Evita acurrucarte bajo las mantas del avión. Algunas aerolíneas solo las lavan una vez al mes. Mejor usa tu propia manta de viaje, una bufanda o una chaqueta. Y recuerda siempre usar zapatos cuando camines por el avión: la alfombra no puede ni va a limpiarse a la perfección entre un vuelo y otro, es demasiado tiempo y esfuerzo para el personal de cabina.

El lugar más sucio de un avión no es el baño, sino la bandeja. Tiene 8 veces más bacterias que el botón del retrete. En caso de emergencia, las máscaras de oxígeno solo tienen suficiente flujo de aire para unos 15 minutos. Por suerte, ese es el tiempo que necesita un avión para encontrar un lugar de aterrizaje adecuado o para, al menos, descender hasta una altitud a la que los pasajeros ya no las necesiten. Quizá te preguntes por qué te piden que endereces el asiento y cierres la bandeja antes del despegue y el aterrizaje, pero es por tu propia seguridad. Un asiento reclinado es cómodo para ti, pero hace más difícil que el pasajero de atrás se levante de su asiento, lo que es crucial en caso de emergencia. El caso de la bandeja es igual, solo que esta vez eres tú quien no podrá levantarse lo suficientemente rápido si sucede algo.

Además, la bandeja te impide adoptar la posición de seguridad en caso de un aterrizaje de emergencia. Esta posición requiere que te agaches en tu asiento, pongas la cabeza entre las rodillas y te cubras la nuca con las manos. Imagina que haces eso mientras su bandeja está abierta. Si echas un vistazo a la cabina, verás pequeños triángulos negros o rojos alrededor de la sección media del avión. Estas señales permiten a los auxiliares de vuelo saber dónde se encuentran las alas para que puedan mirar inmediatamente por la ventanilla correcta y ver si hay algún problema en el exterior. No debes cerrar las ventanillas durante el despegue, el rodaje o el aterrizaje por dos razones. En primer lugar, los auxiliares de vuelo siempre deben estar al tanto la situación en el exterior, y obviamente, las ventanillas abiertas los ayudan con eso.

En segundo lugar, si algo sale mal a bordo del avión mientras está en tierra (como un incendio), el personal de tierra no podrá verlo y evaluar la situación antes de entrar, a menos que las ventanillas estén abiertas. Ese pequeño agujero que se ve en la parte inferior de la ventanilla de cualquier avión no está ahí para asustar. De hecho, ayuda a mantener en equilibrio la presión del interior y del exterior. Por cierto, el agujero en sí solo se hace en la segunda capa de vidrio, y hay tres en total, lo que también contribuye con la seguridad. Por más que el cristal exterior se rompa, seguirá habiendo dos capas que mantengan todo en orden. Es posible que veas a los auxiliares de vuelo tocando los compartimientos superiores mientras caminan por el pasillo, pero eso no es exactamente lo que hacen. Justo debajo de ellos suele haber un pasamanos que recorre toda la cabina, así que también puedes usar este truco para sostenerte con más firmeza en el pasillo.

Los pilotos atenúan las luces de la cabina durante la noche, pero no para que te pongas cómodo y tengas sueño. A nuestros ojos les cuesta adaptarse a la oscuridad en los primeros minutos de un apagón. Y en caso de emergencia, cada segundo es importante. Las luces se atenúan para que te acostumbres a la oscuridad en caso de que ocurra algo y tengas que actuar rápidamente. Presta atención al suelo del pasillo. Si hay un aterrizaje de emergencia por la noche, habrá dos tiras luminiscentes a lo largo del pasillo que te indicarán el camino hacia la salida: síguelas para salir del avión a salvo. Los auxiliares de vuelo también sugieren contar los asientos que hay entre tú y la salida de emergencia una vez que estés sentado. Esto te ayudará a orientarte en caso de que no haya ninguna otra guía disponible. Si un rayo cae en el avión, los pasajeros no lo sentirán. Todo el avión está cubierto con un revestimiento de aluminio que conduce la corriente eléctrica y no la deja pasar. Esta protección se pone a prueba con un simulador de rayos.

Las ventanillas de los aviones tienen forma redondeada para que la presión del aire se distribuya uniformemente. Si fueran cuadradas, se acumularían fuertes corrientes de aire en las esquinas, despresurizando la cabina. Y eso es malo. No creas que te vuelves intocable si vas al baño del avión: la puerta puede abrirse desde afuera. Suele haber un pequeño pestillo en la parte superior de la puerta que permite a la tripulación de cabina sacarte de allí. Es útil para llegar a la gente que está haciendo algo sospechoso en el baño y para ayudar a los que no se sienten bien y, por ejemplo, se desmayaron adentro. Sí, evitemos hacer eso. Las alas parpadean con luces rojas y verdes por la noche para indicar la dirección del avión. La luz verde siempre está en el ala derecha, y la roja, en la izquierda.

Los neumáticos de los aviones están diseñados para soportar una presión de 4 a 5 veces superior a la que realmente experimentan al aterrizar. Es más probable que se rompa la rueda que el neumático. Los pilotos siempre tienen comidas diferentes. Esto es necesario para reducir el riesgo de intoxicación alimentaria. El vuelo puede seguir adelante si uno de los pilotos se siente mal por culpa de un burrito rancio, pero no con los dos fuera de servicio. Y procura que nadie pruebe el pescado. Algunas aerolíneas no permiten que los pilotos tengan barba. El vello facial puede impedir que la máscara de oxígeno se ajuste bien, y los pilotos siempre deben permanecer conscientes. Los asientos son azules en la mayoría de los aviones porque este color tranquiliza a la gente. También es más fácil mantenerlos limpios. El ruido de movimiento que se oye después de subir al avión es el equipaje al cargarse. El compartimiento está justo debajo de la cabina, por lo que a veces puede sonar bastante fuerte.

En la mayoría de los vuelos de más de 7 u 8 horas, los pilotos tienen acceso a un asiento de descanso especialmente diseñado en la cabina o cerca de ella. Los auxiliares de vuelo suelen tener una sección de la cabina reservada para ellos, y a veces está separada de las zonas de pasajeros. Algunos aviones más grandes incluso cuentan con cuartos privados para la tripulación por encima o por debajo de la cabina principal. Las alas de la mayoría de los aviones de pasajeros están situadas en la parte inferior del avión, y se las conoce como alas bajas. En primer lugar, si se instalan los motores debajo de alas bajas, estará más cerca del suelo y serán más fáciles de reparar. En segundo lugar, las alas asumirán parte del impacto en caso de un aterrizaje brusco. Y si el avión cae al agua, las alas se convierten en un salvavidas. Por cierto, un avión puede mantenerse a flote desde 10 minutos hasta 60 horas. Todo depende del modelo de avión, de las condiciones meteorológicas y de las habilidades del piloto.

La mayoría de los aviones son blancos porque este color refleja mejor los rayos del sol y el cuerpo del avión no se calienta tanto. Además, los daños se ven mejor sobre el blanco... y la pintura blanca es simplemente más barata. Los cinturones de seguridad verticales parecen más seguros que el simple cinturón que ves en los vuelos, pero no en el caso de los aviones. Cuando entran en una turbulencia, se sacuden en el aire. La correa de tu cintura te mantendrá en tu lugar en caso de una sacudida más fuerte. Los cinturones para los hombros requerirían más espacio entre los asientos, y esto no está justificado en un avión. En un auto, el impacto suele ser mucho más fuerte, por lo que necesitas esa correa de hombro para no atravesar el parabrisas. Los asientos de los auxiliares de vuelo sí tienen correas para los hombros, pero eso es porque son mucho menos cómodos que los de los pasajeros.

Son más estrechos y se colocan de cara a los pasajeros. Los auxiliares de vuelo necesitan protección adicional para no caerse de sus asientos si el avión se sacude con fuerza. Además, tienen que ayudar y dirigir a la gente durante una posible evacuación, y para eso deben estar en óptimas condiciones. Tal vez te hayas dado cuenta de que siempre se ingresa a los aviones por el lado izquierdo. En primer lugar, el capitán suele sentarse en ese lado. De este modo, es más fácil para él alinear el avión con el puente de mando de la terminal. Además, el avión recibe combustible y equipaje por el lado derecho. Si los pasajeros ingresan por la izquierda, la tripulación podrá hacer su trabajo sin ser interrumpida.

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